Lavado de dinero: elefantes y hormigas
Columna JFM

Lavado de dinero: elefantes y hormigas

Hace algunas semanas decíamos que uno de los problemas de la muy recientemente aprobada ley de lavado de dinero era que apuntaba desde muy de cerca a las hormigas, pero se olvidaba de los elefantes. La ley está muy atenta a las actividades de los que operan en actividades minoristas con mucho o poco efectivo pero deja con demasiada libertad, sin controles o con pocos, a los grandes operadores del sistema financiero.

Hace algunas semanas decíamos que uno de los problemas de la muy recientemente aprobada ley de lavado de dinero era que apuntaba desde muy de cerca a las hormigas, pero se olvidaba de los elefantes. La ley está muy atenta a las actividades de los que operan en actividades minoristas con mucho o poco efectivo pero deja con demasiada libertad, sin controles o con pocos, a los grandes operadores del sistema financiero.

Hace ya muchos años, Barry Mac Caffrey, que era entonces el zar antidrogas de Bill Clinton en la Casa Blanca, me decía que, según sus propias estimaciones, 90 centavos de cada dólar de las utilidades provenientes del crimen organizado se lavaban en el sistema financiero de los propios Estados Unidos. Muchos especialistas han dicho que aunque parezcan cifras escandolasamente altas (la más conservadora de las cifras hablan de unos 60 mil millones de dólares) en realidad se diluyen en un mercado financiero de billones de dólares, que se mueven en forma incesante y cotidiana. Lo cierto es que en forma cotidiana se dan a conocer operaciones millonarias de lavado de dinero, que involucran a grandes instituciones financieras, pero se suelen solventar con el pago de una multa y ya.

En esta semana, HSBC fue multada con mil 900 millones de dólares por encubrir operaciones multimillonarias de lavado de dinero proveniente sobre todo de los cárteles del Norte del Valle de Colombia y de sus socios del cártel de Sinaloa, que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán.

Mientras con la nueva ley de lavado de dinero se castiga como delincuentes a los notarios, a las tiendas de joyería o de ropa, a quienes realicen operaciones en efectivo mayores a ciertos montos (todos lejos de ser movimientos millonarios) que no respeten escrupulosamente la ley, en instituciones bancarias de Sinaloa (y de otros puntos del país) se recibían en uno de los bancos más importantes del mundo, cajas con millones de dólares para ser depositadas en distintas cuentas de testaferros de esa organización criminal. No es un caso único, ayer mismo se informaba que JP Morgan, también está acusada de haber participado en operaciones de lavado de dinero relacionada con el cártel de los Zetas, en particular de Miguel Angel Treviño, el llamado Z 40.

Pero tampoco es el primer caso en el cual se detectan ese tipo de operaciones: en el pasado muchas otras, desde American Express Bank hasta el Bank of America, incluyendo muchas instituciones financieras y cambiarias sobre todo en California, han participado de ese negocio.

¿Cuánto vale ese negocio?. Nadie lo sabe con exactitud. Hace un par de años, el departamento del Tesoro, junto con la secretaría de Hacienda, hicieron un estudio para medir la magnitud de esas operaciones. Llegaron a una conclusión un poco desconcertante. Dijeron que la delincuencia organizada obtiene ganancias en México de entre 19 mil y 29 mil millones de dólares. Sin duda es mucho dinero, pero cuando alguien tiene un margen de error de diez mil millones de dólares en realidad no tiene idea de cuánto dinero estamos hablando.

También apenas ayer se dijo que desde el propio departamento del Tesoro, se incluyeron en las listas de empresas consideradas ligadas con el narcotráfico, a algunas de Juan José El Azul Esparragoza, en particular algunas gasolineras y una inmobiliaria, asegurando que inicia con ello “un férreo cerco” contra este narcotraficante, el más longevo del país, presente desde por lo menos mediados de los 80, en los primeros planos de la delincuencia organizada. ¿Usted cree que colocando en esa lista tres gasolineras y una inmobiliaria se crea un “férreo cerco” en contra del Azul Esparragoza?.

El tema debe, necesariamente, revisarse. Ocurre algo similar a lo que sucede con los impuestos. Debe actuarse en torno al lavado de dinero en torno a los grandes inversionistas y operadores de ese negocio, en lugar de poner la mira en los pequeños y potenciales operadores. Se suele olvidar un dato, que el último Buen Fin volvió a sacar a flote: el 80 por ciento de las transacciones que se realizan cotidianamente en el país se efectúan en efectivo. Cerrar la pinza sobre los pequeños y medianos contribuyentes u operadores, con medidas penales que son incluso mucho más drásticas que en los propios Estados Unidos, mientras se deja la puerta abierta para los grandes, no creo que sea la medicina más conveniente.

Volando a ninguna parte

El terrible descontrol que existe en la aviación civil se pone una vez más de manifiesto con el accidente donde falleció la cantante Jenny Rivera. Ha pasado casi una semana y no terminamos de saber siquiera si los pilotos tenían o no la licencia adecuada, si el avión estaba o no en condiciones de volar. Si fuera un accidente aislado quizás no sería tan grave, pero la aviación civil ha tenido un crecimiento geométrico que está lejos de ser alcanzado por el control y las regulaciones de las autoridades.

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