El pacto de 2014… con las autodefensas
Columna JFM

El pacto de 2014… con las autodefensas

La toma de Nueva Italia por parte de los grupos de autodefensa en Michoacán se llevó a cabo después de un combate de dos horas, a plena luz del día, en la entrada de ese importante centro de comunicación, desde donde se puede controlar el tránsito entre el puerto de Lázaro Cárdenas y Apatzingán, una ciudad que es el objetivo de lasautodefensas porque allí se concentran Los Templarios y es la entrada a toda Tierra Caliente. Las autoridades no intervinieron durante el enfrentamiento.

Desde la ocupación por elementos de la Marina del puerto de Lázaro Cárdenas, que es el objetivo real de toda esta lucha, porque es allí donde llegan los precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas, el avance de lasautodefensas en los territorios controlados por LosTemplarios ha sido incesante, mientras que resulta evidente el debilitamiento de los mismos tanto por esos ataques como por el hecho de que se han quedado sin precursores y, posiblemente, sin dinero en la medida en que se cerró la vía del puerto.

 

El gobierno local ha quedado desfasado de todo el proceso y de las estrategias seguidas. No hay capacidad y no hay confianza. Ya lo señalábamos la semana pasada cuando en el contexto del accidente que sufrió José Manuel Mireles, líder de esos grupos de autodefensa, y mientras el gobernador Fausto Vallejo insistía en que las autodefensasdebían ser perseguidas y los acusaba de estar ligados con el narcotráfico, el secretario de Gobernación, Miguel ÁngelOsorio, destacaba su papel en la lucha contra LosTemplarios y le otorgaba a Mireles protección militar y policial. En la reunión de ayer del gabinete de seguridad, realizada en Morelia, resultó evidente que el control y la estrategia es del gobierno federal y que el local no participa en ese proceso.

Muchas de las cosas que se plantearon ayer, acertadas, ya estaban, incluso desde el sexenio anterior, sobre la mesa. El problema no es definir los pasos a seguir, sino cómo hacerlo. Y para recuperar la seguridad en Michoacán se debe acabar, entre muchas otras cosas, con Los Templarios. Y en esa lógica todo parece indicar que la acción de las autodefensasen Michoacán es vista como una mano aliada por las autoridades federales. Se ha hablado de un pacto y, ayer mismo, voceros de las autodefensas han insistido en que el mismo puede darse una vez que sean detenidos los líderes deLos Templarios; pero el pacto tácito es evidente desde el momento en que se prestó protección a Mireles y el secretario de Gobernación, por primera vez, reconoció el papel de esos grupos en la lucha contra Los Templarios, identificados, junto con Los Zetas, como los dos grupos criminales más peligrosos y desestabilizadores que operan en el país.

Muchas veces hemos dicho que 2014 será un año marcado por lo que se haga en la economía y la seguridad (y probablemente también en torno a la corrupción, por lo menos en sus grandes líneas). En la economía, aprobado el ciclo de reformas económicas, el objetivo es sacar las leyes secundarias y comenzar el proceso de inversiones públicas y privadas que reactiven el crecimiento y la generación de empleos. En el terreno de la seguridad nada parece ser más importante que Michoacán y Guerrero, que están dando al traste con todas las estadísticas de recuperación de la seguridad a nivel federal, y, de la mano con ello, reducir a la mínima expresión posible el secuestro y la extorsión, los delitos que más golpean a la ciudadanía. Y en ese contexto un pacto con las autodefensas en Michoacán, sobre todo si se garantiza que no estén infiltradas por cárteles enemigos de Los Templarios, no parece ser una decisión descabellada.

Por supuesto que una política de ese tipo no sólo resulta controvertida, sino también insuficiente si no se completa con una depuración política profunda de las autoridades estatales, actuales y anteriores, que, en muchos casos, tienen relación con esos mismos grupos criminales y que, probablemente por ello, terminan, tácita o explícitamente, defendiendo a Los Templarios. Es una apuesta alta y arriesgada pero que, todo indica, ya está en curso y sólo podrá ser calificada de acuerdo a los resultados que de ella se obtengan. Michoacán, como ocurrió cuando Vicente Foxignoró las advertencias de lo que allí sucedía, o como cuandoFelipe Calderón lo convirtió en la medida de sus éxitos antinarcotráfico, es hoy la carta que establecerá los avances o retrocesos del presidente Peña en la que sigue siendo la batalla más compleja que debe librar el Estado mexicano: la de recuperar la seguridad de la población.

Un agregado: usted se preguntará por qué un acuerdo con las autodefensas de Michoacán pero no con las de Guerrero. Porque en las segundas, por lo menos en muchas de ellas, el componente pasa por las organizaciones armadas, guerrilleras, que desde hace años operan en ese estado. Y eso cambia toda la perspectiva.

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