Todo Personal
Columna

Todo Personal

Esta es una columna muy personal. Hoy cumple 16 años al aire, en ADN40, el programa Todo Personal que, de lunes a viernes, realizamos con mi compañera Bibiana Belsasso. Cuando se argumenta que en estos temas las cosas se dicen pero que “no es nada personal”, nuestra convicción siempre ha sido que “en el poder y en la política todo, absolutamente todo, es personal”. 

Como le recordaba a sus periodistas el redactor jefe del Detroit Free Press y autor de Absence of Malice, Kurt Luedtke (gracias a mi amigo Fred Álvarez que me envió hace muchos años el texto): “De sus juicios discrecionales penden reputaciones y carreras, sentencias de cárcel y precios de mercaderías, espectáculos de Broadway y suministros de agua. Ustedes son el mecanismo de la recompensa y el castigo, los árbitros de lo justo y de lo injusto, el ojo incansable del juicio cotidiano. Ya no moldean, simplemente, la opinión pública, sino que la han suplantado”.

Todo Personal es un espacio diferente en un medio tan intenso y competido como la televisión, no sólo por haber perdurado tantos años o porque hable de seguridad y narcotráfico, algo que hace 16 años en televisión casi no se hacía, sino porque también hablamos de política, de cultura, de ciencia y cruzamos todos esos temas, porque en estos años hemos entrevistado al general Salvador Cienfuegos para que nos platique su experiencia cuando fue detenido en Estados Unidos y al papa Francisco para que nos recuerde su experiencia durante la dictadura argentina, porque hemos tenido a presidentes, líderes sociales y políticos, artistas, deportistas, pero sobre todo hemos contado las historias del poder y de la sociedad.

 Lo que hizo, ha hecho y tratará siempre de hacer diferente a Todo Personal es que cuenta historias y también opina. Creemos que el periodismo debe basarse en hechos, y sobre todo en investigación, pero también debe mostrar la opinión sustentada sobre ellos. La investigación y la opinión son el eje del periodismo actual. Ante la verdad alternativa y la desinformación, investigar, opinar, tratar de establecer esa rara objetividad que permite manifestarse con base en información dura, es lo que diferencia al periodismo de las redes sociales y de los propagandistas de ocasión, de los que cotidianamente intentan caricaturizar y denigrar a periodistas y medios.

Hace un par de años, hablando de estos temas, decíamos que ninguno de los principales periodistas de este país son simples lectores de noticias. Quien no haya reporteado no es periodista. Para la conducción se requieren determinadas habilidades, pero son otras muy distintas las que se necesitan para reportear, contar historias en el lugar de los hechos, que es lo que hacemos los periodistas, para construir espacios de noticias, para investigar y opinar con certidumbre: no se puede tener una visión fidedigna sin estar en los lugares, sin hablar con la gente, sin saber de lo que se informa, de la misma forma que no se puede tener una imagen creíble en los medios electrónicos sin escribir, sin saber poner en claro, en un papel, las ideas, los datos, las impresiones y convicciones, sólo de esa forma se tiene claridad en la pantalla, en el radio o en las redes. Se puede acertar o no, se pueden tener errores de apreciación, pero no de información, los datos deben ser duros, deben estar verificados, se deben trasmitir con claridad, ese es el eje de esta profesión. Podemos tener opiniones diferentes, decía Obama, pero no datos diferentes.

En estos 16 años hemos tenido miles de satisfacciones, hemos recorrido el país y parte del mundo, hemos tenido reconocimientos y errores, hemos acertado y en un par de ocasiones hemos tenido que rectificar, hemos tratado de no ser políticamente correctos ni de dejarnos guiar por modas políticas o sociales, los hechos han sido tan importantes como las opiniones, hemos develado historias terribles y hemos sido amenazados por políticos, narcos y sectas religiosas, lo que demuestra que algo debimos estar haciendo bien.

Haberlo hecho durante 16 años sin el apoyo de Luis Armando Melgar, nuestro primer director en Proyecto 40, y de Luciano Pascoe, nuestro director en ADN40, hubiera sido imposible, ellos han sido tan importantes como contar con el respaldo y la libertad que nos han dado Ricardo Salinas Pliego y Benjamín Salinas Sada. Con ellos, reporteros, camarógrafos, productores, staff. Poco y nada en el periodismo se puede realizar sin un equipo, sin el trabajo conjunto de muchos.

 No dejan de ser estos tiempos difíciles, complejos, donde ante las tentaciones autoritarias, el periodismo que investiga y opina juega un papel más importante que nunca. Dice Cervantes en El Quijote que “la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre”. Esa libertad es de la que hemos gozado y por la que hemos luchado, por la que tratamos de trabajar cotidianamente, ese el bien más preciado que hemos tenido en estos 16 años en Todo Personal

Decía Kapuscinski que “para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”. Y hay que complementarlo con lo que decía nuestro Francisco Zarco: “No escribas como periodista lo que no puedas sostener como hombre”. 

De eso se trata, por eso todo es personal, eso es lo que hemos intentado hacer durante estos 16 años y seguiremos haciendo en el futuro con Bibiana y todo nuestro equipo en Todo Personal. Se trata, simplemente, de hacer periodismo. Gracias por acompañarnos.

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