Los enfrentamientos y el mando único
Columna JFM

Los enfrentamientos y el mando único

En la noche del martes pasado un grupo de policías federales recibió la denuncia de que a dos cuadras del hotel donde residen elementos de la PF en Ciudad Juárez, había un grupo de hombres armados vestidos de civil. Se dirigieron al lugar y se toparon con ellos. Nadie sabe exactamente qué sucedió después: los miembros de la Policía Federal dicen que le pidieron a esos hombres que se identificaran y éstos no lo hicieron y les apuntaron con sus armas. Respondieron el fuego y uno de esos hombres murió. Los custodias del presidente municipal de Juárez, Héctor Murguía, pues éstos eran los hombres armados desconocidos, dicen que recibieron la agresión en forma directa. No coinciden, además, ni el horario del enfrentamiento ni el lugar.

En la noche del martes pasado un grupo de policías federales recibió la denuncia de que a dos cuadras del hotel donde residen elementos de la PF en Ciudad Juárez, había un grupo de hombres armados vestidos de civil. Se dirigieron al lugar y se toparon con ellos. Nadie sabe exactamente qué sucedió después: los miembros de la Policía Federal dicen que le pidieron a esos hombres que se identificaran y éstos no lo hicieron y les apuntaron con sus armas. Respondieron el fuego y uno de esos hombres murió. Los custodias del presidente municipal de Juárez, Héctor Murguía, pues éstos eran los hombres armados desconocidos, dicen que recibieron la agresión en forma directa. No coinciden, además, ni el horario del enfrentamiento ni el lugar. Los mandos de la Policía Federal han puesto a los cuatro elementos de la corporación involucrados en los hechos a disposición del ministerio público, mientras que el alcalde realizó una larga serie de acusaciones y respaldó, sin matices, la versión de sus custodias que pertenecen a la policía municipal. Incluso pidió, originalmente, la salida de la Policía Federal de Ciudad Juárez, aunque luego se retractó de sus declaraciones.

Las historias de enfrentamientos entre distintos cuerpos policiales, de golpes de unos a otros, podría continuar por muchas páginas. Lo cierto es que no se sostiene la actual situación, la balcanización de los cuerpos de seguridad sin mandos ni modelos homologados únicos. Por ejemplo ¿quién manda, en términos policiales o de seguridad en Juárez?. Allí está el operativo de la policía federal desde hace meses. Se supone que tendría que tener bajo su mando a las fuerzas locales y ello tendría que involucrar a los cuerpos de custodias, incluyendo, por supuesto, al del propio presidente municipal. Pero hemos visto que no es así: que los custodias del presidente municipal ni estaban coordinados con las fuerzas federales, ni estaban controlados por ellas, ni recibían, obviamente, órdenes de esa corporación. No sé, será difícil establecerlo, cuál de las versiones del enfrentamiento es la real, pero lo cierto es que en un lugar como Juárez, con la tasa de violencia más alta de la república, con grupos criminales y pandilleros operando continuamente, la posibilidad de un enfrentamiento entre fuerzas de seguridad que no están coordinadas y con mandos únicos y claros debe ser cosa de todos los días. Se comprende la reticencia de los policías federales: el hotel donde residen, por ejemplo, ha sido objeto de numerosos ataques. Se comprende la desconfianza de los custodios del alcalde: no saben si quienes los encaran son o no policías. Pero en esa confusión es donde nadan con toda tranquilidad las organizaciones criminales que la utilizan para operar y hacerse pasar en muchas ocasiones por unos u otros (y no hemos agregado a todo esto el componente militar, que tiene otras características pero requiere de medidas adicionales de coordinación que en muchas ocasiones no se adoptan).

La pregunta es qué están esperando los legisladores para sacar adelante la iniciativa de mando único y nuevo modelo policial (una no puede ir separada de la otra: unificar policías sin reformarlas, sin establecer un modelo policial homogéneo y homologado en todo el país, aunque esté distribuido en 32 policías estatales, no tendría sentido) y porqué los gobernadores que están de acuerdo con esa iniciativa, como el de Chihuahua, César Duarte por ejemplo, no comienzan a operar ese modelo y ese mando mientras los legisladores se dignan ponerse de acuerdo. No hay excusas para seguir dilatando la toma de decisiones: ya existe un acuerdo político entre los gobernadores y el gobierno federal, se supone que ese acuerdo alcanza a las mayorías legislativas, incluso en el presupuesto ya existen los recursos aprobados para sacar adelante la reforma. ¿Qué se está esperando entonces?¿que continúen los enfrentamientos entre corporaciones?¿que el sistema de seguridad en los estados continúe balcanizado y sin mandos y modelos de desarrollo comunes?

Hay que insistir en un punto: la gran mayoría de los delitos que se cometen cotidianamente no son federales, son del fuero común y deben ser atendidos por las policías y procuradurías locales, pero al mismo tiempo, cada vez existe una mayor relación entre esos delitos y el accionar de grupos del crimen organizado. Sin una mayor concentración de las fuerzas de seguridad (lo mismo que sin avances serios en códigos penales también homologados en la mayor medida posible) el combate simultáneo de delitos del fuero federal y del fuero común será cada día más complejo y si se permite que la política de cortísimo plazo contamine esas decisiones los costos serán aún mayores.

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