A Salgado no le importan los narcos
Columna JFM

A Salgado no le importan los narcos

28-07-2017 “Exageran por lo de Tláhuac”, dice Rigoberto Salgado, el delegado de Morena en esa demarcación. Quizás le parece una exageración destacar que su delegación se haya convertido en el principal centro de narcomenudeo en la capital del país y en varios municipios mexiquenses, o que el grupo criminal que allí se asentaba (en realidad ahí sigue asentado, aunque sin su jefe, El Ojos, que fue eliminado hace una semana) sea el responsable de centenares de asesinatos (unos 300, según autoridades federales) y de por lo menos 67 desapariciones de mototaxistas que no aceptaron trabajar para ellos.

 

Yo no sabía de El Ojos”, asegura también el delegadoSalgado. Pues ¿dónde vivía? ¿Cómo puede ser que el delegado y cacique de la delegación (y de toda la zona, incluyendo, insistimos algunos municipios mexiquenses) no supiera de El Ojos, un criminal conocido y reconocido públicamente? Inaceptable en alguien que tiene el control político de la delegación desde hace 14 años y que fue, incluso, su jefe de seguridad. A El Ojos, para bien o para mal, lo conocía o sabía de su existencia, todo Tláhuac. Había(hay) hasta un millar de mototaxistas que trabajaban para la organización de El Ojos y da la casualidad de que uno de los hermanos de Rigoberto, Ricardo, es el que maneja esos grupos además de los tianguistas y el comercio ambulantedelegacional. Debe estar muy sorprendido, pues, de que mil personas acompañaran, desafiando a las fuerzas de seguridad, a El Ojos, la persona que Salgado no tenía idea de que existiera, en su sepelio.

Tampoco sabía, dice Salgado, de narcotráfico en Tláhuac. El problema, dice, son los adictos, no los narcomenudistas, como si pudieran existir los primeros sin los segundos. El narco, dice, es tarea de autoridades federales. Pero hace un año, al propio Salgado y al presidente de Morena en la ciudad de México, Martí Batres, familiares de los 67 mototaxistas desaparecidos les entregaron documentación demandando apoyo para la búsqueda de sus familiares. La respuesta del delegado fue que no tenían que hacer públicas esas acusaciones que sólo desprestigiaban a la delegación y al partido. No hizo nada.

Tampoco le preocupó, por ejemplo, que en la delegación, eso fue público, estuviera a punto de ser capturado el hijo de Dámaso López, apodado el Mini Lic, y que allí fueran detenidos seis de sus principales custodias que operaban y vivían en el lugar.

Dice que no conocía de la existencia de El Ojos, pero el propio delegado, en otra entrevista, asegura que él mismo pidió ayuda al gobierno de la CDMX por el aumento de la criminalidad. Es verdad, la criminalidad aumentódramáticamente desde que Salgado es delegado en Tláhuac, prácticamente se duplicaron las denuncias de diversos delitos, o sea que él sabía lo que estaba ocurriendo. Hacen coro con Salgado, la delegada de Tlalpan, Claudia Sheimbaum (que es apoyada públicamente por Salgado para la candidatura a la CDMX), Alejandro Encinas, César Cravioto, Martí Batres y otros dirigentes de Morena, al mismo tiempo que reclaman que las fuerzas armadas no intervengan de ninguna forma en la capital del país e incluso Encinas compara el operativo contra El Ojos con la matanza de Tlatelolco, y dicen que en realidad la responsabilidad es de Miguel Ángel Mancera, el jefe de gobierno capitalino y casualmente opositor de su partido Morena.

Lo cierto es que Mancera, y el secretario de seguridad pública Hiram Almeida, desde enero estaban trabajando con las fuerzas especiales de la Marina para tratar de localizar a El Ojos. Trabajaron en forma conjunta con las fuerzas federales para tratar de detenerlo lo que resultó en eloperativo que acabó con su vida y con un grupo de sus sicarios. Por cierto, hubo tres operativos fallidos antes del realizado el jueves 20. Es verdad que a Salgado no le informaron de esa búsqueda conjunta. Y no lo hicieron,como ocurre en muchos estados y municipios cuando se está detrás de peligrosos delincuentes, porque se sabe del grado de infiltración que tienen las propias bandas criminales en esas estructuras de gobierno.

Salgado dice que él no tiene nada que ver con el crimen organizado y que no está siendo investigado por ello. Tampoco es verdad: sí existe una indagatoria contra el delegado, como parte de las investigaciones federales que están haciendo autoridades federales contra el cártel de los Beltrán Leyva, sus socios y el tráfico de drogas en el corredor Guerrero-Morelos, de donde se aprovisionan los narcomenudistas en la ciudad de México. Están siendo investigados el delegado, su hermano Ricardo (el que controla a los mototaxistas que utilizaba El Ojos como halcones y transportistas) y la policía local. Y más temprano que tarde el delegado de Morena, Rigoberto Salgado, tendrá que explicar ante un ministerio público eso de que se exagera lo que ocurre en Tláhuac, que no sabía quién era El Ojos y que también desconocía los presuntos lazos de sus familiares con un narcotraficante que era la cabeza de un negocio millonario que el delegado tampoco sabía que existía en su demarcación porque a él, “le importan los adictos, no los narcos”.

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