17-04-2018 Entre todas las propuestas que están fuera de la realidad que ha presentado Andrés Manuel López Obrador, pocas son tan insensatas como la de suspender la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México. Es simplemente un capricho que entra en contradicción con estudios nacionales e internacionales, con especialistas aéreos, con algunos de los arquitectos y diseñadores más importantes del mundo y, sobre todo, con la propia realidad. Tampoco tiene sustento alguno la alternativa que propone: mantener el actual aeropuerto y construir “dos pistas” en la base militar de Santa Lucía, a 60 kilómetros de la actual terminal.
Olvidemos por un momento que a la construcción de las “dos pistas” se le tienen que sumar terminales, comercios, logística aeroportuaria, transporte y vías de comunicación para llegar hasta Santa Lucía, que habría que reinstalar la base militar y que no tiene sentido tener una terminal tan lejos de la otra. Hay algo más sencillo que invalida la propuesta: Santa Lucía y el actual aeropuerto no pueden compartir el espacio aéreo. No pueden operar simultáneamente porque para entrar o salir del valle de México no pueden tener rutas alternativas.
En un comic (imagínese usted la seriedad del debate) López Obrador dice que muchas ciudades tienen dos o más aeropuertos. Es verdad, muchas, pero, primero son aeropuertos que no son terminales del otro. Y esas ciudades pueden tener dos, tres o muchos más aeropuertos (en Nueva York hay tres aeropuertos además de otros tres cercanos para vuelos privados) porque no están a dos mil metros de altura, en un valle rodeado de montañas. Tienen innumerables rutas de aproximación aérea que nosotros no tenemos. Y eso se aplica a toda ciudad que quiera tener más de un aeropuerto: puede tener todo para construir un aeropuerto donde quiera, pero su viabilidad dependerá exclusivamente de las rutas de aproximación posibles.
Me parece muy bien que Carlos Slim haya salido, por fin, a defender la propuesta del nuevo aeropuerto. Fue la de Slim una buena defensa que parte, además, de uno de los empresarios que participan de la construcción y diseño el aeropuerto y de un empresario que ha sido cercano a López Obrador (su consuegro, Miguel Torruco, está propuesto por López Obrador como secretario de Turismo, uno de los sectores más interesados en la construcción del nuevo aeropuerto). Lo que alarma es que muchos otros desde empresarios hasta comunicadores, tarden tanto en dar el debate sobre propuestas que simplemente no son viables o ocasionarían un daño inocultable al país. No estamos hablando de opciones políticas sino de propuestas practicables o no. El candidato de Morena, o cualquier otro,puede ganar las elecciones e instrumentar su plan de gobierno, pero no puede de un plumazo acabar con instituciones o con proyectos estratégicos.
Lo del aeropuerto es paradigmático porque si un proyecto tan claro en términos estratégicos, comerciales, turísticos, puede ser desechado a pesar de que no hay un solo especialista serio que respalde la propuesta de López Obrador (¿se acuerda cuando en el sexenio de Fox los mismos que ahora apoyan Santa Lucía, incluyendo al ingeniero Jiménez Espriu, decían que no se podía construir un aeropuerto en Texcoco porque se afectaba a los patos de la zona?), qué podemos esperar de otros temas estratégicos.
Quien gane la elección presidencial, si lo hace respetando la ley, tiene el derecho a impulsar desde el poder su programa. Pero no tienen derecho a destruir las instituciones o proyectos estratégicos que hace años, a veces décadas, se están desarrollando con amplio consenso y en el marco de la legalidad. Puede haber profundas diferencias políticas e incluso modelos económicos alternativos. Pero no se puede cambiar irresponsablemente el rumbo y las instituciones de un país a partir de ocurrencias. Si se lo intenta debe haber una resistencia, en el mejor sentido de la palabra, tan férrea como la que está teniendo el presidente Donald Trump cuando intenta hacer algo similar en Estados Unidos.
Más allá de quien gane las elecciones debemos seguir siendo un país abierto, competitivo, plural y con equilibrio de poderes. Y ese debate, y la defensa de esa visión, es un tema demasiado importante para que en él participen sólo los políticos.
Maestros
En Chihuahua se le ha abierto otro frente a Javier Corral: los maestros en paro por los reiterados incumplimientos del gobierno estatal y por los intentos de dividir al magisterio local. A eso súmele que la procuraduría estatal envió a la PGR el expediente con la investigación del asesinato de la periodista Miroslava Breach “rasurado”, para proteger, se supone, a los dos funcionarios estatales presuntamente involucrados.
Salinas Pliego
El blog de Ricardo Salinas Pliego cumple diez años. No hay otro caso de un gran empresario que mantenga cotidianamente un espacio en las redes para hablar de sus experiencias, visiones y propuestas. Felicidades.
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