La Nueva Familia Michoacana ha encontrado en los centros de rehabilitación una fuente de reclutamiento y operación en el Estado de México. Esta práctica no es nueva, remontándose a años atrás, desde el sexenio de Calderón hasta la actualidad. Estas instalaciones, originalmente destinadas a la recuperación de personas con adicciones, se han convertido en puntos estratégicos para grupos criminales.