Instantáneas: Fox, sueldos, cultura, seguridad
Columna JFM

Instantáneas: Fox, sueldos, cultura, seguridad

Cuatro temas que ameritan mucha mayor atención pero que hoy sólo enunciaremos para abordarlos en detalle en el futuro.
Fox regresa del rancho hoy como invitado de Manuel Espino a la reunión de Organización Demócrata Cristiana de América.
Sueldos de los funcionarios: la iniciativa presidencial para homologar salarios, aunque debe adecuarse a la realidad.
La cultura es de quien la trabaja: el gobierno federal terminó de completar el cuadro de funcionaros del área cultural. Son hombres y mujeres muy talentosos, exitosos y que representan un nuevo aire en la vida intelectual del país.
Se me perdió la camioneta, ¡que mejor demostración de lo que está mal en la seguridad en el DF. El problema es que las camionetas de Bátiz no aparecen y nadie sabe donde quedaron.

Cuatro temas que ameritan mucha mayor atención pero que hoy sólo enunciaremos para abordarlos en detalle en el futuro.

Fox regresa del rancho: poco menos de dos meses le iba a durar al presidente Fox su retiro al rancho. Hoy regresaría como invitado de Manuel Espino a la reunión de la Organización Demócrata Cristiana de América. Es verdad que se trata de un evento internacional y que habrá invitados de varios otros países. En ese contexto, la invitación al ex mandatario no tendría más trascendencia que la meramente protocolaria. No es así porque ha sido el propio Espino el que le ha dado otra dimensión, acompañada de la incorporación de ex funcionarios de la administración Fox al CEN panista. Finalmente el propio Fox decidió no participar porque sabría que los costos serían demasiados y ninguno el beneficio. En realidad, lo que está en disputa en el blanquiazul es el poder, el control del partido, en un conflicto no resuelto entre las corrientes doctrinarias y las de ultraderecha que se arrastra desde los años 70. El objetivo de Espino es mantener el control del consejo nacional, que se reunirá en marzo y que el año próximo decidirá la reelección o no del dirigente. En buena medida, la gobernabilidad de la administración Calderón dependerá de lo que suceda en el PAN. La relación entre el gobierno y el partido es, por lo menos, endeble. El lunes entrevistaba en Informativo 40 sobre el tema al secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña y el ex gobernador de Jalisco me explicaba que no era verdad que con el CEN del PAN “no se enviaran ni señales de humo”. Muy en su estilo me dijo que se comunicaban…pero “por mail”.

Sueldos de los funcionarios: la iniciativa presidencial para homologar salarios es positiva, aunque deberá adecuarse a la realidad. Lo que no terminamos de decidir es qué hacer con los salarios de los funcionarios públicos de alto nivel. Vivimos en un mundo esquizofrénico en ese sentido. Queremos los mejores empleados públicos y los menos corruptos y es lógico que sea así. Pero al mismo tiempo queremos que no ganen demasiado y, además, que cuando terminen su responsabilidad, tampoco puedan ingresar a la iniciativa privada, por lo menos por un largo periodo de tiempo. Con bajos salarios no tendremos a los mejores funcionarios, por lo menos no siempre y no se trata de voluntad de servicio. Salvo los políticos profesionales, que viven de y para la política, a muchos otros especialistas no puede interesarles demasiado el servicio público si los salarios son menores a los que reciben en la iniciativa privada, la auscultación pública mucho mayor (incluyendo su vida privada) y las responsabilidades que se derivan de su labor tienen mayores repercusiones sobre su futuro. No hemos querido abordar el tema o nos hemos quedado con el lema juarista de la “honrada medianía” que es muy compartible, pero que en el fondo no nos dice nada.

La cultura es de quien la trabaja: el gobierno federal terminó de completar el cuadro de funcionarios del área cultural. La llamada generación del crack ha tomado el control de las instituciones culturales y me parece bien: son hombres y mujeres talentosos, exitosos y que representan un nuevo aire en la vida intelectual del país. Sin duda, la más destacada de las recientes designaciones es la del escritor Jorge Volpi al frente del canal 22. Volpi es un gran novelista y ensayista. Me queda la duda, sin embargo, de si nuestros mejores escritores tienen que asumir esas responsabilidades. Si para hacer televisión, por ejemplo, no hay hombres y mujeres con mucho talento y especializados en ello, estoy pensando en personajes como Lidia Camacho o Héctor Parker, con menos nombre pero más experiencia. Ello se relaciona con otros temas: ¿en qué medida el Estado debe apoyar a nuestra industria cultural?. Por supuesto que el Estado debe cumplir un papel en ese ámbito y uno muy activo. La pregunta es cómo y hasta dónde. Se habla de apoyos directos, pero en realidad, como en muchos otros ámbitos, quizás lo más importante que puede hacer el Estado debe ser desregular, desmonopolizar el sector: si la distribución y comercialización de los productos culturales, desde los libros hasta las películas, sigue estando en tan pocas manos y en condiciones tan onerosas para creadores y empresas culturales, el sector seguirá castigado y serán sólo algunos pequeños grupos los que tomarán ventaja. Por cierto, ello se refleja en otro tema: que nadie diga que los éxitos de varios cineastas mexicanos en los últimos meses es un triunfo de nuestra industria cultural o cinematográfica. González Iñárritu, Del Toro, Arriaga, Salma Hayek, Adriana Barraza, Cuarón y otros han triunfado con base en su propio esfuerzo, sin apoyos gubernamentales, mucho menos con una industria cultural que los respalde. En ocasiones triunfaron pese a ese aparato burocrático que cuesta tanto y apoya tan poco la verdadera creación cultural.

Se me perdió la camioneta: ¿qué mejor demostración de lo que está mal en la seguridad en el DF que lo sucedido con las camionetas perdidas del procurador Bátiz?. Como se sabe el ex procurador tomó de los fondos de seguridad destinados a la formación de policías un  millón de pesos para comprar no se sabe si una o dos camionetas blindadas. El nuevo procurador Rodolfo Félix, solicitó recursos para un vehículo de esas mismas características y le dijeron que ya su antecesor había hecho la compra. El problema es que las camionetas de Bátiz no aparecen y nadie sabe a dónde fueron a parar. Eso sucede porque no hay control en las autoridades capitalinas ni siquiera de sus propios recursos. Si aquella historia del BMW blanco quedó como un estigma para las autoridades locales, la desaparición de las camionetas del procurador refrenda lo mucho que aún tiene que hacer el GDF antes de proponerse crear unidades de lavado de dinero o administrar canales de televisión propios.

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