Las entretelas de un atentado
Columna JFM

Las entretelas de un atentado

Ricardo Monreal Avila era un joven y aguerrido legislador priista políticamente cobijado por todo un personaje legislativo, José Luis Lamadrid, pero desde el inicio de la administración Zedillo sus cartas, pese a que había sido muy disciplinado con las líneas del presidente no iban precisamente al alza. Quería ser candidato a gobernador en Zacatecas en un ambiente de confrontación priista en ese estado. En enero de 1998, en plena sucesión en ese estado, un personaje de muy alta posición en la administración federal me hizo llegar un amplio expediente sobre Ricardo Monreal.

Ricardo Monreal Avila era un joven y aguerrido legislador priista políticamente cobijado por todo un personaje legislativo, José Luis Lamadrid, pero desde el inicio de la administración Zedillo sus cartas, pese a que había sido muy disciplinado con las líneas del presidente no iban precisamente al alza. Quería ser candidato a gobernador en Zacatecas en un ambiente de confrontación priista en ese estado. En enero de 1998, en plena sucesión en ese estado, un personaje de muy alta posición en la administración federal me hizo llegar un amplio expediente sobre Ricardo Monreal. Una serie de documentos oficiales, que en ese momento dimos a conocer, señalaban relaciones de Ricardo, de su familia y de su familia política, pero sobre todo de dos de sus hermanos, uno de ellos el ahora senador David, con el narcotráfico, que comenzaba a florecer en Zacatecas. La información fue ampliamente divulgada y desde el gobierno federal se anunció el inicio de una averiguación contra Ricardo. Este renunció al PRI (inició en realidad la moda de renunciar a ese partido para hacerse candidato de otro, en particular del PRD), fue candidato por la izquierda en Zacatecas y ganó la gubernatura. El gobierno federal nunca realizó acción legal alguna contra Monreal y las denuncias y documentos, así lo dijimos en ese momento, debieron considerarse, ciertos o no, como un mero ejercicio político-publicitario.

Pero los años de Ricardo en el gobierno fueron también los de un crecimiento geométrico del narcotráfico en su entidad, un crecimiento que se agudizó en los años posteriores, sobre todo con la irrupción de los Zetas. A eso se sumó un durísimo conflicto político: Monreal quería que su sucesor fuera su hermano David, pero a éste sólo le alcanzó para la alcaldía de Fresnillo. Amalia García, que había sido desplazada en el 98 para darle la candidatura a Monreal, se convirtió en la aspirante perredista y desde entonces las relaciones entre la que fuera también presidenta nacional del partido y Monreal se deterioraron de forma absoluta. El acoso del narcotráfico contra la administración de Amalia fue proporcional a la incapacidad demostrada para combatirlo. Hubo de todo, desde secuestros, asesinatos, extorsiones hasta fugas masivas de presos. Incluso hubo agresiones físicas incalificables contra la entonces gobernadora. Pero también el hallazgo de 14.5 toneladas de marihuana en un rancho propiedad de David y Candido Monreal, hermanos del ex gobernador. Una vez más se habló de investigaciones, del inicio de averiguaciones previas pero no pasó nada, se dijo que el depósito había sido rentado y el caso murió en los medios y en la justicia. Los Monreal no fueron con el PRD en la elección para gobernador y eso le abrió la puerta a Miguel Alonso Raya. Su historia también estaba ligada a Monreal. En 1998 junto a Ricardo renunció al PRI y se incorporó al PRD, fue su secretario particular al asumir la gubernatura, y en el 2001, fue candidato del PRD a presidente municipal de la capital del estado, y ganó la elección. En el 2004 Amalia García lo nombró Secretario de Turismo del estado, pero renunció al cargo en 2007 para ser candidato y electo diputado local. En el 2009 renunció a la militancia en el PRD y se declaró diputado independiente, y en junio se reincorporó al PRI, fue postulado candidato de ese partido a la gubernatura y ganó la elección en el 2010. Nada mal para un político de apenas 42 años.

En el 2011 es secuestrado y desaparece Juan Carlos Guardado, ex alcalde de Fresnillo y cercanísimo colaborador de David y Ricardo Monreal. El ex alcalde era hermano de un conocido empresario local, Arturo Guardado, ahora investigado y acusado de ser el autor intelectual del intento de atentado contra los hermanos Monreal, a quienes aparentemente acusaba de no haber hecho lo suficiente para lograr la aparición con vida de su hermano, pese a que incluso se había pagado un rescate. El hecho cierto es que según autoridades federales y militares, el ex alcalde fue secuestrado y asesinado por los Zetas, cuando se trasladaba con su chofer de Zacatecas a Mazatlán y pese a que hay incluso detenidos por el caso, nunca hubo una explicación sobre el tema. Sólo se habló de lucha entre los Zetas y el cártel del Pacífico pero sin esclarecer la participación del ex alcalde en esa trama.

La historia como se ve, dista de ser lineal y las preguntas son inevitables: la primera es obvia ¿por qué se intentaba atentar contra los hermanos Monreal y sobre todo contra David?. A la versión de que es una venganza de antiguos aliados políticos le falta algo (o mucho) para ser verosímil. Lo segundo es qué estaban investigando los organismos de inteligencia cuando se toparon con el intento de atentado a los Monreal, porque nadie le quita mérito al descubrimiento de ese complot pero todo indica que lo que se investigaba era otra cosa y en el camino se cruzó esa información. Quien sabe si habrá respuestas.

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