19-04-2016 El domingo 24 el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentará el informe final sobre su actuación en el caso de los jóvenes secuestrados el 26 de septiembre del 2014 en Iguala. Durante más de un año el GIEI ha trabajado supuestamente coadyuvando con las investigaciones oficiales y el resultado ha sido decepcionante. El GIEI ha ideologizado la investigación, ha confundido sus términos, ha desviado sus objetivos, pero no ha aportado prácticamente nada a la misma, pese al tiempo, los recursos y los espacios que se le dedicaron.
En su informe anterior, tuvo sólo dos “contribuciones”. La primera, el famoso peritaje de José Torero, diciendo que no había habido ni siquiera un incendio en el basurero de Cocula, lo que ya fue desechado por un tercer peritaje realizado por un grupo de expertos, en el cual participó el propio Torero, que concluyeron que sí hubo incendio y que en el lugar, de acuerdo con los testimonios y pruebas existentes, podrían haber sido incineradas, por lo menos, 18 personas.
El otro punto, es el del famoso quinto camión. Una versión que estaba presente desde tiempo atrás que decía que los estudiantes de Ayotzinapa podrían haber secuestrado un camión que transportaría heroína hacia Chicago y que por eso habría ocurrido el secuestro. En realidad es una ocurrencia de los miembros del GIEI sin ningún sustento, mucho menos pericial y hasta de sentido común. Por supuesto que la noche de Iguala tiene como trasfondo el narcotráfico y su relación con los poderes políticos y policiales municipales y estatales. El consumo de heroína ha aumentado dramáticamente en Estados Unidos en los últimos años y la mayor parte de esa droga es producida en territorio guerrerense. La disputa por ese mercado entre diferentes cárteles, entre ellos Guerreros Unidos y los Rojos, los dos involucrados directamente en los hechos de Iguala, ha dejado miles de muertos y desaparecidos en Guerrero.
Pero la tesis del quinto camión enarbolada por el GIEI no tiene sentido. Según las investigaciones realizadas por la PGR, entre las 19.30 y las 20 horas de aquel 26 de septiembre, los normalistas arribaron a la colonia Rancho del Cura, en las afueras de Iguala, a bordo de un autobús, el número 1531, y a la caseta de cobro de Iguala a bordo del 1568. Iban decididos a secuestrar otros camiones. Media hora más tarde tomaron un camión, el Costa Line 2513 que se dirigía a la terminal de camiones de la ciudad. Llegaron con el conductor al acuerdo de dejar a los pasajeros en la central de autobuses para posteriormente llevarse el camión. Pero poco después de las nueve de la noche llagaron más normalistas a la central y se apropiaron de otros tres camiones: el 2012, el 2510 y el 3278. El que habían secuestrado originalmente, el 2513, fue abandonado en la terminal.
Iban cruzando Iguala cuatro camiones, encabezados por el 1531 (el primero que había llegado desde Ayotzinapa a Iguala) y transportaban unos 60 estudiantes. El GIEI habla de un quinto camión, el Estrella de Oro 3278, con otro 14 estudiantes. Ese fue el último en abandonar la terminal y lo hizo por otro rumbo, por la calle Ignacio Manuel Altamirano. El chofer del camión ha declarado en varias oportunidades que luego de salir de la terminal, los estudiantes abandonaron el camión y que no fue detenido por elementos policiales o de seguridad. El GPS del camión corrobora esa trayecto. El llamado quinto camión fue abandonado por los jóvenes y en su caso no tuvieron encuentro alguno con fuerzas policiales locales.
Ese mismo camión tampoco podría transportar, como se especuló, droga hacia Chicago, por la sencilla razón de que, primero, no se encontró rastro alguno de droga en el mismo, pero también porque ese camión de Estrella de Oro no tiene permiso para ingresar a Estados Unidos, sólo tiene autorización para cubrir rutas en Morelos y Guerrero. No podría salir ni siquiera de esos estados, mucho menos llegar a Chicago. Toda esa información estaba en el expediente que se supone consultaron los integrantes de GIEI.
Lo del quinto camión con droga es, simplemente, una ocurrencia más de este Grupo que luego de rendir su informe final el domingo, dedicará toda la siguiente semana, según han informado, a dar entrevistas, pláticas, a reunirse con organizaciones sociales y hacer proselitismo. ¿Qué dirá el informe?. No pueden informar de avances porque no los han tenido. No pueden exhibir elementos nuevos porque no existen. Será un informe ideologizado, donde dirán que no pudieron hacer más porque fueron obstruidos (pese a los espacios, los millones de dólares y las facilidades que obtuvieron) por el Estado y me temo que querrán, ya han dado pistas de ello, imaginar el secuestro y asesinato de esos jóvenes como una acción contrainsurgente, cuando en realidad se trata de un capítulo más de los ajustes de cuenta entre grupos criminales y los políticos aliados o subordinados a ellos.