Discutieron la sucesión, no el presupuesto
Columna JFM

Discutieron la sucesión, no el presupuesto

La negociación del presupuesto federal para el 2011 se convirtió en un capítulo apenas soterrado de la lucha interna del PRI que demuestra, entre otras cosas, que aún demasiadas aguas se mueven en torno a la sucesión presidencial del 2012 (y muchas más respecto a la designación de candidato para el estado de México) en el partido tricolor.

La negociación del presupuesto federal para el 2011 se convirtió en un capítulo apenas soterrado de la lucha interna del PRI que demuestra, entre otras cosas, que aún demasiadas aguas se mueven en torno a la sucesión presidencial del 2012 (y muchas más respecto a la designación de candidato para el estado de México) en el partido tricolor.

La información divulgada dice que la negociación presupuestal se frenó porque el sector campesino del PRI se opuso a que se redujeran 4 mil 400 millones de pesos para el campo. Incluso el todavía líder de la CNC, Cruz López, en un desplante político, anunció su renuncia a la presidencia de la comisión de agricultura y llegó a decir que renunciaría a la diputación si no se regresaban esos recursos al campo. En realidad no se le habían quitado recursos al campo: la reducción era respecto a lo que la comisión, impulsada por López, había solicitado. Con todo, el presupuesto al campo quedó en la friolera de 290 mil millones de pesos, más que para educación o salud. Si se bloqueó durante horas la votación por esos recursos fue porque Cruz López dejará en los próximos días la presidencia de la CNC y quería hacerse notar.

Pero también porque hay que destacar que ese bloqueo servía con dos objetivos: la verdadera líder de la CNC es Beatriz Paredes, que es también la presidenta del PRI y es diputada federal. Beatriz es, además, aspirante a la candidatura presidencial. Como todos, sabe que Enrique Peña lleva la delantera en esa carrera pero entonces las opciones son bajarlo o negociar con él desde posiciones de poder.

El presidente de la comisión de presupuesto es Luis Videgaray, un hombre cercanísimo a Peña Nieto y negoció el presupuesto, dentro del PRI, con los principales operadores de los gobernadores. La línea que llevaba Videgaray era apostar por carreteras e infraestructura urbana, sobre todo agua, como se reflejó en el presupuesto, entre otras razones porque allí se concentran los electores y porque esas son obras que no deben pasar, como los apoyos al campo, por el tamiz de los líderes agrarios y de diversas secretarías, además de que sus efectos son muy discutibles. La oposición de la CNC sirvió para dos cosas: primero, en el plano local, para dejar constancia de que, para Beatriz, en consonancia con varios sectores muy tradicionales del PRI local, el candidato mexiquense no es Videgaray. Por eso se especuló incluso con que podría hasta caer de la comisión de presupuesto. Pero además, si no se cumplían los compromisos adquiridos con los gobernadores, en el programa carretero y de agua, perdía presencia Videgaray (que además de poder ser candidato del PRI al estado de México podría ser también, de ganar Peña en el 2012, visto en Hacienda) y se mostraba debilidad de Peña Nieto. En realidad, de la misma forma en que estábamos viendo una suerte de encontronazo entre Emilio Chuayffet y Videgaray en un plano, en el otro estábamos viendo una medición de fuerzas entre Peña y Beatriz.

Por eso el PAN e incluso el PRD, dieron un paso al costado en el tema y dejaron que fueran los priistas los que resolvieran su propio conflicto interno que pasaba muy lejos de los 4 mil 400 millones que reclamaba Cruz López. No estaban discutiendo en ese capítulo el presupuesto, sino capítulos de la sucesión, en el estado de México y a nivel nacional.

Que finalmente el presupuesto haya salido como salió resultó en un triunfo de Peña y Videgaray (y creo que de Francisco Rojas) y demostró también que el PAN, sobre todo Josefina Vázquez Mota, no está abonando a la confrontación interpriista, que podría haber sido utilizada a favor, sobre todo, del panismo.

Con todo se debe recordar que esos comicios mexiquenses modificarán el entorno de la cámara de diputados. En el próximo periodo ordinario que comienza en febrero habrá que ver si como coordinador perredista continúa Alejandro Encinas, que sería el candidato predilecto de López Obrador para el Edomex. Y eso irá de la mano con el relevo en la dirigencia del partido. En el PRI también habrá cambio de dirigentes y ahí están dos aspirantes, uno público y el otro todavía cerrado, pero que tomará su decisión sólo con base  en el apoyo real que pueda lograr. Son Humberto Moreira y Emilio Gamboa. Muchos movimientos en el grupo parlamentario del tricolor dependerán de cómo se den las cosas en la elección interna. En el terreno local, Videgaray buscará la candidatura, como Eruviel Avila, Alfredo del Mazo, Ernesto Nemer y César Camacho. Pero mucho dependerá, no sólo de la decisión de Peña (y nadie duda que la decisión final sobre su sucesor será suya) sino de la correlación de fuerzas en el partido y en el estado.

En el PAN las elecciones de dentro de dos semanas también podrían modificar la correlación de fuerzas en el grupo parlamentario. Hay muchos interesados en que Josefina Vázquez Mota se vaya al estado de México, pero las aspiraciones de Josefina no pasan por allí.

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