Marihuana en la reunión de alto nivel
Columna JFM

Marihuana en la reunión de alto nivel

En la reunión del grupo de alto nivel En la reunión del grupo de alto nivel México-Estados Unidos hubo, evidentemente, muchos temas que no se abordaron en forma pública. Así debe ser. Uno de ellos sigue planeando sobre la relación bilateral y las tareas de cooperación esperando definiciones, se trata del comercio de marihuana.

En la reunión del grupo de alto nivel México-Estados Unidos hubo, evidentemente, muchos temas que no se abordaron en forma pública. Así debe ser. Uno de ellos sigue planeando sobre la relación bilateral y las tareas de cooperación esperando definiciones, se trata del comercio de marihuana.

Públicamente es sabido que  el gobierno de los Estados Unidos condena la utilización de la marihuana, pero en los hechos esa droga cada día se usa más en forma  legal en por lo menos 15 estados de la Unión Americana, mientras que en la mayoría de los otros se la tolera. Según diversas encuestas del propio gobierno norteamericano, por primera vez son más los que están a favor de legalizar la marihuana que los que están por su penalización: poco más de un 52 por ciento de los estadounidenses aprueban esa legalización.

Es un tema que está en el corazón de la lucha contra el narcotráfico y a partir del cual todo podría modificarse. ¿Por qué? Porque si bien la parte medular en términos económicos de esa lucha contra el narcotráfico pasa por la cocaína y las drogas sintéticas, la marihuana sigue siendo la droga que, en México y en Estados Unidos  permite aceitar y hace funcionar ese negocio. Además de que con mucho sigue siendo la droga de consumo más popular.

Según cifras oficiales, aunque son muy conservadoras, el narcotráfico, según acaba de asegurar el gobierno estadounidense, genera en ese país unos 61 mil millones de dólares, de los cuales dos tercios provienen del comercio de marihuana. Y no olvidemos que Estados Unidos produce más del 50 por ciento de la marihuana que consume. Es una producción tan importante que en realidad en algunos estados sus utilidades son más altas que la de tabaco, maíz o trigo. Incluso el año pasado, en plena crisis económica un grupo de legisladores presentó una propuesta en el Capitolio para legalizar la marihuana sólo por razones fiscales: estimaron que la recaudación fiscal por la venta legal de marihuana alcanzaría los 14 mil millones de dólares al año. No fue aprobada pero tampoco rechazada. Y Obama sólo dijo que ese no era uno de los cambios que él preferiría hacer. El tema sigue y el gobernador de California uno de los estados que se vería más beneficiado por esa legalización abierta y con fines fiscales (actualmente se comercializa la marihuana como planta “medicinal” en todo el estado y no se pagan impuestos por ella), Arnaldo Schwarzerneger, no se mostró reticente al tema.

El hecho es que en quince de los más importantes estados de la Unión Americana la venta de marihuana ya es legal y los dispensarios y los cultivos lícitos crecen por doquier. Y si bien el presidente Obama ha dicho públicamente que no apoyará la legalización total de la marihuana, realizó un cambio fundamental. Hasta el inicio de la actual administración, el gobierno federal mantenía la prohibición en sus leyes y se daba la paradoja de que mientras en un estado en que la marihuana era legal allí no era perseguida por la policía local, sí podía ser perseguida por la federal.

Ahora a través de distintas órdenes ejecutivas, el gobierno de Obama ordenó a sus agencias federales que sólo persiguieran en esos estados a personas que tuvieran cargamentos ilegales mayores a los 500 kilos. En los hechos se acabó con ello la persecución de cualquier consumidor o productor pequeño. Y el nuevo zar antidrogas de la Casa Blanca ha insistido en que su tarea principal es reducir el consumo con medidas preventivas.

México, mientras tanto sigue produciendo enormes cantidades de marihuana cuya erradicación ha disminuido en un 40 por ciento porque las fuerzas militares están ocupadas en el combate al narcotráfico en las ciudades. Desde México se siguen aprovisionado muchos sectores en esos quince estados que la legalizaron y los que todavía no la han hecho. Y ese consumo de marihuana es el que alimenta a los cárteles mexicanos. Hay cárteles que viven de la marihuana. Uno de los más poderosos el del Chapo Guzmán, lo mismo que la Familia y la mayoría de los grupos que operan a lo largo del Pacífico. La capacidad de control territorial y del dinero cotidiano proviene de la marihuana, y si Estados Unidos decide no combatir la marihuana entonces quizás habría que adoptar otras estrategias. México no puede aisladamente legalizar esa u otra droga, el costo interno e internacional sería altísimo. Pero si esa acción se concertara con Estados Unidos y Canadá las cosas podrían ser diferentes.

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