La imagen distorsionada
Columna

La imagen distorsionada

Dice el presidente López Obrador que los medios estamos dando una imagen distorsionada de la realidad en nuestro país, sobre todo en el ámbito de la seguridad. Es posible, pero en un sentido contrario al expresado por el presidente: los medios quizás no podemos terminar de abarcar la magnitud del drama social que vivimos en México. Son 180 mil muertos, 50 mil desaparecidos, miles y miles de familias y empresas que sufren la inseguridad, el robo, la extorsión, el secuestro.

En sólo esta semana la sucesión de hechos terribles resulta inabarcable. Ayer fue liberado el periodista tapatío Jaime Barrera. Estuvo secuestrado por criminales durante dos días. Como él mismo explicó, se trató de “una advertencia” por escribir cosas que no le gustaron a su captores. ¿Qué había escrito Barrera? Una columna en El Imparcial donde hablaba de Nemesio Oseguera, El Mencho, el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación y de cómo había sido recibido con todos los honores en un palenque con corrida de toros en Autlán, mientras se supone que es uno de los delincuentes más buscados de México. Barrera finalmente fue liberado. Tuvieron mucha peor suerte los 47 periodistas asesinados en lo que va del sexenio. Por cierto, seguimos sin saber quién fue el autor intelectual y el móvil del atentado contra Ciro Gómez Leyva.

En Guerrero, los supuestos normalistas de Ayotzinapa, en una jornada violenta quemaron las instalaciones de la fiscalía de justicia del estado y dejaron heridas a 25 personas durante el ataque, en el que también incendiaron 11 patrullas y autos oficiales. El presidente dijo que los estudiantes “tienen derecho a expresarse” (sic). Mientras tanto, era asesinado otro candidato en el estado, esta vez fue Tomás Morales Patrón, aspirante a la alcaldía por Morena en Chilapa. 

Dos peritos de la FGR que investigaban el tema Ayotzinapa fueron secuestrados cuando se dirigían a Chilpancongo y aparecieron dos días después en Morelos, nadie ha dado una sola explicación sobre qué les sucedió. El policía que supuestamente asesinó al joven Yanqui Ramos Peralta se fugó cuando debía estar bajo custodia de las autoridades.

Mientras tanto, todas las agencias de seguridad de Estados Unidos comparecieron ante comités del senado y el capitolio y todas expresaron preocupación por lo que sucede en México, por la migración y el tráfico de fentanilo. 

Coincidieron la directora nacional de Inteligencia de ese país, Avril Haines, que afirmó que “no hay duda de que es un desafío para el gobierno de México lidiar con los cárteles, y hay partes del país que están efectivamente bajo el control de los cárteles”. La amenaza de las drogas ilícitas, agregó Haines “permanece en niveles históricos, ya que las organizaciones criminales transnacionales en México suministran y mueven grandes cantidades de opioides sintéticos, como el fentanilo, hacia Estados Unidos”.

 El director del FBI, Christopher Wray, en esa misma comparecencia, dijo que “estamos viendo un gran número de muy peligrosas amenazas que emanan de la frontera (con México)”. Aseguró que el FBI “ha detectado una red de tráfico de personas (en México) cuyos facilitadores tienen vínculos con el Estado islámico… es un asunto, dijo, que nos preocupa mucho y al que le hemos dedicado una enorme cantidad de esfuerzo para investigar junto a nuestros aliados… hemos registrado la entrada de varios sujetos peligrosos de todo tipo”.

El nuevo jefe del Comando Norte, el generalGregory M. Guillot, compareció ante el comité de asuntos militares de la cámara baja y sostuvo que “las organizaciones delictivas transnacionales de México y de otros lugares del Hemisferio Occidental siguen fomentando la inestabilidad y desafiando al Estado de derecho, creando oportunidades potenciales para que nuestrosadversarios estatales y no estatales amplíen su acceso e influencia” a lo largo de la frontera sur. Sostuvo que “la migración irregular a través de México alcanzó niveles récord en el último año y la violencia relacionada con las drogas se ha intensificado a medida que los cárteles rivales luchan por el control de las lucrativas rutas de tráfico de drogas y de personas”.

Ayer, en Alcalá de Henares, España, la organización humanitaria Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Jalisco, recibió el Premio de Derechos Humanos Rey de España de manos de Felipe VI, quien alabó el “coraje” de las familias que buscan a sus familiares desaparecidos en México y expresó su apoyo en su “difícil y tan necesaria” labor. Felipe VI dijo que organizaciones como FUNDEJ “no permanecen indiferentes ante la adversidad” y subrayó que la desaparición de una sola persona “erosiona la confianza en las instituciones y desafía la conciencia colectiva”. Sólo en Jalisco se estima que hay unos 15 mil desaparecidos y en el país ha habido unos 50 mil desaparecidos durante este sexenio. Ayer en Palacio Nacional se dijo que era información sin sustento, calumnias. 

Suecia

Hoy terminan su visita a México los reyes de Suecia, Carl Gustav y Silvia. Tengo por la nación nórdica el mayor de los cariños y admiración. Viví en Suecia tres años, siendo muy joven, era entonces el territorio de asilo paradigmático para quienes salíamos de América latina, tuve educación y trabajo, ahí nació mi primera hija. Recuerdo mi sorpresa cuando vi a la reina Silvia haciendo compras sin custodias en una tienda departamental; cuando pude pláticar largo y sin conocerlo previamente, con un admirado Olof Palme; cuando veía a un secretario de Estado tomar el metro, con una bicicleta al hombro, a la misma hora que yo iba a trabajar. Suecia, como todos los países, tiene problemas pero en muchos sentidos es una nación entrañable y ejemplar.

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