Las carreteras de nadie, la huelga de AMLO
Columna JFM

Las carreteras de nadie, la huelga de AMLO

Siete personas mueren por un desgajamiento anunciado de un cerro en la carretera México-Querétaro; 16 mueren al desbarrancarse un autobús que no estaba en condiciones en Real del Monte, en Hidalgo; en Ecatepec, hace poco más de una semana, una pipa de gas se desprende del doble remolque en plena carretera y se estrella contra un grupo de casas, hasta ahora van 27 muertos. Cincuenta muertos en tres accidentes en carreteras en unos pocos días, desgraciadamente no son una triste coincidencia, son la demostración de algo que se vive todos los días: el abandono en términos de seguridad y control de nuestro sistema carretero; la impunidad con la que se mueven buena parte del transporte de carga y de pasajeros, donde las normas oficiales sencillamente no se cumplen ni respetan; la inseguridad que sufren, día con día quienes deben transitar por nuestras carreteras, sean de cuota o federales, víctimas de delincuentes, manifestantes o de las simples imprevisiones.

Siete personas mueren por un desgajamiento anunciado de un cerro en la carretera México-Querétaro; 16 mueren al desbarrancarse un autobús que no estaba en condiciones en Real del Monte, en Hidalgo; en Ecatepec, hace poco más de una semana, una pipa de gas se desprende del doble remolque en plena carretera y se estrella contra un grupo de casas, hasta ahora van 27 muertos. Cincuenta muertos en tres accidentes en carreteras en unos pocos días, desgraciadamente no son una triste coincidencia, son la demostración de algo que se vive todos los días: el abandono en términos de seguridad y control de nuestro sistema carretero; la impunidad con la que se mueven buena parte del transporte de carga y de pasajeros, donde las normas oficiales sencillamente no se cumplen ni respetan; la inseguridad que sufren, día con día quienes deben transitar por nuestras carreteras, sean de cuota o federales, víctimas de delincuentes, manifestantes o de las simples imprevisiones.

Nunca alguien es responsable. En el alud de Tepeji del Río la culpable fue la lluvia que cayó esa tarde. Capufe había sido advertida horas antes por un usuario de que el cerro estaba a punto de desgajarse. Según las autoridades sí revisaron la zona, pero el alud se dio a cinco kilómetros del aviso. Pero ¿no estaba toda la zona amenazada por las propias tormentas?¿no hemos visto caídas de tierra y piedras, significativas y que han causado innumerables accidentes, en esa y en muchas otras carreteras (en la México-Acapulco son casi cotidianos)?¿No habría que tomar medidas de previsión reales y de fondo?. Por lo pronto, nadie es responsable de lo sucedido.

En la caída del autobús en Real del Monte se acepta que el camión de pasajeros era viejo y no estaba en condiciones idóneas, que el chofer actuó con irresponsabilidad al tomar una curva y que la vieja máquina y la impericia del conductor causaron el accidente. Algo similar ocurre en Ecatepec: el conductor de la pipa, se dice, actuó con irresponsabilidad o inexperiencia, iba a exceso de velocidad y eso provocó que no pudiera controlar la doble carga. Por lo pronto, estará en prisión seis meses mientras se investiga lo sucedido. La preguntas son obvias ¿quién es responsable de que haya conductores irresponsables o inexpertos, pero también cansados después de cumplir jornadas que sobrepasan la legalidad y el sentido común?¿quién es responsable de que circulen autobuses que no están en condiciones?¿quién de que las normas en el transporte no se cumplan?. Los conductores terminarán tras las rejas, está bien. ¿Nadie más compartirá su suerte?

Pero cómo exigirles a todos ellos que respeten la legalidad cuando las propias autoridades no lo hacen. Olvidemos por un momento que el control de las carreteras está abandonado desde hace mucho tiempo. Un grupo de normalistas de Michoacán, mantuvieron durante semanas secuestrados 62 camiones de carga, autobuses, pipas y hasta patrullas. Secuestraron a los trailers con la carga, que se robaron; a los autobuses con los pasajeros a bordo, a los que en muchas casos despojaron de sus equipajes. Y no pasó nada: luego de una negociación política en la que les concedieron todo lo que pedían, simplemente regresaron esos transportes y no hubo un solo responsable, nadie procesado, nadie se hizo cargo de los costos que debieron absorber las víctimas. ¿Cómo pedirles a unos que respeten la ley si otros pueden violarla alegremente?

Y no hablemos de los asaltos, cotidianos, constantes, de carga y de pasajeros, sobre todo en la periferia de la ciudad de México. Tanto se han vuelto un paisaje normal, que los ladrones (muchas veces en acuerdo con los conductores) en ocasiones ya no “roban”: se suben al autobús y piden una “contribución voluntaria” para que “no se vean obligados” a asaltarlos. Y una vez más no pasa nada. La norma es la impunidad.

¿Huelga en Aeroméxico?

El sindicato de sobrecargos de Aeroméxico está dispuesto a ir a huelga el próximo primero de junio. Reclaman mejores prestaciones y salarios. Hoy tienen más trabajo y el crecimiento de la aerolínea, después de la quiebra de Mexicana, los obliga a hacerlo en condiciones más difíciles. Son en su enorme mayoría muy cordiales y eficientes, de lo mejor en una aerolínea que ha bajado sus estándares de eficiencia ante una competencia con menores costos y cargas laborales. Pero ir a la huelga puede ser una aventura sin retorno. No los apoyan ni los pilotos ni el personal de tierra, tampoco todos los y las sobrecargos. Una aventura que tiene patrocinadores: la senadora Alejandra Barrales, ex líder de ese sindicato, el abogado Arturo Alcalde, esposo de Berta Luján, ex contralora del DF, y padres ambos de la joven Luisa María Alcalde, dirigente de las juventudes de Morena y del 132, entre otros operadores que están jugando el futuro apostando a sus cartas políticas.

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