20-03-2015 Alfonso Martín del Campo estaba cumpliendo una condena de 50 años de prisión, desde hace 23 años, por el asesinato de su hermana Patricia Martín del Campo Dodd y su esposo Gerardo Zamudio. Ayer fue liberado luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le concediera un amparo, argumentado que en su caso se había violado el debido proceso ya que la confesión en la que se había basado parte de la acusación habría sido arrancada bajo tortura.
El 30 de mayo de 1992, la pareja fue encontrada asesinada en su departamento de la colonia Del Valle, les habían propinado 66 puñaladas: la acusación recayó sobre Alfonso, quien le debía 700 mil pesos a su cuñado Gerardo, del que era socio en un negocio de reparaciones automotrices. Del Campo Dodd fue juzgado en tres instancias y en las tres la condena fue ratificada. Existen fotos que muestran que Alfonso no tenía huella alguna de golpes después de su detención y confesión. Cuando se presentó el caso ante la Corte Interamericana de Derechos humanos, una de las tres hijas de la pareja asesinada, María Fernanda Zamudio, que entonces tenía cuatro años, relató cómo su tío, Alfonso, había matado a sus padres: ella lo había visto y salvó la vida porque se escondió debajo de las sábanas de su cama. No se había dado a conocer antes su testimonio porque siendo una niña entonces, no se la quiso confrontar con su tío y hacerla parte del proceso de muerte de sus padres. Atestiguó cuando se comenzó a pedir la liberación de Alfonso.
Para terminar de completar el cuadro, hay que recordar que Alfonso Martín del Campo Dodd, es familiar de Christopher Dodd, reconocido senador demócrata por Connecticut, ex aspirante a la candidatura presidencial de su partido y desde 2011 presidente de la Asociación Cinematográfica de los Estados Unidos, por lo que es reconocido también como uno de los lobbistas más importantes de la Unión Americana.
Pues bien, ayer Alfonso fue dejado en libertad. La Corte no se pronunció sobre su culpabilidad o inocencia, sólo atendió a fallas en el debido proceso. Tampoco aceptó tomar en consideración el testimonio de María Fernanda, que estaba en el lugar en el momento de los hechos y que asegura que fue testigo de los mismos.
El caso recuerda demasiado al de Florence Cassez, en la que a pesar de estar condenada en firme por todas las instancias judiciales, a pesar de contar con pruebas documentales de su participación en varios secuestros, de existir testimonios de sus propias víctimas, también fue dejada en libertad en un proceso marcado por profundas presiones políticas del gobierno francés y de varios grupos políticos. Ahora la historia se repite, incluyendo la presión de factores externos.
No sé si Alfonso Martín del Campo Dodd mató a su hermana y su cuñado, aparentemente tampoco lo sabe la Suprema Corte, pero por encima de cualquier falla en el proceso confío en el testimonio de la hija del matrimonio y único testigo en el caso, como en el de Cassez confiaba en el de sus víctimas. Nadie, desde los cuatro hasta los 26 años, mantiene una acusación de este tipo sin estar convencido de ello.
Pero más allá de eso: ¿no es hora de que Corte, en vez de liberar a presuntos criminales, reponga los procesos eliminando las pruebas o testimonios que fueran controvertidos?. Si se hubiera repuesto el proceso de Martín del Campo Dodd, sobre todo en el nuevo sistema de justicia penal oral, ¿no habría vuelto a ser condenado este hombre, aunque se hubiera eliminado su confesión si se hubiera aceptado el testimonio de María Fernanda?¿no hubiera ocurrido lo mismo en el caso Cassez con el testimonio de sus víctimas?.
Por eso la gente no cree en la justicia, por eso era y es importante que hombres como Eduardo Medina Mora, que han vivido la experiencia judicial desde otros ámbitos, incluyendo la procuración de justicia, sean parte del máximo tribunal. La visión de la justicia no puede ser tan unilateral. Por cierto, me asombra que quienes con tanto ahínco pidieron la liberación de Cassez y ahora de Del Campo Dodd sean los mismo que se escandalizan cuando se pide que Elba Esther Gordillo pase a prisión domiciliaria, como establece la ley, por haber cumplido 70 años.
La curul de Camacho
No es un secreto decir que el senador Manuel Camacho está gravemente enfermo desde hace ya varios meses, razón por la cual, no puede participar de los trabajos de la cámara alta, lo que debilita a la bancada de ese partido. Es por ello que en la bancada del PRD se pregunta porqué no se llama a su suplente, Luis Humberto Fernández Fuentes, mientras se espera la recuperación del ex regente capitalino.
26 años de razones
Esta columna cumplió ayer 26 años de publicarse en forma ininterrumpida. Nació en el unomásuno, creció en El Nacional, se consolidó en El Financiero y maduró en Milenio. Desde el 2006 es orgullosamente parte de Excélsior y de muchos otros medios locales. Gracias por permitirle acompañarlo durante tantos años.