Que haya podido salir, aunque sea con enmiendas y limitaciones la reforma a la ley general del trabajo es una buena noticia, pero lo es más que se haya encontrado un método adecuado para poder encontrar, construyendo mayorías parlamentarias más o menos estables, el camino para poder avanzar en las innumerables reformas que están pendientes desde hace ya años.
Que haya podido salir, aunque sea con enmiendas y limitaciones la reforma a la ley general del trabajo es una buena noticia, pero lo es más que se haya encontrado un método adecuado para poder encontrar, construyendo mayorías parlamentarias más o menos estables, el camino para poder avanzar en las innumerables reformas que están pendientes desde hace ya años.
La mala noticia es que en la izquierda no aprenden: su capacidad de dilapidar capital político, de generar una y otra vez la más absurda de las provocaciones, de contestar cada vez que algo no les gusta con una toma de tribuna o un bloqueo, refleja falta de ideas y propuestas y parece ser parte de la genética de buena parte de esa izquierda. Que Silvano Aureoles diga que no comparte lo que hicieron una treintena de sus legisladores sólo sirve para comprobar que el coordinador de los diputados perredistas no controla en absoluto a su bancada. No una diferenciación ideológica.
Es una cuestión de genética política porque a esta altura hace ya 24 años que el perredismo, y sus aliados, vienen haciendo lo mismo. Comenzó desde la calificación de las elecciones de Carlos Salinas y continúan con el mismo show hasta el día de hoy. ¿Nadie les dice que han caído en el ridículo y en la irritación de la gente que dicen defender?¿No les parece que haber actuado exactamente igual, con las mismas consignas, con la misma violencia, con los mismo métodos contra Salinas, contra Zedillo, contra Fox y contra Calderón (y ahora contra Peña) dice que evidentemente son ellos los que están mal?¿no se han enterado que en un cuarto de siglo el país, la gente, la coyuntura han cambiado?¿cómo pueden esperar que actuando siempre igual vayan a obtener algún resultado diferente?. Lo cierto es que en 1991 y 94 perdieron el capital político que habían acumulado en el 88; en el 2000 el que habían acumulado en el 97; en el 2003 les volvió a ir fatal; en 2006 estuvieron a punto de ganar la elección y la radicalización los derrumbó en el 2009. Y ahora han hecho una buena elección, pero han decidido seguir el mismo camino de la deslegitimación de sus propias alternativas. Lo veremos en las elecciones locales del año próximo.
Que sigan tomando tribunas, agrediendo, lanzando discursos llenos de insultos, que continúen bloqueando calles, metiendo ocultos en las cajuelas de los carros de sus diputados a manifestantes (como hicieron con el delincuente Julio César Godoy Toscano, violando, antes y ahora la propia legalidad de la institución que dicen representar), es una magnífica noticia para los demás partidos. Ya el PRI sabe que para legislar debe llegar a acuerdos con el PAN, con el Verde y con Nueva Alianza. El PRD (y ya no hablemos de sus aliados del PT y Movimiento Ciudadano), seguirán cocinándose en su propia salsa, con militantes de “izquierda” de toda la vida como Manuel Bartlett, Ricardo Monreal y Alfonso Durazo, durísimos antipriistas, que enseñan el camino de una vida sin requiebros y plena de coherencia política e ideológica.
La metáfora política de Martí Batres, el más activo integrante de Morena en el PRD, que le disputa a Aureoles la coordinación real de la bancada perredista, es extraordinaria en ese sentido. Martí, en pleno debate de la reforma electoral quiso entrar apresuradamente al salón de sesiones…sin ver que había una enorme puerta de cristal. Se la llevó por delante, la hizo añicos, se lastimó una mano y la cabeza, afortunadamente los golpes no pasaron a mayores. Argumentó que no pudo ver la puerta porque estaba demasiado transparente. Así están el propio Martí y su partido, llevándose por delante las puertas de cristal, destrozándolas para no llegar a ningún lado. Qué forma de dilapidar posibilidades políticas.
Apuntes sobre la reforma. Soy partidario del voto secreto y directo en los sindicatos, pero que cada gremio decida cómo elegirá a sus dirigentes no me parece mal. La forma de trabajar de los sindicatos no se modificará desde fuera. Segundo. no está en San Lázaro sólo para esperar la transición. La forma en que Jesús Murillo Karam sacó adelante la sesión del viernes, demuestra que hay fondo, en uno de los políticos más sólidos que tiene el priismo.
Los Tigres y el Puma
El sábado estuve en el Auditorio Nacional en el concierto de Los Tigres del Norte. Las más de tres horas que estuvieron tocando y la forma en que se relacionan y los recibe la gente, explican, mejor que cualquier estudio el peso y la trascendencia que tienen en la música popular. Pero lo que me encantó fue ver al rector José Narro Robles en el escenario, feliz y recibido con una ovación, entregarles sus discos de platino. Era el rector, son los Tigres y no nos engañemos, es la Universidad que tiene el cariño de la gente. Una idea quedó flotando. Si Peña quiere un buen secretario de educación pública, podría tener en el rector Narro una opción fantástica. Son, claro, elucubraciones de tigres y pumas.