Migrantes: ni en el norte ni en el sur
Columna JFM

Migrantes: ni en el norte ni en el sur

Se estima que la patrulla fronteriza ha matado a 34 mexicanos en los últimos doce años, dentro de territorio mexicano, en casi todos los casos disparando desde el otro lado de la frontera contra jóvenes que se supone, los agreden con piedras. Apenas la semana pasada un joven fue asesinado de ochos disparos por la espalda en un nuevo incidente cerca de Nogales.

Se estima que la patrulla fronteriza ha matado a 34 mexicanos en los últimos doce años, dentro de territorio mexicano, en casi todos los casos disparando desde el otro lado de la frontera contra jóvenes que se supone, los agreden con piedras. Apenas la semana pasada un joven fue asesinado de ochos disparos por la espalda en un nuevo incidente cerca de Nogales.

Es difícil entender porqué las autoridades mexicanas no solicitan, por lo menos, la extradición de los responsables de esas muertes, para que sean juzgados en nuestro país. Ello no ha ocurrido ni en un solo caso. Tampoco hemos tenido noticias sobre lo sucedido en torno al operativo Rápido y Furioso. Seguramente las autoridades mexicanas deben tener conocimiento de lo ocurrido, pero, aunque se haya tratado de una operación de inteligencia (que demostró todo menos inteligencia en su implementación), me imagino que la introducción de armas de alto poder (unas dos mil para ser más precisos) en forma ilegal en México, sin informar de ello al propio gobierno mexicano, es un delito, por el cual, ciertamente nadie ha sido procesado o juzgado en nuestro país.

Hace unos días murió en una cárcel de Miami, Rubén Zuno, cuñado del ex presidente Luis Echeverría y acusado de participar en el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena. Pasó 23 años en la cárcel por ese delito que nunca le pudo ser plenamente demostrado: fue acusado a través de testigos protegidos que, tiempo después, simplemente cambiaron o no ratificaron sus declaraciones. Pero la justicia estadounidense fue inflexible: había sido condenado a cadena perpetua, aunque no existieran pruebas contundentes de haber participado en esos hechos y aunque el propio Zuno se había presentado voluntariamente ante una Corte federal que llevaba el caso, y murió enfermo de cáncer en una reclusorio de Miami.

Lo ocurrido con Zuno fue injusto. Incluso para un hombre que, según la información con la que contamos, sí tenía algún tipo de relación (como muchos en esa época en Guadalajara) con personajes como Miguel Angel Félix Gallardo y sus socios, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca. Pero cuando se trata de presuntos delincuentes mexicanos que han cometido delitos contra estadounidenses, la aplicación de la ley ha sido inflexible y la deportación a ese país funciona sin excusas. Y probablemente está muy bien que así sea, el problema es que en sentido contrario no suele ocurrir lo mismo: cuando agentes de la Border Patrol o de otras dependencias cometen delitos (y matar a una persona por la espalda de ocho balazos sin duda lo es, auque el que dispare sea un agente de seguridad), sencillamente no pasa nada.

¿Por qué no exigimos con firmeza la aplicación de la ley en esos casos?. Quizás sea por una suerte de aplicación de la real politik, pareciera que nunca es un buen momento para hacerlo. Quizás se trata de una forma de vergüenza por como actuamos en frontera sur. Hay miles de migrantes centroamericanos de los que no se sabe su destino, en muchas ocasiones nuestras propias autoridades actúan con violencia y en forma ilegal contra ellos y tampoco pasa nada.

Estos deberían ser temas prioritarios en nuestra agenda: tanto el de los migrantes del norte como los del sur. Pero los tomamos con inaudita ligereza. Y no sólo en el ámbito federal, también en el legislativo: que la velocista Ana Gabriela Guevara sea la presidenta de la comisión de migración del senado de la república, por una imposición, aceptada por los otros partidos, del llamado bloque progresista que integran el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano, es un agravio para los migrantes y una falta de seriedad del senado. Estamos hablando de una deportista notable pero que no tiene el más mínimo antecedente de un trabajo legislativo serio, mucho menos en el terreno de la migración, que con el fuero logró aplazar por seis años un proceso en su contra por defraudación fiscal y que, el día de su toma de protesta como senadora, se presentó a cumplir con ese requisito…en la cámara de diputados. Y recordemos que en el ámbito legislativo es el senado el responsable de supervisar la política exterior. ¿Usted cree que con esas designaciones, al norte y al sur nos tomarán en serio?. Y una pregunta más: ¿no tiene nuestra izquierda personajes mucho más preparados para ese tipo de encomiendas?.

Un comunicador para el Senado

Carlos Olmos ha sido durante demasiado tiempo quizás el mejor comunicador oficial que ha tenido la administración federal. Ahora llega a una nueva responsabilidad en la que ha sido apuntalado, por méritos propios, por los tres principales partidos políticos del país, el PRI, el PAN y el PRD. Carlos comenzó esta semana como nuevo responsable de la comunicación social del Senado de la república. Como siempre lo hará en forma excelente.

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