Así se hace justicia en Veracruz
Columna

Así se hace justicia en Veracruz

Si hay un estado donde la justicia ha sido torcida en forma casi cotidiana y se ha manejado al antojo del gobernador en turno, ha sido en Veracruz. En muchos sentidos, la actuación de Cuitláhuac García ha sido muy cuestionable pero en el ámbito de la justicia ha destacado como ha utilizado la misma como un mecanismo de venganzas políticas, han inventado delitos y delincuentes, encarcelado gente sin justificación alguna. Es una de las formas más graves de autoritarismo que vivimos en el país. Es también uno de los gobernadores peor calificados.

¿Recuerda usted el caso de la juez Angélica Sánchez, amenazada por el gobernador, detenida en la ciudad de México, llevada a Veracruz, donde fue liberada, se la intentó volver a detener, tiene procesos en su contra y una larga serie de acusaciones que se exhibieron incluso en la mañanera?. Pues bien, toda esa inquina contra la juez proviene de su decisión en un caso que exhibe la forma en que se aplica la justicia en Veracruz.

El 3 de junio de 2023 fue detenido por elementos de la Fiscalía de Coahuila, en Ramos Arizpe, el empresario Itiel Palacios García, fue presentado como un importante y peligroso narcotraficante responsable de los asesinatos de Eneas Pérez Ramírez y Leonardo Hernández, ocurrido el 27 de abril de 2018 en un palenque de Playa Vicente, Veracruz.

La investigación la había realizado la fiscalía de Veracruz y se basaba en el testimonio de cuatro testigos que afirmaban haber visto a Itiel hacer los disparos. Con base en esos testimonios el empresario fue detenido, trasladado a Veracruz y se le inició un proceso, a pesar de que tenía innumerables pruebas de que nunca había estado relacionado con el crimen organizado y que el día de los hechos estaba en una fiesta en Coahuila y no en el palenque donde ocurrieron los hechos. Tenía decenas de testigos que certificaron ese dicho.

Cuando se avanzó en la investigación, resultó que los cuatro testigos que había presentado la fiscalía de Veracruz, en la delegación Playa Vicente, eran testimonios falsos, personas que habían ido por otras razones a esas oficinas a las que les hicieron firmar hojas en blanco y que tiempo después descubrieron que habían sido presentados como testimonios suyos. Los denunciantes fueron engañados por los fiscales de Playa Vicente. Por eso este empresario fue liberado por la juez Angélica Sánchez e inmediatamente después se le inventó otro delito para volver a detenerlo al tiempo que se levantaba un proceso contra la juez (que ahora será candidata local por MC en los comicios de junio).

Los testigos a los que se les suplantó la identidad han demandado ante la FGR a la fiscalía y los fiscales en Playa Vicente y explicado sus casos. El primer testigo es Francisco Jaimes Macedo, que se presentó el 9 de febrero a las instalaciones de la FGR para denunciar el robo de identidad en el caso de Playa Vicente.

El 7 de junio de 2023, cuatro días después de que Itiel fue reaprendido, encontró a su cuñado robando en su casa y fue a la fiscalía regional a levantar la denuncia, lo recibió el fiscal Julio Zamora y lo llevó con otros dos fiscales para que le tomaran declaración. Como lo conocían, le dijeron que para ahorrarle tiempo, les firmara y pusiera su huella en unas hojas en blanco con membrete de la Fiscalía y que ellos luego la llenarían. Nunca más supo de su denuncia hasta que se enteró meses después, en noviembre, de que era el testigo de cargo en contra de Itiel. Hizo la denuncia ante la FGR porque vive asustado e inquieto de que algo le pase a él o a su familia.

El segundo testigo es Juan Hernández Pérez, que fue el 8 de enero de 2023 a esas mismas oficinas de la fiscalía local para atestiguar en el caso de un choque de un automóvil con una motocicleta, el accidente había sido el 11 de abril de 2021, y como murió una persona fue llamado a testificar. Fue entrevistado por el fiscal Javier Valderrabano Vázquez, que le tomó los datos y le pidió que fuera con el fiscal Zamora. Este le dio hojas en blanco para que firmara y pusiera sus huellas y le dijo que con eso era suficiente, que no era necesario que regresara a la fiscalía, que el propio Zamora llenaría esas hojas con su denuncia. Meses después se enteró que era el testigo de cargo en el caso de los asesinatos atribuido a Itiel.

El tercer testigo es Emilio Pulido Gómez, que también fue a testimoniar por el mismo accidente automovilístico. Cuando llegó a la fiscalía lo atendieron dos fiscales, le dijeron que pusiera sus huellas en unas hojas en blanco y que ellos las llenarían con su declaración. Que ya no tenía que regresar. Meses después, un amigo le informó que aparecía como testigo del homicidio. Emilio es un muchacho de 24 años que trabaja como estibador y que dice que ni siquiera se enteró de que hubo un ataque armado en el que habían muerto dos personas. Los tres han presentado denuncia en la FGR contra la fiscalía veracruzana y los fiscales que intervinieron en el caso.

Así se hace la justicia en Veracruz, así gobierno Cuitláhuac García.

Ayotzinapa

La fiesta del jueves en el Lienzo Charro de Tixtla que organizaron con grupos de narcocorridos para celebrar un aniversario más de la fundación de la Normal de Ayotzinapa, terminó mal, balacera con una patrulla, un estudiante muerto, al día siguiente protestas, quema de vehículos, incluyendo dos camionetas de la Guardia Nacional y el secuestro de diez elementos de esta corporación, robos de autobuses. Algo hay que hacer con la Normal de Ayotzinapa. El deterioro, en todos los sentidos es evidente.

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