Violencia profunda, tejido social roto
Columna JFM

Violencia profunda, tejido social roto

Estos días han sido negros en términos de seguridad, tanto la relacionada con lo eminentemente electoral como esa que sufrimos cotidianamente. En el fin de semana, una candidata a diputada local por el PRI fue atacada en Oaxaca, murieron su esposo y su sobrina. El esposo era un hombre que había sido acusado, e incluso por eso estuvo detenido cuatro años, de haber asesinado a otro candidato en el pasado. Un día antes había aparecido muerto un dirigente estatal del PRD. Dicen en Oaxaca que podrían ser sendas venganzas.

Para mi amigo (y suegro) Guido Belsasso, que ha librado otras peores que ésta

Estos días han sido negros en términos de seguridad, tanto la relacionada con lo eminentemente electoral como esa que sufrimos cotidianamente. En el fin de semana, una candidata a diputada local por el PRI fue atacada en Oaxaca, murieron su esposo y su sobrina. El esposo era un hombre que había sido acusado, e incluso por eso estuvo detenido cuatro años, de haber asesinado a otro candidato en el pasado. Un día antes había aparecido muerto un dirigente estatal del PRD. Dicen en Oaxaca que podrían ser sendas venganzas. En Durango, otro candidato, éste de Movimiento Ciudadano, también fue secuestrado y asesinado. En la fiscalía local dicen que fue un tema personal, no político. Pero no son los únicos, de una u otra forma relacionados con la política, ha habido hechos violentos en varios estados, entre ellos Sinaloa, Quintana Roo, Coahuila, Sonora, Veracruz. Allí incluso se dio la denuncia de un supuesto secuestro de un candidato que en realidad estaba en su casa.

Quizás lo más preocupante de los últimos días haya sido el asesinato, la madrugada de ayer, de Samuel Malpica Uribe, ex rector de la Universidad de Puebla a fines de los 80, quien había sido destituido de su cargo en 1989 por el grupo político al que pertenece el ahora candidato del PRI a la alcaldía Enrique Agüera. Malpica había denunciado el mes pasado a Agüera por una red de corrupción en la Universidad y había anunciado que hoy iniciaría una huelga de hambre. Malpica que en el 2007 había sido candidato a alcalde por el PRD-PT, fue asesinado de dos disparos en el pecho frente a su casa. La alcaldía poblana es una de las posiciones más disputadas este domingo y el candidato opositor a Agüera, Tony Galli parece llevar una ventaja importante.

Pero más allá de la violencia conectada en forma directa o indirecta con las elecciones, hay otra violencia más relacionada con lo que podríamos denominar la fractura social, la ruptura de un tejido que permite que surjan, involucradas con las delincuencia organizada o no, algunas de las peores lacras que oculta nuestra sociedad. Em Cuernavaca se da un hecho tan escandaloso como extraño: un kinder recibe llamadas de extorsión diciéndoles que si no les pagan un millón de pesos atacarían la guardería infantil. Según la versión oficial, los maestros, presas del temor, se llevaron diez niños en varios taxis a un hotel, pero nunca avisaron a las autoridades, que fueron advertidas por los padres sobre un posible secuestro. Finalmente los niños fueron localiazados y regresaron con sus padres, aunque se está investigando la actuación de los maestros. Pero ¿cuál es el deterioro que se tiene que vivir para que una guardería sea amenazada, para que los maestros entren en pánico, para que la policía no sea advertida de lo que está sucediendo?.

En Jalisco, un joven de 15 años se burló de un compañero de escuela, que resultó ser el hijo del sobrino del fallecido narcotraficante Ignacio Nacho Coronel. El padre de este joven  está detenido por narcotráfico, pero obviamente su gente continúa operando fuera. El supuestamente agredido convocó al otro chavo con engaños para que lo acompañara a un rancho en las afueras de la ciudad. Este,  a su vez, se hizo acompañar por un amigo. Esta semana aparecieron ambos torturados y asesinados enterrados ese rancho. El joven al que supuestamente le habían hecho burlas está detenido y fue el que ordenó el asesinato de sus amigos.

En Morelos apareció desde el 22 de junio pasado, un automóvil calcinado con tres cuerpos en su interior. Ahora sabemos que se trataba de Dax Rodríguez Ledesma, uno de los tres dueños del bar Heaven, donde el 26 de mayo fueron secuestrados doce jóvenes. Con Dex Rodríguez se encontraron los cuerpos de su novia, de apenas 18 años y de una amiga de ésta, de 33. El dueño del bar, que según las indagatorias sabía que dos de los chavos secuestrados serían levantados ese día del Heaven (el problema es que esos dos llegaron con otros diez y el grupo rival decidió secuestrarlos a todos), había escapado a Iguala a casa de su novia. Con ello se fortalecen varias tesis: que el grupo de la Unión, que cometió los secuestros, está ligado con alguno de los remanentes de los Beltrán Leyva. Que los los hijos de El Tanque y el Papis, los antiguos jefes del cártel tepito hoy detenidos, les habrían intentado disputar el control del mercado en el barrio y que se abrían quedado con droga perteneciente a la Unión o a sus socios mayores. Un dato adicional: casualmente, el abogado que representa a los jóvenes desaparecidos el mismo que defiende a Alejandro Iglesias Rebollo, el dueño del table dance Cadillac, donde el sábado las autoridades detuvieron a 40 personas y rescataron a 46 jóvenes que eran explotadas sexualmente. Saque usted sus propias conclusiones.

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