Le ha llovido al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, por haber decidido pagarle el salario completo de las semanas que estuvieron en paro a los maestros de la sección 22 en su estado. Son, aparte del bono que recibieron la semana pasada, antes de regresar a clases, más de mil millones de pesos que les fueron abonados por tres quincenas que, evidentemente, no trabajaron. Parece un premio excesivo para un movimiento que se realizó para conservar privilegios laborales (mismos de los que no gozan la enorme mayoría de los maestros del país que, a diferencia de los de la sección 22, siguieron trabajando), que causó enormes daños económicos en la ciudad de México y una justa indignación de la ciudadanía que vio cómo eran vulnerados sus derechos por una minoría que cometió todo tipo de abusos.
Le ha llovido al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, por haber decidido pagarle el salario completo de las semanas que estuvieron en paro a los maestros de la sección 22 en su estado. Son, aparte del bono que recibieron la semana pasada, antes de regresar a clases, más de mil millones de pesos que les fueron abonados por tres quincenas que, evidentemente, no trabajaron. Parece un premio excesivo para un movimiento que se realizó para conservar privilegios laborales (mismos de los que no gozan la enorme mayoría de los maestros del país que, a diferencia de los de la sección 22, siguieron trabajando), que causó enormes daños económicos en la ciudad de México y una justa indignación de la ciudadanía que vio cómo eran vulnerados sus derechos por una minoría que cometió todo tipo de abusos.
Pero hay que tomar en cuenta que no se trata de una decisión unilateral de Gabino, la decisión de pagar fue parte de los acuerdos que se tomaron entre los dirigentes de la sección 22 y el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, con la participación del gobierno oaxaqueño, para acabar con esas movilizaciones que, para colmo, no han concluido porque otras secciones de la Coordinadora están reclamando lo mismo que los oaxaqueños y, además, se corre el serio peligro de que sus huestes sigan creciendo, porque pareciera que para las autoridades los integrantes de la Coordinadora, que no son más que un 7 por ciento de los integrantes del SNTE, son más representativos y mejores interlocutores que el otro 93 por ciento representado por la dirigencia sindical. El razonamiento es sencillo: ¿por qué perder privilegios a través de una reforma educativa global si rebelándose contra ella se logra que no se aplique e incluso se obtienen privilegios extras?. Quizás las cosas no son tan simplistas, pero así son presentadas y así se están leyendo en el magisterio.
Hay gobernadores que han podido lidiar con ese tema y controlar al magisterio local pero hay otros que han perdido o están en posibilidades de perder esa batalla (que en ocasiones ni siquiera libraron) y que si no pueden explicar, mostrar, en sus entidades que hay costos para quién no respete la ley y las reformas aprobadas, se van a ver en serios problemas. Pero debemos insistir en un punto: el acuerdo con la sección 22 de Oaxaca, tiene, por supuesto, contenido local, pero se adoptó en oficinas federales. Ese es el gran desafío que el mismo implica.
Para colmo el movimiento, decíamos, no ha concluido. En Chiapas, donde la Coordinadora logró arrebatarle al Sindicato una importante sección, siguen tomadas una treintena de presidencias municipales, carreteras, casetas de peaje, y hay un paro magisterial que lleva ya más de 50 días. Allí están involucrados, además, en forma abierta, el Frente Zapatista y en regiones como el municipio de Venustiano Carranza, grupos del EPR. En Michoacán, la sección 18 continúa con bloqueos y movilizaciones acompañada por los inefables normalistas rurales que secuestraron 14 camiones de transporte porque exigían, aunque usted no lo crea, que les dieran 30 camiones para movilizarse en el resto del estado en contra de la reforma. Los camiones siguen secuestrados y se está “negociando” su liberación. También, con una fuerte matriz de los sectores duros del perredismo, que controlan parte de la dirigencia de ese partido en el estado, además de la sección sindical, están haciendo confluir su movilización con las de Morena en contra de la reforma energética.
En Quintana Roo donde su presencia es mucho menor, provocaron un enfrentamiento cuando intentaron tomar el palacio municipal de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún. Las autoridades locales ahí sí lo impidieron. Hubo más de 50 detenidos, y muchos de ellos no eran maestros, pero sí militantes de alas duras del mismo PRD local. En Campeche, donde ni el mar es agitado, grupos pequeños de supuestos maestros bloquearon también las carreteras que conectan con Yucatán.
En realidad, más allá de discursos, nadie sabe qué pasará con la reforma educativa. Hasta ahora todo han sido concesiones, me imagino que para pasar el trance de este periodo de reformas legislativas. En la propia iniciativa fiscal 2014 se establece que a partir del año próximo será la federación y no los estados la que pagará los salarios del magisterio y para eso se realiza un censo para conocer cuántos maestros hay, quiénes son y a quiénes se les paga (porque ni eso sabemos con exactitud). Porque hoy, como lo vemos en el Monumento a la Revolución y otras manifestaciones, la sección 22 y otras de la CNTE tienen tantos comisionados que se pueden dar el lujo de regresar a clases y dejar algunos miles en el DF, porque esos cobran por manifestarse no por trabajar. Habrá que ver si a partir de enero tenemos señales menos ominosas en el terreno educativo…y si en las negociaciones no se incluyó la liberación de los maestros secuestradores de niños.