Carstens se va, una mala noticia
Columna JFM

Carstens se va, una mala noticia

02-12-2016 El que Donald Trump haya llegado a la Presidencia de Estados Unidos es, sin duda, una mala noticia. Pero que el mismo día en que el presidente Peña cumplía cuatro años en el poder se confirmara que Agustín Carstens dejará de ser, en junio próximo, el gobernador del Banco de México, no sólo es una mala noticia, sino que, además, llega en un mal momento.

No hay que escatimar mérito alguno a Agustín Carstens. Un hombre serio, afable y tremendamente preparado que dejó la subdirección del Fondo Monetario Internacional para regresar a México al inicio del gobierno de Felipe Calderón. De allí, luego de un manejo económico muy escrupuloso, que logró amortiguar la crisis de 2008-09 sin que la economía del país sufriera daños irreversibles, manteniendo la estabilidad y las bases económicas sustentables.

De allí saltó al Banco de México, en donde está desde 2009. No es un mérito absolutamente suyo, pero el control de la inflación, el cuidado del entorno macroeconómico, la consolidación de las reservas, la estabilidad que, pese a todos los problemas, goza el país, devienen, en muy buena medida, del trabajo de Carstens. Y ese reconocimiento, que a veces escatimamos o ignoramos en México, es ampliamente compartido en el terreno global.

¿Por qué entonces se va Carstens del Banco de México? Seguramente porque hay etapas que deben cerrarse y ésta es una de ellas. No creo que tenga diferencias de fondo con el actual manejo económico del país, pero cuando entrevisté a Carstens, el 2 de noviembre pasado, y le pregunté cómo veía la marcha de la economía nacional, me dijo que “serviría de mucho que el PIB creciera más… un punto importante es que logremos crecer más. Tenemos que ser más productivos, tener más inversiones, más actividad económica, debemos tener más gasto. La inversión, dijo, se ha mantenido relativamente baja. Si el sector privado pudiera invertir más, entraremos en el círculo virtuoso de la economía, detonando el ciclo productivo”. Carstens me dijo, ante el periodo político que se avecina, que “para eso está la autonomía del Banco de México, para que el gobierno no pierda la brújula en los tiempos electorales”.

Me quedé con la impresión de que Carstens creía que se podía hacer crecer más con la economía, darle más impulso a las empresas para que invirtieran, para fomentar el ciclo productivo. La misma mañana en que hicimos esa entrevista se había filtrado la noticia de que dejaría el Banco de México para irse al Banco de Pagos Internacionales, una institución clave en el mundo financiero internacional, con sede en Basilea, Suiza. El BPI es una organización financiera internacional propiedad de los principales bancos centrales del mundo, que es conocido como el “banco de los bancos centrales”.

Ese día Carstens me pidió que no le preguntara sobre el tema, primero porque faltaba tomar algunas decisiones y, segundo, porque a unos días de las elecciones estadunidenses sería un mal mensaje que se manejara que el gobernador del banco central dejaría su puesto.

Ahora esa información ya se ha confirmado y el presidente Peña debe asumir la difícil tarea de encontrar a un sucesor para Carstens que tenga los tamaños financieros del actual gobernador del banco central. No será fácil encontrar a alguien con la madurez y la experiencia de Carstens, pero, sobre todo, alguien que logre los consensos en el Senado para ser designado en esa posición. En pocas posiciones es tan importante que quien la detente tenga realmente el respaldo de los gobiernos y de la mayoría de las fuerzas políticas.

La designación del sucesor de Carstens se ligará con otras dos, la del fiscal anticorrupción y la del Fiscal General de la República. En todos esos cargos, los responsables tendrán que llegar a su posición con acuerdos políticos amplios, porque serán, las tres, posiciones transexenales.

 

JORNADA REDONDA PARA MANCERA

Muy bien le ha ido a Miguel Mancera en la reunión del C40, el encuentro de los principales alcaldes del mundo, en la lucha contra el cambio climático. La reunión ha sido exitosa, la proyección internacional de Mancera ha crecido y, de la mano con ello, la percepción de la Ciudad de México.

Por cierto, buena ayuda ha sido para Mancera el regreso, luego de algunas semanas de enfermedad, de Luis Serna, su operador personal más cercano y eficiente.

 

EL REGRESO DE MONTE ALEJANDRO

Quienes conocemos a Monte Alejandro Rubido sabemos que es un funcionario ejemplar, un hombre discreto y capaz, con una sólida formación en el área de inteligencia. La fuga de Joaquín El Chapo Guzmán provocó su salida de la Comisión Nacional de Seguridad, pero a todos les quedó claro que la suya, responsabilidades personales aparte, era un salida obligada por las circunstancias. Regresa ahora a la Unidad de Gobierno de Gobernación, para convertirse en una pieza clave para Miguel Osorio. Nunca se había ido del todo. Ahora sí regresa por completo.

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