Confusión y contradicciones en la crisis
Columna

Confusión y contradicciones en la crisis

22-04-2020 Lo ocurrido en la mañanera de ayer muestra el grado de confusión y las profundas contradicciones que está viviendo la administración López Obrador en medio de las crisis sanitaria, energética y económica, de seguridad y política que está sufriendo el país.

Ayer con minutos de diferencia se anunció que entramos en fase tres de la pandemia de covid 19 y poco después que el primero de junio se reanudarán las clases en todo el país. Mientras los precios del crudo estaban literalmente bajo cero, se aseguraba que no pasaba nada “porque ya invertimos en pozos y refinerías” (sic). Mientras los médicos y enfermeras siguen siendo el grupo social con mayor cantidad de víctimas por el covid 19 y continúan las protestas por la falta de equipo de protección, el Presidente aseguró que “tenemos las camas, tenemos los equipos, tenemos los médicos, esto va bien”.

La tensión es la constante porque se enfrentan fuerzas encontradas. Si el subsecretario López Gatell dice que la pandemia comenzará a declinar a fines de junio ¿porqué comenzarán las clases el primero de ese mes?. Si existen condiciones para que los niños regresen a clases el primero de junio me imagino que también las habrá para que funcionen todas las empresas, industrias y comercios. Si se opta, como también se dijo ayer, por medidas escalonadas no tiene sentido que todos los niños regresen a la escuela.

Tampoco tenemos las camas y equipos para afrontar la fase tres como dice el Presidente. Ayer mismo volvieron médicos y enfermeras a quejarse porque no cuentan con equipo suficiente, en algunos hospitales denuncian que no hay ni siquiera agua y jabón, las máscarillas y batas enviadas de China no sirven, hay hospitales en los que se les pide que las mascarillas N95 las utilicen hasta dos semanas, cuando son desechables. Y lo más importante: médicos y enfermeras son, porcentualmente, las principales víctimas, hasta ahora, de la enfermedad. El pueblo tampoco se comporta ejemplarmente con ellos como se dijo: la propia jefa de enfermeras del IMSS, con lágrimas en los ojos, explicó el lunes, en la mañanera, las forma en que son agredidos e insultados los hombres y mujeres que están en la primera línea de la lucha contra la enfermedad. Es escándaloso.

En el ámbito energético lo ocurrido en el mercado petrolero obligaría a un replantamiento completo de la estrategia en el sector energético. Que se festine que se ha invertido en pozos y refinerías para aumentar la producción es un sin sentido absoluto en un momento en el que los precios del crudo están bajo cero y no se recuperarán en el corto o mediano plazo. La decisión debe ser la contraria: bajar la producción a los mínimos imprescindibles para no perder dinero ni malbaratar el crudo.

Ya hemos visto que nuestra actuación reunente al recorte en la reunión de la OPEP+ no nos dejó ningún beneficio y sí provocó el avance de otros países sobre los mercados que suele atender México. También se comprobó que la reforma energética era acertada: esos costos que ahora tiene que asumir Pemex y por ende el gobierno federal, con la reforma los asumían particulares, que eran también quienes realizaban las inversiones. Pemex y el Estado mexicano recibía los beneficios y no los costos. Hoy es exactamente al revés.

Es urgente replantear toda la estrategia energética. Hay que regresar a los puntos centrales de la reforma, volviendo a abrir el sector a la inversión privada; hay que volver a apostar al gas y a las técnicas modernas para extraerlo; hay que regresar a las energías renovables. Me parece muy bien que el presidente López Obrador esté en comunicación con Trump, pero en lugar de establecer acuerdos que no conocemos sería mejor avanzar en esa suerte de mercado energético común que está esbozado en el propio TMEC. Hoy seguimos pensando en la industria energética con los parámetros de la nacionalización de Lázaro Cárdenas y ni esa industria ni ese mundo siquiera existen.

Está bien que se vote la ley de amnistía para liberar a presos no peligrosos y que no hayan cometido delitos violentos. Pero de la mano con la amnistía hay quienes, como la secretaría técnica de tortura del Instituto de la Defensoria, que están aprovechando para meter una enorme cantidad de Amparos para sacar a delincuentes de alta peligrosidad, con el pretexto de faltas al debido proceso y el coronavirus, es decir pretenden sorprender a los jueces y sacar a gente peligrosa de las prisiones.

El lunes, el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar impulsó, desde su alta investidura, lo que han propuesto ya otras voces: un llamado a la unidad ante la crisis que vive el país. Así debe ser, pero para que haya unidad debe haber desde un discurso que la promueva hasta acuerdos y pactos que la impulsen.

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