23-02-2016 Aunque sea sólo como símbolo, el hecho debería alcanzar para confirmar la profundidad del cambio que se ha vivido en el control y la dinámica de la educación en Oaxaca. Ayer se lanzó el programa Escuela al cien, mediante el cual se destinarán 52 mil millones de pesos para mejorar la infraestructura escolar en el país. Es un mecanismo que permitirá mejorar a miles de escuelas y que tendrá mecanismos de control muy estrictos para lograr, precisamente, que esos recursos estén etiquetados específicamente para cada escuela, que lleguen a ella sin intermediarios y que existe un comité de padres que verifique la aplicación de los mismos en los temas definidos por las propias escuelas bajo los criterios establecidos por la SEP: agua, energía eléctrica, baños, paredes, pupitres, techos, espacios abiertos, entre otros.
Pero el símbolo es que ese programa comenzó ayer en Miahuatlán, en Oaxaca, en una escuela cuyos maestros y directivos pertenecen a la sección 22, en una ciudad pobre, rodeada por dos penales, uno federal y otro estatal, que lleva a que en la escuela primaria Emiliano Zapata, haya alumnos, como decía una maestra, pobres, que trabajan, cuyos padres están en el reclusorio, que a veces no comen y que, también, tienen miedo ante la simple cercanía de la autoridad.
La escuela, allí estuvimos, es humilde y necesita muchas reparaciones pero es digna. En ella, anunció el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, en el inicio del programa Escuelas al Cien, se invertirán dos millones de pesos. Ayer mismo, en la escuela primaria y el kinder anexo, se puso en marcha también a nivel nacional el programa.
Cuando iba rumbo a Miahuatlán algunos pensaban que el acto no se podría realizar. Hasta hace unos meses las autoridades del Instituto de Educación local, el IEEPO, simplemente no podían entrar a los planteles que eran controlados por la sección 22. Mucho menos los funcionarios federales o el gobernador del estado. El lunes la esceula estuvo abierta para Nuño y el gobernador Gabino Cué, además de los funcionarios de la SEP y el propio IEEPO, se hicieron honores a la bandera, hablaron el gobernador y el secretario, que realziaron un recorrido supervisando las obras que se iniciarán en la esceula y terminaron en un dialogo con los maestros y los directivos.
Fue un diálogo ejemplar entre maestros que se reconocen como sindicalizados y que respetan a la sección 22 y Nuño. Se abordaron, con respeto pero también en forma directa, lo que realmente preocupa a los maestros, desde el papel que tienen que jugar en su formación las normales, hasta la evaluación, desde el uso transparente de los recursos (hoy se lanza en la SEP una página web que contará con toda la información de las 16 mil escuelas en las que iniciará este programa de forma tal que se pueda revisar hasta la última de esas obras, sabiendo quién las construye y a qué costo) hasta la molestia, legítima, porque en documentales, decían como De panzaso se hacía quedar mal a todos los maestros, incluyendo a los que allí estaban, decían que sabían a que hora entraban pero no cuando salían, que habían dado clases en la sierra, que a veces tenían que caminar horas simplemente para llegar a una escuela o un curso.
Hubo preocupaciones legítimas pero también ahbía poca información sobre los alcances reales de la reforma educativa. Y si algo terminó siendo notorio es que esos maestros que son de la sección 22 pero que también quieren diálogo, que quieren que la educación mejore y las escuelas estén en condiciones dignar, no están en contra de la reforma como dice su dirigencia. Tienen dudas y quieren despejarlas, tienen propuestas y quieren comunicarlas, pero sobre todo quieren que el diálogo exista, sea una realidad.
Ese diálogo lo mostraremos hoy en el programa Todo Personal, y creo que es una de las demostraciones más palpables de cómo la reforma educativa se está abriendo camino. Ya está planteada la reforma administrativa de las esceulas con el programa escuela al centro, la de la reconstrucción de la infraestructura con Escuelas al Cien; el lunes Nuño dará a conocer los resultados de la evaluación magisterial, habrá información importante, no sólo en torno a la evaluación en sí sino también de los programas de capacitación para maestros que tendrán un presupuestos anual de 2 mil 400 millones de pesos. Y en los próximos días se lanzarán los nuevos programas de estudio.
Sin duda falta y faltará muchísimo, pero hay cambios de forma que son de fondo, hay símbolos que confirman un cambio, hay una base magisterial, incluso en estados que han vivido durante tantos años tan atados a una burocracia sindical, que quiere ser respetada y oída pero que por eso mismo sí quiere cambios y reformas. Los niños que jugaban en la escuela Emiliano Zapata en Miahuatlán seguramente no lo sabían pero el lunes estuvieron asistiendo a un acto sencillo que simboliza un cambio profundo.