Una feria de incongruencias
Columna JFM

Una feria de incongruencias

14-12-2017 La política ya no es lo que era. El histrionismo ha desplazado a la razón. La militancia ya no importa en la política ni tampoco en los partidos. Menos aún importa la ciudadanía aunque todos hablen de ella. Y ni una ni otra importan porque desde la reforma del 2007 son las dirigencias las que se han quedado con todo: partidos, recursos, spots, candidaturas.

 

            Pero incluso así, hasta hace relativamente poco seguía predominando o por lo menos existiendo, un margen importante de racionalidad, que ahora, a pasos agigantados, se está perdiendo. Vamos si no es así. Seis ejemplos.

            Primero. El PAN hace unos pocos días apoyó la terna para la Auditoria Superior de la Federación, con tres personajes respetables integrándola: Arturo Orci, David Colmenares y Ángel Trinidad Zaldívar. Creo que David es el que tiene un mejor perfil, pero cualquiera de los tres sería un buen auditor superior. El PAN apoyó plenamente la terna y le dio respaldo. Pero el martes, a unas horas de convertirse en presidente nacional del PAN, Damián Zepeda regañó a sus diputados, incluyendo al muy anayista coordinador Marko Cortés, y poco antes de votar, los panistas anunciaron que le quitaban el apoyo a la terna que ellos mismos habían apoyado. Horas después, rompieron también la sesión de la cámara en oposición al mando único policial que ellos también propusieron desde hace más de diez años. También rechazan la ley de seguridad interior, otra propuesta originalmente panista, como rompieron en su momento el acuerdo constitucional para que el procurador general de la república se pudiera convertir en fiscal general, una norma que fue enviada al ejecutivo por un tal Ricardo Anaya, cuando era presidente de la mesa directiva de los diputados.

            Segundo. El domingo Anaya se deslindó y deslindó a su partido, el PAN, de los dos únicos gobiernos panistas que hemos tenido: el de Vicente Fox y el de Felipe Calderón. Ricardo fue parte del gobierno de Calderón, que fue quien lo trajo a México y lo convirtió en subsecretario de Turismo, en diputado y en secretario general del PAN. En la primera fila del domingo, aplaudiendo a rabiar a Anaya en su deslinde con Fox y Calderón, estaban Santiago Creel, el principal operador de Ricardo, y Jorge Castañeda, su ideólogo (y quien dicen que escribió el discurso del candidato del Frente). Santiago fue el secretario de Gobernación de Fox durante cinco largos años y su candidato para la presidencia; Castañeda fue el canciller de Fox durante tres años.

            Tercera. John Ackerman, quien presume de ser ideólogo de López Obrador y que es el colaborador estrella en México del órgano oficial de Vladimir Putin, Rusia Today (no olvidar esa relación de Ackerman y Morena con Putin porque dará que hablar en el proceso electoral del año próximo), resulta que ahora, lo mismo que López Obrador, es guadalupano. La búsqueda del poder a toda costa sin duda hace milagros.

            Cuarto. Miguel Barbosa se significó durante años como uno de los legisladores más respetuoso y querido por sus adversarios, además de ser uno de los más convencidos críticos de López Obrador. Quienes aún recuerdan a Miguel entrando de traje de gala al palacio de Buckingham, acompañando al presidente Peña Nieto, están desconcertados al verlo convertido en un hooligan, desde que repentinamente se hizo miembro de Morena. Su participación y sus gritos a los gobernadores en la comparencia de éstos el lunes pasado, con motivo de  las consultas a la ley de seguridad interior, fue simplemente vergonzosa. Digna de Fernández Noroña.

            Quinta. El partido Encuentro Social (PES), de raíces cristianas, ha coqueteado con todas las fuerzas políticas desde su reciente nacimiento. Estuvo cerca del PAN, luego del PRI y ahora, repentinamente, se alió con Morena. No ha dado una sola explicación política o ideológica de esos acercamientos o rupturas. La única razón es ganar espacios de poder. Irán con Morena porque además de colocar a Cuauhtémoc Blanco como candidato en Morelos, obtuvieron una insólita cantidad de posiciones legislativas que nunca hubieran ganado como partido yendo solos, pero que tampoco les hubieran dado ni el Frente ni mucho menos la coalición priista. No es teoría de conspiración ni mucho menos tuvo algo que ver en ello Miguel Osorio, como algunos han dicho, es simple oportunismo, alimentado, quizás, por la identidad religiosa con el candidato de Morena.

            Como diría Marx, pero Groucho, no Carlos, si no les gustan mis principios no se preocupen, aquí tengo otros.

La reforma que ya cuajó

Dice Andrés Manuel que de llegar a la presidencia de la república dará marcha atrás a la reforma educativa. No comprende que esa reforma ya cuajó, ya es parte de la realidad del magisterio. Hace un año, cuando se registró la primera evaluación magisterial, hubo que recurrir a la policía para permitir que lo maestros se evaluaran, en medio de fuertes disturbios. Este fin de semana se realizó una nueva evaluación anual, participaron el 95 por ciento de los maestros convocados. No pasó nada, no fue ni siquiera noticia.

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