Probablemente para muchos, incluyendo un servidor, la iniciativa de reforma energética tendría que ir mucho más allá de lo propuesto. Para otros se acerca demasiado peligrosamente al fantasma de la privatización. Pero la política es el arte de lo posible y la iniciativa energética presentada por el presidente Peña el lunes, sin contener todo lo que se esperaba, recuperando el espíritu de la expropiación y las decisiones posteriores del presidente Cárdenas, tiene todos los elementos para romper paradigmas y poder avanzar en un terreno en el cual el país está estancado desde hace por lo menos 18 años. Con acentos, con matices, ésta es la reforma energética que puede salir adelante en el próximo periodo ordinario y esa no deja de ser una muy buena noticia.
Probablemente para muchos, incluyendo un servidor, la iniciativa de reforma energética tendría que ir mucho más allá de lo propuesto. Para otros se acerca demasiado peligrosamente al fantasma de la privatización. Pero la política es el arte de lo posible y la iniciativa energética presentada por el presidente Peña el lunes, sin contener todo lo que se esperaba, recuperando el espíritu de la expropiación y las decisiones posteriores del presidente Cárdenas, tiene todos los elementos para romper paradigmas y poder avanzar en un terreno en el cual el país está estancado desde hace por lo menos 18 años. Con acentos, con matices, ésta es la reforma energética que puede salir adelante en el próximo periodo ordinario y esa no deja de ser una muy buena noticia.
El PAN ha presentado ya una iniciativa mucho más ambiciosa, que va mucho más allá, pero que políticamente no tiene condiciones para ser aprobada sin provocar una ruptura pero que sirve como plataforma de negociación con el gobierno y con el PRI. La propuesta del PRD, la de Cuauhtémoc Cárdenas, tiene también capítulos importantes, sobre todo en torno al régimen interior de Pemex, que pueden ser retomados, pero, como ya habíamos dicho en este espacio, para ser plenamente viables requieren de adiciones y cambios, como aquí también señalamos, al artículo 27 constitucional, en el sentido planteado por la propia iniciativa presidencial.
No sé si el PRD se atreverá a ir a una reforma de este tipo, aunque sea en distintos tramos. Nos debería quedar claro que el PAN puede pedir más pero no se puede oponer a la presentada por el presidente Peña porque incluye (aunque le falten puntos) partes sustanciales de lo que el panismo ha pedido por años. Y todo ello se puede sacar adelante sin una ruptura frontal con el perredismo (López Obrador y Morena son, más allá de acuerdos, intransitables en éstos y en muchos otros temas).
Todo dependerá, en realidad, de la operación política que se realice en torno a la reforma energética. Ayer se reunieron las mesas del Pacto y el escenario parece estar puesto para sacar adelante el paquete completo de reformas, incluyendo buena parte de la política. Horas después de escribir estas líneas, en la noche del martes, se esperaba que el presidente Peña presentara la iniciativa de leyes secundarias en materia educativa, que se discutirían en el extraordinario que comenzará el día 21 junto con las secundarias de telecomunicaciones y la de transparencia, entre otras. Habrá un segundo periodo extraordinario que comenzará el siguiente lunes, el 28, donde se discutirá, y se espera aprobar, todo el capítulo electoral de la reforma política (los temas no electorales se irán resolviendo a lo largo del periodo ordinario, esos tienen más tiempo), con lo que se daría cumplimiento a una de las exigencias del PAN y el PRD al respecto. Y a partir del primero de septiembre entrará a debate la reforma energética que se espera que pueda estar resuelta para el 15 de septiembre, con el objeto de que los movimientos que provocarían los cambios fiscales en Pemex y la CFE puedan reflejarse en el paquete económico que ese día debe entregarse al congreso.
En realidad no parece haber razones para que no tengamos en las próximas semanas una reforma energética que rompa con el paradigma de que el capital privado no puede participar en el sector energético y petrolero. Es el arte de lo posible, pero también de una búsqueda de acuerdos y negociaciones que vayan más allá de los lugares comunes.
¿Y el piloto Zavala?
Dentro de la resolución judicial que dejó en libertad a Rafael Caro Quintero, en la PGR han encontrado una perla que será difícil de explicar para el tribunal colegiado que dejó en la calle a uno de los principales personajes de la historia del narcotráfico. Supongamos por un momento que se pudo acreditar que el agente de la DEA Enrique Camarena no estaba registrado como personal diplomático de los Estados Unidos y que por eso Caro no podía ser juzgado por un tribunal federal. Pero junto con Camarena fue secuestrado, torturado y asesinado el piloto mexicano Alfredo Zavala que, como reconoce la sentencia, era piloto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos en funciones al momento de su secuestro, era por lo tanto un empleado federal y su asesino, en este caso Caro podía ser juzgado en un tribunal federal. Pero resulta que la misma sentencia dice que en el momento de su secuestro, Salazar no estaba en funciones, me imagino que quiere decir que no estaba piloteando un avión de la secretaría. Es un argumento ridículo, el piloto Zavala era trabajador de la SAyRH y evidentemente estaba en una labor encubierta con Camarena. La sentencia de los jueces que liberaron a Caro no sólo se contradice en una pocas líneas sino que, además, ignoró la muerte (y la búsqueda de justicia) de ese piloto mexicano.