Se llama periodismo
Columna

Se llama periodismo

20.02.2023 Permítame contar una historia personal. El miércoles 19 de febrero de 2009 comenzó en lo que entonces se llamaba Proyecto 40, el programa Todo Personal, conducido por un servidor y por mi compañera Bibiana Belsasso, que con el paso de los años se convirtió también en mi pareja de vida.

Cumplimos ayer 14 años al aire. No era una alternativa deseable entonces: en televisión combinar política y seguridad, opinión e investigación en un mismo espacio decían que no era recomendable, no se quería contaminar una cosa con la otra: la seguridad era vista como nota roja, y no se terminaba de entender que pocas cosas son tan políticas e impactan tanto a la sociedad como la inseguridad y que el accionar del crimen organizado debe ser analizado como el de un grupo de poder, político, social, económico. Que periodísticamente la violencia, la inseguridad, el crimen organizado deben ponerse en contexto y respaldarse con información dura para romper la trama de rumores, chismes, amarillismo que se construye en torno a ellos.
Comenzamos en Todo Personal con un programa de 15 minutos cada miércoles. Poco después estuvimos dos días por semana, y al poco tiempo, fueron, como seguimos siendo, un espacio de media hora diaria, de lunes a viernes, desde hace años a las 11 de la noche. Y lo hemos hecho con una enorme libertad editorial. Tuvimos al inicio el apoyo casi incondicional de Luis Armando Melgar, entonces director del canal, apoyo que continúa hasta el día de hoy con Luciano Pascoe, ya en la ápoca de ADN40, y que se refrenda cada día por Ricardo y Benjamín Salinas. Para todos ellos y muchos más, no queda más que agradecer el apoyo y el respaldo cotidiano en unos tiempos, aquellos y éstos, en los que es muy complejo hacer este tipo de periodismo con independencia, basado en datos duros, manteniendo la verdadera objetividad que se basa en la reflexión, opinando con la mejor información y utilizando la menor cantidad de adjetivos posibles.

La investigación y la opinión son el eje del periodismo actual. Ante la verdad alternativa y la desinformación, investigar, opinar, tratar de establecer esa rara objetividad que permite manifestarse con base en información dura, es lo que diferencia al periodismo de las redes sociales y de los propagandistas de ocasión, de los que cotidianamente intentan caricaturizar y denigrar a periodistas y medios.

Ninguno de los principales periodistas de este país son simples lectores de noticias. Quien no haya reporteado no es periodista. Para la conducción de noticias, de radio o televisión, se requieren determinadas habilidades, pero son otras muy distintas las que se necesitan para reportear, que es lo que hacemos los periodistas, para construir espacios de noticias, para investigar y opinar con certidumbre: no se puede tener una visión fidedigna sin estar en los lugares, sin hablar con la gente, sin saber de lo que se informa, de la misma forma que no se puede tener una imagen creíble en los medios electrónicos sin saber escribir, sin saber poner en claro, en un papel, las ideas, los datos, las impresiones y convicciones, sólo de esa forma se tiene claridad en la pantalla, en el radio o en las redes. Se puede acertar o no, se pueden tener errores de apreciación, pero no de información, los datos deben ser duros, deben estar verificados, se deben trasmitir con claridad, ese es el eje de esta profesión.

El desafío es mostrar lo importante y hacerlo interesante, competir con información, datos y opiniones contra la desinformación y las verdades alternas que nos quieren imponer y con las que nos bombardean todos los días.

Eso es algo de lo que intentamos hacer, desde hace 14 años, en Todo Personal, a lo largo de tres administraciones tan distintas como las de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador. Han sido años de alternancia y de pluralismo, que progresivamente se ha convertido en polarización y endurecimiento. Muchos políticos y funcionarios han estado en el cielo y han caído en el infierno del poder en estos 14 años, el país ha cambiado, la cifra de muertos y de violencia ha seguido creciendo sin descanso, hemos transitado por una guerra entre cárteles, una pandemia, un serie de huracanes políticos e innumerables escándalos, han nacido y quebrado medios y empresas, hemos pasado por Obama, Trump y Biden, hemos podido ver con nuestros propios ojos y mostrárselo a usted, la decadencia, el deterioro que hemos vivido del tejido social. Y también mostrado personajes de los que deberíamos estar socialmente orgullosos.

Decía Kapuscinski que “para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”. Y es verdad, pero hay que complementarlo con lo que decía nuestro Francisco Zarco: “No escribas como periodista lo que no puedas sostener como hombre”. De eso se trata, eso es lo que hemos intentado hacer durante estos 14 años y seguiremos haciendo en el futuro con Bibiana en Todo Personal. Y por supuesto, como lo venimos haciendo desde muy jóvenes, desde 1989 en otros medios, y desde el 2006 en Excélsior, en estas Razones. Se trata, simplemente, de hacer periodismo.

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