Primero tragedia, después comedia
Columna JFM

Primero tragedia, después comedia

Dicen que la historia se repite pero que lo primero fue tragedia se repite como comedia. Algo así estamos observando en el panorama político nacional, exactamente seis años después de la calificación de las elecciones del 2006. Si entonces el que López Obrador decidiera desconocer al gobierno y declararlo ilegítimo, dejaba a la ciudadanía en una situación de incertidumbre y al futuro gobierno en una posición de debilidad, ahora tenemos, pese a las inocuas advertencias sobre un “estallido social”, a un presidente electo con el que se podrá o no estar de acuerdo, pero elegido por una amplia mayoría, en unos comicios complejos pero que estuvieron muy lejos del encono y la polarización de los de hace seis años.

Dicen que la historia se repite pero que lo primero fue tragedia se repite como comedia. Algo así estamos observando en el panorama político nacional, exactamente seis años después de la calificación de las elecciones del 2006. Si entonces el que López Obrador decidiera desconocer al gobierno y declararlo ilegítimo, dejaba a la ciudadanía en una situación de incertidumbre y al futuro gobierno en una posición de debilidad, ahora tenemos, pese a las inocuas advertencias sobre un “estallido social”, a un presidente electo con el que se podrá o no estar de acuerdo, pero elegido por una amplia mayoría, en unos comicios complejos pero que estuvieron muy lejos del encono y la polarización de los de hace seis años.

Si las advertencias del lopezobradorismo hace seis años provocaban temor, hoy generan incredulidad y en muchos burla. Si hace seis años los grupos de Andrés Manuel tenían secuestrada parte de la ciudad, hoy el gobierno capitalino anunció públicamente que rompía con los líderes del SME por haber instalado un plantón en el Zócalo. Los tiempos cambian y en el lopezobraodrismo tendrían que entender que si se quiere obtener resultados distintos no se puede hacer siempre lo mismo…por lo menos eso era lo que recomendaba Albert Einstein.

No se trata de caer en los clásicos estereotipos sexenales: cada cambio de sexenio visto casi como un nuevo comienzo, una página en blanco que se debe comenzar a escribir con la historia contemporánea de un país. Pero dando por descontado todo eso, con la declaratoria de presidente electo del Tribunal electoral el pasado viernes y con el sexto informe de gobierno del presidente Calderón el sábado, se cierra una etapa y se abre una nueva.

En los últimos días hubo señales interesantes. La calificación del proceso electoral por parte del Tribunal mostró una llamativa coincidencia de sus siete integrantes. El mensaje de Peña Nieto fue un llamado a los acuerdos y la convergencia. El presidente Calderón fue de los primeros en felicitar al mandatario electo y anunciar que hoy mismo, después del acto en Palacio Nacional, comenzará formalmente la transición. Nadie podría esperar más que la actitud de mezquindad y rechazo de López Obrador. Pero incluso los oradores del movimiento progresista al día siguiente de la calificación, en el congreso, con motivo de la entrega del sexto informe, le dijeron al priismo hasta de qué se iba a morir, pero tuvieron mucho cuidado en no personalizar esos agravios (ni Monreal ni Silvano Aureoles nombraron a Peña Nieto) y la actitud de declarar ilegítimo al gobierno tuvo menor eco que nunca antes (ya que no hay reelección ¿declararán a Ricardo Monreal presidente “legítimo” el 9 de septiembre?). Si en el pasado las acciones del lopezobradorismo (bombas molotov en las oficinas de Aan Lázaro, puertas amarradas con candados, golpeadores dispuestos a impedir que se accediera al salón de sesiones) hacían temer que Felipe Calderón no pudiera rendir protesta, el sábado lo que vimos fueron una deslucidas pancartas de un puñado de incondicionales que ya no son siquiera sorpresa.

Pudimos ver un posicionamiento del PAN que permitirá acuerdos (¿no tendría que haber hecho la posición del PAN, Alonso Lujambio, un hombre que debería representar todo lo que el panismo debería proponer para el futuro: esfuerzo, lucha, ambición y desafío frente a todo tipo de contrariedades?¿no hubiera sido, además, uno de esos gestos políticos que se quedan para la historia legislativa?); una sorpresiva aparición en la tribuna de una diputada muy joven, de 31 años, Adriana Hernández, del distrito de La Piedad en Michoacán, que leyó un posicionamiento concertador y abierto a los acuerdos de una nueva generación del priismo (ese era el mensaje que se quería enviar).

Y finalmente, el que por fin, como parte de la minireforma política aprobada en la pasada legislatura, el que el presidente Calderón haya podido enviar al congreso sus dos iniciativas preferentes, que se deberán abordar en este mismo periodo de sesiones: una para transparentar las finanzas estatales y una serie de iniciativas laborales que se quedaron en la congeladora en el pasado. Unos días atrás se daba a conocer que la plataforma Bicentenario había descubierto un yacimiento que podría dar hasta 10 mil millones de barriles de crudo liviano, en el Golfo de México, muy cerca de la costa de Tamaulipas. Un descubrimiento que confirma la eficacia de los mecanismos mixtos de exploración y que por sí mismo justifica la urgencia de establecer una reforma energética mucho más profunda que la pasada.

Quizás sólo son casualidades o señales engañosas, pero creo que ellas pueden ser una puerta para tener un relativo optimismo sobre el camino a transitar en el futuro. Un camino que se deberá recorrer con muchos y amplios apoyos para llegar a las metas deseadas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *