El espacio del poder
Columna JFM

El espacio del poder

El PRI ya ha definido a sus coordinadores parlamentarios y ello también, ya lo veremos, definirá la forma en la cual estructurará su gabinete Peña Nieto. Muchos insisten en profundizar una ruptura en el PAN que, en realidad, más allá de diferencias y de la búsqueda de predominar en la inevitable restructuración de ese partido (en lo personal la palabra refundación me parece más adecuada), no creo que se produzca: en el PAN hay una corriente hegemónica, ligada de diferentes formas al calderonismo, que terminará llevando la transición partidaria. En el PRD, por el contrario, aunque en sus demandas para anular la elección se presentan como una fuerza homogénea, resulta evidente que allí se dará, no puede ser de otra manera, un choque de trenes entre el lopezobradorismo contra las principales fuerzas del partido, controlado por los Chuchos y personajes como Miguel Angel Mancera, Marcelo Ebrard o Graco Ramírez, que son quienes tienen o tendrán poder real. Y esa disputa se reflejará en la designación de sus coordinadores parlamentarios.

El PRI ya ha definido a sus coordinadores parlamentarios y ello también, ya lo veremos, definirá la forma en la cual estructurará su gabinete Peña Nieto. Muchos insisten en profundizar una ruptura en el PAN que, en realidad, más allá de diferencias y de la búsqueda de predominar en la inevitable restructuración de ese partido (en lo personal la palabra refundación me parece más adecuada), no creo que se produzca: en el PAN hay una corriente hegemónica, ligada de diferentes formas al calderonismo, que terminará llevando la transición partidaria. En el PRD, por el contrario, aunque en sus demandas para anular la elección se presentan como una fuerza homogénea, resulta evidente que allí se dará, no puede ser de otra manera, un choque de trenes entre el lopezobradorismo contra las principales fuerzas del partido, controlado por los Chuchos y  personajes como Miguel Angel Mancera, Marcelo Ebrard  o Graco Ramírez, que son quienes tienen o tendrán poder real. Y esa disputa se reflejará en la designación de sus coordinadores parlamentarios.

Y es que el resultado electoral, la inexistencia de mayorías legislativas, incluso aunque suene paradójico, la inconformidad de López Obrador, obligará a buscar acuerdos y le dará al congreso un protagonismo muy especial en los próximos años. En ese sentido, la designación que hará el PRI de Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones como sus coordinadores parlamentarios, parece ser muy acertada. En el congreso se requerirá generar mayorías, se necesita tener interlocución, dentro y fuera de sus propios partidos, y eso es lo que tienen Gamboa y Manlio. Tienen otra característica: son de una generación diferente a Peña Nieto y a su equipo. So, también es verdad, una referencia, una ancla respecto al pasado, pero también implican las relaciones, la experiencia, el conocimiento del poder que se adquiere con los años y que muchos de los integrantes del equipo de Peña Nieto no tienen. Pero también esas designaciones le permitirán al futuro presidente armar su gabinete con muchas menos presiones. Y de la misma forma que estamos viendo que Peña abre esos espacios a políticos de una generación anterior a la suya en el congreso, veremos cómo su gabinete estará formado por hombres y mujeres de su generación. Y descarte usted que sea un gabinete mexiquense. No lo será.

En el PAN habrá una coordinación, en ambas cámaras, calderonista. Luis Villareal, guanajuatense, con buena relación con Gustavo Madero, entre los diputados, y Ernesto Cordero en los senadores tendrán en control de las bancadas y, como lo dijo el propio Felipe Calderón en la reunión de Querétaro, será desde esas posiciones en el congreso desde donde tendrá que reconstruirse el partido blanquiazul. No está inventando el hilo negro: es lo que hizo el PRI después de su derrota en el 2000 y lo que hacen todos los partidos serios que pierden el poder en una democracia. La idea de ser una oposición responsable, un terreno que le abre el perredismo con la radicalización de López Obrador (como el propio López se lo abonó al PRI en el 2006), es la base sobre la que el PAN puede comenzar a trabajar en su transformación.

En el PRD, lo decíamos ayer, tendrían todo para construir una alternativa, una opción real de poder. El lopezobradorismo hará todo lo posible para que no lo sean: la posibilidad de trascender de López Obrador, de volver a ser candidato en el 2018, pasa por la polarización y por mantener como rehén de sus posiciones a su partido. Y de la misma forma en que el PRI y el PAN pasaron (salvo alguna sorpresa difícil de imaginar de última hora) sin demasiadas dificultades el proceso de designar a sus coordinadores parlamentarios, en el PRD será algo difícil, porque hay fuerzas muy enfrentadas y si bien, como reconoció el propio Jesús Zambrano, buscarán elegir coordinadores sin “rasparse” internamente, ello implicará que tendrán coordinaciones más débiles hacia dentro y hacia fuera, con bancadas más indisciplinadas. Si a eso le sumamos la autonomía y la alineación casi estricta con López Obrador de los legisladores del MC y del PT (que la gente termina identificando, aunque no lo sean, como del PRD), la conjunción no es la mejor. Los nombres que suenan como coordinadores demuestran la distancia existente: Aleida Alavez, Alejandro Sánchez, Miguel Alonso Raya y Julio César Moreno para la Cámara de Diputados. Para el Senado están Miguel Barbosa, Manuel Camacho Solís, Armando Ríos Piter, Dolores Padierna, Alejandra  Barrales y Alejandro Encinas. Cuando hay tantos y tan diferentes quiere decir que hay muy pocos.

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