Sicilia y el derecho a las armas
Columna JFM

Sicilia y el derecho a las armas

Se han creado grupos de autodefensa armados en 37 municipios del país: 19 en Guerrero, cinco en Michoacán, cuatro en el estado de México, uno en Morelos, dos en Campeche, once en Chiapas, uno en Jalisco, uno en Chiapas y cinco en Veracruz. En las últimas horas se habla de que se ha creado otro en Yucatán. Lo que llama la atención es que ninguno de esos 37 municipios está catalogado como de los más inseguros del país y tampoco están contemplados dentro de los cien municipios prioritarios del programa nacional para la prevención social de la violencia y la delincuencia. La información es de Gladys López, directora de la revista Alcaldes de México.

Se han creado grupos de autodefensa armados en 37 municipios del país: 19 en Guerrero, cinco en Michoacán, cuatro en el estado de México, uno en Morelos, dos en Campeche, once en Chiapas, uno en Jalisco, uno en Oaxaca y cinco en Veracruz. En las últimas horas se habla de que se ha creado otro en Yucatán. Lo que llama la atención es que ninguno de esos 37 municipios está catalogado como de los más inseguros del país y tampoco están contemplados dentro de los cien municipios prioritarios del programa nacional para la prevención social de la violencia y la delincuencia. La información es de Gladys López, directora de la revista Alcaldes de México.

No dudo que en la mayoría de esos municipios y particularmente en muchos de sus poblados más alejados la situación de seguridad y la falta de presencia de las autoridades puede y debe provocar situaciones límites en sus comunidades. Pero tampoco nos engañemos: la mayoría de estos grupos de autodefensa armados no surgen espontáneamente, como tampoco les llegan espontáneamente las armas, los mandos y en ocasiones hasta los uniformes que utilizan. En realidad, la mayoría de los que han surgido en Michoacán, según las autoridades federales, son impulsados por grupos criminales, en particular por el cártel de Jalisco Nueva Generación, más conocidos también como los matazetas, aunque también los hay políticos como el de Tepalcatepec, donde participa la ex senadora del PAN Xochitl Díaz; los de Guerrero, los impulsan grupos cercanos al ERPI; los de Chiapas, son del EPR, los de Venustiano Carranza, y del EZLN en su tradicional zona de influencia.

En la sesión en la que fue ratificado como secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido García, decía que no es posible reglamentar la existencia de estos grupos. Y lo mismo ha dicho el procurador general de la república, Jesús Murillo Karam y el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón. No es posible reglamentar algo que por definición funciona fuera de la ley y que además constituye una invitación a violarla en forma cotidiana. Eso no exime al Estado, en sus tres niveles de gobierno, de garantizar la seguridad a las comunidades pero es precisamente la existencia de esos grupos un elemento más que la vulnera. Lo que no deja de llamar la atención es que los gobernadores de dos de los estados más afectados, Michoacán y Guerrero, Fausto Vallejo y Angel Aguirre Rivero, estén insistiendo en que reglamentaran la existencia de estos grupos cuando la Federación ha sido tan explícita en que ello no se puede permitir y cuando el propio pleno de la cámara de diputados aprobó un punto de acuerdo condenando la existencia de estos grupos.

Que la formación de estos grupos responde a intereses políticos lo puso de manifiesto el inefable Javier Sicilia quien en Cuernavaca llamó al gobierno a que los respete y respalde en lugar de desarmarlos, argumentando que de otra forma dejará a la población a merced de grupos criminales y diciendo algo que han repetido hasta la saciedad los señores y señoras de la Asociación Nacional del Rifle en Estados Unidos: que la Constitución nos otorga el derecho a portar armas en legítima defensa. El señor Sicilia tendría que leer la Constitución para comprender que la misma no nos otorga ese derecho, que le da al Estado el monopolio de la violencia y que existen normas muy estrictas que especifican que sólo se pueden portar ciertas armas con el permiso correspondiente de la secretaría de la Defensa.

Lo cierto es que el tema debe ser atacado ahora, antes de que siga creciendo porque sino será imposible controlarlo (o se lo deberá hacer con un alto costo) en el futuro.

El embajador Bremer

Juan José Bremer es uno de los mejores diplomáticos de la historia reciente de México. Se ha desempeñado en forma notable en Washington, en Londres, en Berlín, entre muchos otros destinos. Ahora que es propuesto para La Habana, sale un grupo de legisladores de la comisión de relaciones exteriores de la cámara de diputados a impugnarlo porque no se peleó con un ex alcalde de Londres que criticó a México o porque en una mudanza de la embajada alguien se olvidó una bandera. Bremer ha representado mejor a México a lo largo de su vida que todos los integrantes de esa comisión legislativa juntos. No se vale ensuciar una carrera de toda la vida con estupideces.

El Santo Oficio

José Luis Martínez publica desde hace años su columna El Santo Oficio en Milenio, una crónica de la cultura, la política, el periodismo, el espectáculo, la sociedad y la vida con una visión aguda y nunca condescendiente. El Santo Oficio acaba de ser publicado en libro. Es un placer verlos reunidos y poder disfrutarlos.

PD: nos tomaremos estos días de Semana santa y Pascua para un descanso no sabemos si merecido pero sí necesario. Nos leemos en este espacio el lunes 8 de abril. Páselo bien.

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