La restauración y la encuesta secreta
Columna JFM

La restauración y la encuesta secreta

22-08-2017 La palabra es restauración. Morena no quiere regenerar sino restaurar las formas de hacer y entender la política en México. Quiere regresar al periodo revolucionario, o sea al México anterior a Miguel de la Madrid. Para el imaginario colectivo todo tiempo pasado fue mejor. Pero la verdad es que no lo fue: no lo fue en término de libertades y si el desarrollo estabilizador tuvo éxito en los años 50 y 60, en épocas de la guerra fría y de las economías cerradas, lo cierto es que desde la caída del muro de Berlín y de la economía global, todos los regímenes que intentaron continuar con ese modelo han visto como se destruía su economía y su vida política, desde las naciones de Europa del Este que se resistieron a la caída del Muro, pasando por la Cuba de los Castro y hoy en ese desastre que es la dictadura de Maduro en Venezuela.

 

Claro que nuestra democracia se ha estancado, incluso en algunos ámbitos retrocedido y es ineficiente en muchos sentidos y que el crecimiento económico del país es insuficiente para reducir las carencias e injusticias. Pero también es verdad que, como publicó ayer Excélsior ese crecimiento es muy diferente entre las zonas que han accedido a los mercados globales y modernizaron su economía, sus empresas, su educación y su vida política y los que se mantuvieron aferrados a ese pasado que Morena quiere restaurar. Aguascalientes entre el 2003 y el año pasado creció a una tasa promedio del 4.9 por ciento, Querétaro al 5.3, Guanajuato al 3.8 por ciento, Nuevo León al 4 por ciento, Sonora al 3.9 por ciento, mientras que Oaxaca lo hizo al 1.9, Chiapas al 1.1, Guerrero al 2.2. Eso desde 2003, si nos analizamos las tasas de los últimos años la distancia ha crecido aún más entre el México moderno y el que se aferra al pasado. Todos los estados, unos y otros, han tenido gobernantes buenos, regulares y malos, algunos muy calificados y otros impresentables, pero lo que ha hecho la diferencia ha sido la integración y la apertura al resto del mundo, en lo económico, en lo social y en lo económico Unos han visto hacia el futuro, con todas sus dificultades y contradicciones, los otros buscan conservar un pasado que los hunde en la pobreza y el clientelismo.

A principios de los 60, quien fuera el primer director de Prensa Latina tras la revolución cubana, Ricardo Masetti, un periodista argentino cercanísimo al Ché Guevara, y quien desapareció en la selva de Orán en 1964 intentando iniciar una guerrilla similar a la que le costó la vida tres años después al propio Ché, escribió un libro, famoso en su época, que se llamó Los que luchan y los que lloran. Por cierto, el hijo de Ricardo, Jorge Masetti, criado en Cuba y hoy exiliado, se convirtió en uno de los mayores críticos del régimen cubano, y escribió un libro imprescindible El furor y el delirio para comprender la destrucción de la revolución cubana. Lo cierto es que más de medio siglo después la iniciativa social no pasa por la revolución, sino por la modernización y la liberación de la vida política, social, económica. Es aceptar que sin educación, sin abrirse al mundo e integrarse, sin lograr que las libertades políticas y sociales sean para todos, sin que funcione un sistema de justicia que haga honor a su nombre, no habrá progreso. Hoy la diferencia no es luchar o llorar, la diferencia entre la derecha y la izquierda pasa por la defensa o no de las libertades y derechos individuales, por la aceptación de todos, independientemente de ideologías o preferencias sexuales, pasa por defender los mercados y las sociedades abiertas. Quien las rechaza no puede ser calificado ni de progresista ni de izquierdista.

¿Qué mejor paráfrasis de ello que ver al cuestionado alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez Gómez, paseando con su familia por la colonia Condesa, mientras en Venezuela califica a México como “el país más violento y desprestigiado del mundo”?

Por lo pronto, la consulta de Morena para designar candidato en la ciudad de México se convirtió en un proceso secreto: nadie sabe quién, cómo y de qué manera se levantó la famosa consulta que nadie salvo el entorno del líder conoce. Se rechazó la propuesta de Ricardo Monreal de realizar dos encuestas espejo para confirmar los resultados y legitimarlos y ni siquiera se sabe cuándo se presentarán los resultados ni quién los está evaluando. El pasado en todo su esplendor.

El hermano de Dámaso

En la guerra que se libra en Sinaloa por el control de la sucesión del Chapo Guzmán, queda claro que la organización criminal de Dámaso López, quienes mucho pensaban que sería el sucesor del Chapo, ya ha abandonado esos intentos. Mientras Dámaso espera su extradición a Estados Unidos, su hijo, apodado el Mini Lic y quien se esperaba que fuera su sucesor, ya se entregó a la DEA, lo mismo que otros personajes menores de ese cártel, mientras otros, como su principal operador financiero, fueron detenidos. Y este fin de semana fue el hermano de Dámaso, Álvaro, el que también se entregó al otro lado de la frontera, en Nogales. La pregunta es qué han negociado para pactar esas “entregas voluntarias”.

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