Edomex: una batalla insípida
Columna JFM

Edomex: una batalla insípida

La elección del 3 de julio en el estado de México se nos presentó, hasta hace algunas semanas, como la “madre de todas las batallas” electorales previa a los comicios federales del 2012. Pero hasta ahora parecen ser unos comicios cómodos en donde no habrá demasiadas sorpresas. Quizás si hubiera habido una alianza PAN-PRD puede ser que la lucha hubiera sido enconada, pero ni hubo alianza, ni el PRI se equivocó al designar a su candidato, ni el PRD ni el PAN parecen demasiado entusiasmados en tomar en serio esa competencia.

La elección del 3 de julio en el estado de México se nos presentó, hasta hace algunas semanas, como la “madre de todas las batallas” electorales previa a los comicios federales del 2012. Pero hasta ahora parecen ser unos comicios cómodos en donde no habrá demasiadas sorpresas. Quizás si hubiera habido una alianza PAN-PRD puede ser que la lucha hubiera sido enconada, pero ni hubo alianza, ni el PRI se equivocó al designar a su candidato, ni el PRD ni el PAN parecen demasiado entusiasmados en tomar en serio esa competencia.

Este lunes comenzaron oficialmente las campañas y nada parece haber cambiado. En el PRI, la de Eruviel Avila es una campaña sin demasiadas sorpresas, el conjunto de su partido lo apoya, mientras que incluso aquella versión de que podrían torpedear a Enrique Peña Nieto en el contexto de la campaña se ha ido diluyendo. Eruviel tiene un muy buen equipo de colaboradores, ha dicho que establcerá seis mil compromisos locales de campaña y su único desafío es que la dinámica de la campaña y las relaciones políticas no lo terminen alejando de la gente. Hasta ahora tiene las cosas muy seguras. Las encuestas le siguen dando una enorme ventaja, girando entre los 48 y 50 puntos, contra poco más del 16 o 18 de sus competidores, Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena. Tampoco la popularidad de Peña Nieto parece haber sufrido mella en las últimas semanas. La combinación es la idónea para una campaña electoral.

El PRD y el PAN también comenzaron sus propias campañas con notas diferentes. En el PRD, Encinas logró (de alguna forma más allá de su candidatura y por el reconocimiento personal que Alejandro tiene en muchos círculos del partido) que estuvieran juntos, por primera vez en un mismo mitin, Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard. El acto en sí no fue demasiado espectacular pero ese respaldo sí lo es. El problema es que a la hora de los discursos, las diferencias internas, que comenzaron con la posibilidad de la alianza en el estado y que en realidad trascienden hacia la candidatura del 2012, volvieron a hacerse presentes y, una vez más, destacaron los reproches mutuos y la distancia, insalvable, entre los grupos más duros del lopezobradorismo con la dirigencia nacional del partido que encabeza Jesús Zambrano. López Obrador ha tomado esta campaña como suya y habrá que ver hasta dónde los otros dirigentes del partido deciden acompañarlo.

Pero en el inicio de campaña del PAN las cosas se pudieron peor. Por alguna extraña razón, el equipo de Luis Felipe Bravo Mena no quiso comenzar a la medianoche del lunes como lo hizo Eruviel ni tampoco con una demostración de apoyo partidario, como lo hizo Encinas. En el PAN decidieron que no harían casi nada. Para comenzar hicieron un acto en la mañana en donde estuvo Santiago Creel (y en donde le sugirieron al senador que no hiciera uso de la palabra) con un inicio formal de campaña más tarde, en la zona mazahua. Ahí estuvo Josefina Vázquez Mota, que tiene peso sobre todo entre esos grupos indígenas, pero la que no llegó fue la dirección del partido. ¿Por qué? Porque el presidente del PAN, Gustavo Madero había convocado a reunión del Comité Ejecutivo esa tarde en las oficinas del partido en el DF y no le pareció oportuno cambiar la fecha de la reunión o, mejor aún, hacerla en torno al mitin de inicio de campaña de su candidato en el estado de México. Ningún dirigente nacional del PAN fue al mitin.

Pero incluso Vázquez Mota se tuvo que ir, porque los organizadores del acto llegaron con su candidato horas más tarde de lo convocado y al iniciar el mitin, la coordinadora de los diputados ya se había regresado a la ciudad de México, mientras que las mazahuas estaban hartas de esperar horas bajo el sol. El inicio de campaña de Bravo Mena estuvo algo más que desangelado.

Será difícil que perredistas o panistas puedan alcanzar a Eruviel, pero hacer o no una buena elección en el estado de México es decisivo, primero, para las campañas internas de los partidos (y así lo han entendido muy bien los aspirantes perredistas y lo han ignorado la mayoría de los panistas), y segundo, es una elección clave para posicionarse para el 2012. Y quizás en el PAN, sobre todo, tienen otras preocupaciones, pero la campaña del estado de México no parece estar en su ánimo y decidieron comenzar sin dirigente del partido, sin sus líderes nacionales y sin sus precandidatos presidenciales. Quizás creen que tienen 30 puntos de ventaja para conservar hasta el próximo 3 de julio.

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