Impugna, que algo queda
Columna JFM

Impugna, que algo queda

11-04-2016 El proceso electoral del 5 de junio se decidirá en las urnas, pero antes y después de ese día buena parte de éste se jugará en los tribunales. Desde el 2006, los partidos han decidido judicializar los comicios y ese camino se ha hecho cada vez más amplio por las sucesivas y, en general, desafortunadas reformas electorales que han intentado regular tanto el proceso, que resulta casi imposible transitarlo sin ser sospechoso, por lo menos, de haber violado alguna norma.

Por lo pronto, para este 5 de junio el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el INE tienen en sus manos decisiones que pueden cambiar profundamente los resultados electorales. El primer caso es el de Zacatecas. El INE ha decidido negar el registro a David Monreal por no haber presentado un informe de gastos de precampaña. Puede parecer excesivo, pero es lo que marca la ley que los propios partidos aprobaron y es una demostración más de algo que resulta incomprensible en Morena: el desprecio constante a cumplir con las normas y las leyes. Quizás ese desprecio se origina en el hecho de que desde la candidatura de López Obrador en el 2000 para el DF, cuando no cumplía en forma evidente con los requisitos de residencia, por presiones y acuerdos políticos se le permitió competir, y a la postre ganar, en aquellos comicios. Años después, maniobra política o no, fue evidente que el equipo de López Obrador violó la ley en el famoso asunto de los videoescándalos y, más tarde, cuando se negó a acatar una resolución de la Suprema Corte, lo que derivó en su desafuero, del que también se libró mediante presiones políticas. En el 2006 intentó hacer lo mismo con el plantón en Reforma y el Centro Histórico e incluso cometió otro delito (del que nunca se le acusó) al proclamarse presidente legítimo del país. Ahora no tiene problema en tener millones de spots gratuitos promoviendo ilegalmente su candidatura para el 2018, al mismo tiempo que asegura que está bloqueado en los medios. El caso de David Monreal se inscribe en esta lógica: es un error incomprensible, un desafío a las autoridades electorales o quizás una arriesgada táctica electoral. David Monreal no lo necesitaba: es un aspirante muy competitivo. El INE ya resolvió y, por supuesto, López Obrador pidió juicio político contra los consejeros. Antes los ataques contra las autoridades electorales eran después de los comicios, ahora la idea es ejercer presión antes. Y en ocasiones, tanto Morena como los otros partidos tienen éxito en ese objetivo. Falta por ver qué resolverá el TEPJF sobre el caso Monreal.

Otras impugnaciones son las que realizó la coalición PRD-PAN en Oaxaca contra el priista Alejandro Murat y el experredista, ahora candidato del PT, Benjamín Robles. En el caso de Murat se alega que no cumple con los requisitos para ser candidato: Alejandro, dicen, no nació en Oaxaca y tampoco tiene cinco años de residencia (incluso se había intentado pasar una ley, que frenó la SCJN, para reducir ese tiempo de residencia a tres años para evitar esta posible impugnación). La coalición tiene un argumento fuerte a su favor: en el 2014, Murat recibió una notaría en el Estado de México y durante los años anteriores había estado trabajando con el entonces gobernador Peña. Si en el 2014 residía en el Estado de México no podía estar residiendo en Oaxaca. Es muy similar al caso de López Obrador en el DF en el 2000, cuando el entonces candidato del PRD no cumplía, como dijimos, los requisitos. Así y todo Andrés Manuel fue candidato, pero desde entonces han pasado 16 años y mucha agua bajo los puentes electorales. El de Murat será, sin duda, uno de los casos más complejos que llegarán al TEPJF y debe resolverse cuanto antes.

En la impugnación de Benjamín Robles lo que se reclama es exactamente lo mismo que dejó fuera de las pasadas elecciones a Marcelo Ebrard. Según la ley, no se puede ser precandidato en un proceso interno por un partido y cuando se pierde convertirse en candidato de otro partido. Robles fue precandidato por el PRD y participó como tal hasta el último día, cuando fue derrotado por José Antonio Estefan Garfias. No puede ser ahora candidato por el PT. El tema es importante porque a Robles no le alcanza para ganar la elección, pero puede quitarle un porcentaje de votos a la coalición, lo que, junto con los votos que se llevará Morena, pueden pulverizar el voto antipriista y abrirle el camino al tricolor.

En Veracruz todos impugnan a todos. El candidato PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes, comenzó su campaña demandando al gobernador Javier Duarte, pero ese mismo día se dieron a conocer los llamados Papeles de Panamá en los cuales aparece su hijo Omar. Miguel Ángel argumentó que es un homónimo, pero al mismo tiempo se dijo desde el SAT que se investigará a todos los nombrados en los Papeles, incluyendo a este Omar, que no se ha demostrado que no sea el hijo de Miguel Ángel. Y lo que falta por ver en Veracruz aún es mucho.

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