¿Qué cambió entre febrero y fines de marzo? ¿Por qué se dieron cambios importantes en las encuestas sobre tendencias electorales?
En la publicada ayer por El Financiero, Margarita Zavala vuelve a la primera posición en las expectativas de voto para el 2018, con el 32 por ciento, Andrés Manuel López Obrador baja cuatro puntos y se estaciona en 29 por ciento y Miguel Ángel Osorio sube siete puntos y se queda en 27 por ciento.
Se puede decir que no ocurrió nada, pero en realidad sucedió mucho. Primero y principal se está disipando el miedo a Trump. Ya se ha visto que la administración Trump ni puede y en algunos casos tampoco quiere, hacer los cambios y reformas que prometió. En el mismo periódico, en la primera plana, aparece la nota del Indicador de Confianza Empresarial del INEGI, y se ve que la misma, entre febrero y marzo, el mismo período de la encuesta presidencial, da un salto de 2.7 por ciento. Un ejemplo, también ahí presente: las ventas de automóviles crecieron nada más y nada menos que 17.2 por ciento en el mismo período de tiempo encuestado.
Hace algunas semanas nos preguntábamos qué pasaría si las cosas se le comenzaban a alinear en el terreno económico y político al gobierno federal, luego del golpe que fue el gasolinazo y su muy deficitaria implementación, simultáneo con la llegada de Trump al poder. Lo que pasaría,decíamos entonces y podemos comenzar a ver ahora, que las cosas volverían al terreno que tenían en el segundo semestre del 2016. A ese porcentaje, que tenía en septiembre pasadodel 27 por ciento, regresó Osorio Chong, con un cambio importante: entre priistas pegó un salto mayor, de 33 por ciento a 48 por ciento lo prefieren como su candidato.
Un segundo punto. Con sus errores López Obrador ha hecho renacer temores. Existe una tendencia a hacer creer que el candidato de Morena es prácticamente invencible de cara al 2018 y no es así. Es el único candidato que está en campaña, tiene cientos de miles de spots, es una opción para muchos mexicanos, pero también mantiene negativos altos. Este mes, perdió por sus errores: sus declaraciones sobre el caso Tepic (la “masacre de niños” que nunca ocurrió); sus descalificaciones sobre el ejército; el exabrupto contra un padre de uno de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, al que calló y calificó de provocador en Nueva York y sobre todo el accionar de muchos personajes de su entorno, no lo tiraron, lo volvieron a poner en el mismo nivel que tenía desde septiembre pasado, 29 por ciento. Bajó lo que había subido.
Margarita Zavala crece por lo mismo. El PAN apuesta a una opción de cambio con certidumbre. La conjunción de la disipación parcial de temores sobre Trump y el temor en muchos sectores sobre López Obrador, hacen crecer su candidatura, al mismo tiempo que la caída de los independientes, también le da votos. Los que eran votos independientes no parecen estar yéndose hacia Morena sino hacia el PAN y quizás el más notable caso de esto sea Jaime Rodríguez El Bronco, quien perdió seis puntos en un mes. Habrá que ver, aún, qué sucede si Miguel Ángel Mancera logra sacar su Cuarto Polo, junto con el PRD y Movimiento Ciudadano.
También es interesante en ese estudio lo que podría suceder en el congreso: el PAN obtendría 29 por ciento, el PRI 28 por ciento, Morena 21 y el PRD 10 por ciento. Eso quiere decir que Margarita le agregaría algunos puntos a su partido, que Osorio representa con fidelidad los que tiene el PRI para el Congreso y que López Obrador está bastante por encima de lo que representa Morena. Y el PRD con un 10 por ciento sería un actor importante para la conformación de futuras mayorías.
En el PAN, la candidata con mayores posibilidades es Margarita, pero en la lucha por el segundo lugar, Rafael Moreno Valle se ha acercado a Ricardo Anaya. Para el 39 por ciento de los panistas su mejor opción es Zavala, y para el 25 por ciento Anaya, pero Moreno Valle que en febrero tenía 12 por ciento hoy ya está en 21. Si lo alcanza, habrácambios en las alianzas internas del PAN.
Las encuestas se han equivocado muchas veces en los resultados finales, pero suelen mostrar tendencias bastante acertadas. El problema es cuando los políticos sólo toman en cuenta las encuestas que los favorecen y descalifican las que no, sin molestarse en analizarlas e interpretarlas.
Giovanni Sartori, un hombre clave en los debates para la construcción democrática de México, decía que “hasta ahora se consideraba que en política la solución de los problemas de la gente había que reclamársela a los políticos (al igual que en medicina hay que pedírsela a los médicos, y en derecho a los abogados). No obstante, el gobierno de los sondeos, los referendos y la demagogia del directismo, atribuye los problemas a los políticos y la solución a la gente“. Sartori falleció ayer a los 93 años. Se le va a extrañar.
Por cierto, y hablando de poder y medios, gran discurso ayer de Pascal Beltrán del Río en el homenaje del Senado a Excélsior por sus primeros cien años