Apuntes sucesorios
Columna JFM

Apuntes sucesorios

En cuanto terminen los procesos electorales de Guerrero y Baja California, cuando esté definido ya el candidato del PRI para el Estado de México (en el PAN y en el PRD en esa entidad nos están intentando dar atole con el dedo con la historia de la alianza), será incontenible la presión para definir con mucha mayor claridad las precandidaturas presidenciales.

En cuanto terminen los procesos electorales de Guerrero y Baja California, cuando esté definido ya el candidato del PRI para el Estado de México (en el PAN y en el PRD en esa entidad nos están intentando dar atole con el dedo con la historia de la alianza), será incontenible la presión para definir con mucha mayor claridad las precandidaturas presidenciales.

Por eso en estos días, previos también al inicio de un periodo ordinario de sesiones del Congreso, que será mucho más corto en la realidad que en el papel (la Semana Santa va a reducir en los hechos las labores a la mitad de abril), se han dado muchos movimientos internos entre quienes buscan estar en las boletas electorales en julio del año próximo.

En el PRI es bastante obvio que a esta altura sólo hay dos aspirantes reales, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones. Parece imposible que pueda aparecer otro y serán ellos, con sus aciertos y errores, los que irán diseñando su futuro. Como en ningún otro partido, las cosas de cara a 2012 quedan en sus respectivas manos.

En el PRD, mientras Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador se siguen colocando zancadillas con argumentos de unidad, el fundador del partido, Cuauhtémoc Cárdenas, ha levantado nuevamente la mano para recordarles que ahí está. Lo hace presentando su libro, en un contexto donde distintas corrientes quieren lanzar, quien sabe con qué intenciones, a su hijo Lázaro a la presidencia del partido, y cuando reinan la confusión y un pragmatismo severo en el perredismo. Mientras dan por perdida Baja California Sur por pleitos que son más familiares que partidarios, Ebrard está realizando una apuesta muy alta en Guerrero con Ángel Heladio Aguirre, al tiempo que López Obradoraparentemente ha logrado imponer en el estado de México a Alejandro Encinas. El jefe de Gobierno capitalino se ha encontrado, también, con escollos en el Distrito Federal, con la oposición a la Supervía Poniente que encabezan, en una rara amalgama, desde grupos radicales hasta militantes lopezobradoristas, pasando por panistas de dentro y de fuera del gobierno. La verdad, parece un exceso y, desde el punto de vista del PAN, un intento de regresar el golpe de Atenco y el aeropuerto, pero si derrota esa oposición demasiado politizada a la obra, Ebrard podría levantarse con un triunfo importante.

El problema está en el PAN. Son demasiados los aspirantes, quizás porque hasta ahora la vara se ha puesto muy baja mientras no se definan más las cosas. En la plática que tuvimos con el presidente Calderónhace unas semanas, ante la pregunta sobre 2012, nos dijo, con otras palabras, que hay que esperar, que falta tiempo y que los funcionarios que quieran participar deben concentrarse en su trabajo. Entre los miembros del gabinete existe la convicción de que el Presidente no quiere aún que se muevan. En las reuniones de gabinete de este año, que comenzaron luego de los cambios de la primera semana de enero, no se ha abordado el tema ni siquiera de forma tangencial.

Pero eso no evita los movimientos ni las especulaciones. En el gabinete resulta claro que están en ese camino Ernesto CorderoJavier LozanoAlonso Lujambio, también, pero diseñando una estrategia diferente (que quisiera hacerlo parece que más como un aspirante ciudadano),Heriberto Félix Guerra. Son perfiles muy distintos, con historias incluso encontradas, independientemente de su cercanía en la última década con el presidente Calderón. Para ellos el tiempo es clave porque, con el fin de aspirar a competir, deberían despojarse de su traje de funcionarios y vestirse de candidatos. Y eso no es fácil. Sigo pensando lo que no hace mucho me dijo un priista prominente: como candidatos, entre el calderonismo, los dos que más problemas nos traerían son Margarita Zavala y Javier Lozano: una, por su propio peso y personalidad; el otro, por su combatividad. Falta tiempo, pero las variantes, aunque cambien los nombres, son las mismas: nombre, personalidad, combatividad, y de ellas dependerá qué tipo de candidatura quiera el panismo para 2012.

Por eso mismo, Santiago Creel ya está en ese camino desde hace semanas, aprovechando el tiempo, aunque su distancia con el calderonismo y su experiencia pasada juegan en su contra.

Josefina Vázquez Mota está más que decidida a utilizar al máximo los avances que puedan obtenerse en este periodo ordinario y la agenda que presentará en él, para, desde esa plataforma, lanzarse a un camino que intentará mostrar espacios de independencia y autonomía sin ruptura. Y faltan los candidatos ciudadanos, pero allí priva mucho más la especulación que la realidad. Por lo menos hasta hoy.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *