25-04-2017 Yo no sé si a la ahora ex candidata a presidenta municipal enlas Choapas, Veracruz, Eva Cadena, la chamaquearon o no, como dice López Obrador.
Esa es una especulación, lo que es evidente es que recibe con mucha naturalidad el medio millón de pesos en efectivo que como se ve en el video divulgado, una mujer le entrega insistiéndole que es para López Obrador: Lo recibe con tanta familiaridad que hasta le pide “una bolsita” para llevárselo y asegura que se lo entregará a López Obrador un par de días después (se supone que el video fue grabado el 6 de abril pasado) cuando visite Las Choapas.
Porque lo que vimos en el video, es que durante esa visita a Las Choapas, López Obrador abraza a su candidata, la impone como tal a pesar de que le están diciendo que es precisamente eso, una imposición, y que la defiende cuando le preguntan si la señora es corrupta.
Las preguntas por lo tanto son pertinentes: ¿se entregó ese dinero a López Obrador? Me imagino que sí por una sencilla razón: en el video que subió AMLO en su descargo habla durante cinco minutos de “la mafia en el poder“, pero jamás se deslinda de Cadena, no la desconoce, no le reprocha que haya recibido ese dinero, no hay para ella un reclamo, una mínima solicitud de explicación de lo sucedido. Entonces me imagino que para López Obrador lo que hizo su candidata estuvo bien, y que fue, como dijo de Javier Duarte, un “chivo expiatorio”.
Pero hay que regresar a lo central de todo esto: chamaqueados o no, es ilegal recibir dinero en efectivo para una campaña, que según las adormecidas e indulgentes autoridades electorales, aún no es campaña. Chamaqueada o no, la señora Cadena estaba cometiendo un acto ilegal, que puede haber sido singular, único, o puede haberse repetido una y otra vez a lo largo y a lo ancho del país. No lo sé, pero ese acto en particular, ilegal, está documentado en el video. Y no fue “la mafia del poder“ la que le envió el dinero a la diputada de Morena para que se lo entregara a López Obrador, fue un grupo de ganaderos de Coatzacoalcos, encabezados por un señor que se llama Alexis García, al que evidentemente la señora Cadena conocía: nadie entrega ni recibe medio millón de pesos en efectivo con tanta familiaridad de un desconocido.
Otra pregunta: dice la señora Cadena que regresó el dinero. ¿A quién, cuándo, cómo? Otra: ¿recibió López Obrador ese dinero aunque después lo hayan regresado? ¿yale habían entregado a López Obrador ese dinero cuando hizo en Las Choapas esa defensa tan enfática de su candidata, a que acusaban de ser una imposición? ¿ese dinero sirvió para comprar la candidatura municipal? Me parecen preguntas pertinentes y que nadie desde el ámbito de Morena se ha dignado responder más allá de acusar a la “mafia del poder”(donde están todos menos los que se incorporen a Morena)de haberlos “chamaqueado“. También es pertinente preguntar si las autoridades electorales no tienen que actuar de oficio ante un acto ilegal evidente. Parece que no.
Asombra la indulgencia con que algunos medios y especialistas abordan este caso. Me parece muy bien que exijamos saber qué sucedió hasta con el último centavo mal habido de Duarte, Padrés o cualquiera de los políticos que están hoy en la picota. Me parece una vergüenza que otroscomo el senador Roberto Albores usen los recursos de Progresa para acarrear gente a sus informes de labores, lo que también es un delito. Pero resulta que a López Obrador llevan años “chamaqueándolo“ con los videos de su secretario de Finanzas jugando el dinero público en Las Vegas, con René Bejarano o Carlos Imaz llevándose maletines y bolsas llenos de dinero supuestamente para el propio López Obrador, deteniendo a sus operadores políticos con altas sumas de dinero en sus automóviles, descubriendo un fraude en la línea doce del metro de cientos de millones de pesos, o ahora con una de sus candidatas recibiendo dinero también en bolsas para su campaña (eso le dicen y ella lo acepta) y siempre resulta que es “la mafia del poder” la que lo persigue sin que tenga, ni se le exija, responsabilidades, a él y sus colaboradores.
Hay muchos políticos corruptos, pero todo indica que los de Morena no son, tampoco en eso, la excepción.
Por cierto, siguen cayendo personajes ligados a las autoridades de Iguala, relacionados con la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa. Ahora fue detenido uno de los operadores de Guerreros Unidos, Un tipo apodado La Medusa, de nombre Walter Alonso, encargado, entre otras tareas, de negociar los recursos del grupo criminal con el subjefe de la policía municipal de José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda. Otros “chivos expiatorios“, según López Obrador, que los apoyó y avaló en su campaña del 2012. Los detenidos y juzgados por esos hechos superan ya el centenar, incluyendo los autores materiales del crimen. Pero el propio candidato de Morenase ha unido a los que aseguran que no fueron los Guerreros Unidos ni las autoridades municipales las responsables. Para ellos “fue el Estado”, fue “la mafia del poder”.