19-03-2019 Al presidente López Obrador le molestó que lo etiquetaran en un documental como populista y, como haría cualquier buen populista, lanzó un ataque utilizando los instrumentos del Estado contra los creadores de ese documental, que podrá ser debatible en su contenido, incluso en la identificación de López Obrador con esa corriente, pero es absurdo que se lo considere parte de una campaña negra en su contra.
Se lanza el aparato del Estado contra personajes que molestan o contradicen al presidente, sea el presidente de la Comisión Reguladora de Energía o los creadores del citado documental, incluso sabiendo que al hacerlo, se está violando la presunción de inocencia y, si se quisiera avanzar legalmente, contra el debido proceso de los inculpados.
Es por acciones como esas que la iniciativa de revocación de mandato y consulta ciudadana genera tanta desconfianza en las oposiciones. En una democracia debe haber mecanismos muy claros para poder acortar o terminar con el mandato de un jefe de estado. Hacer una consulta a mitad de mandato usando simultáneamente los comicios en los que renovará el Congreso, la mayoría de los gobiernos estatales, centenares de municipios y con la excusa de la consulta poner al presidente en la boleta electoral, es hacerlo un actor legal del proceso, incluyendo su participación física y publicitaria en la contienda.
La iniciativa además está redactada de forma tal que puede ser interpretada que la consulta puede realizarse no sólo para revocar el mandato presidencial, sino también para prolongarlo, y por ende entra de lleno en el tema de la reelección presidencial.
No creo que en el escenario de López Obrador esté la reelección en 2024. Pero lo está en el imaginario colectivo de algunos de sus correligionarios: lo dejaron bastante claro en el debate de la cámara de diputados. Está bien también que el Presidente firme un compromiso de que no buscará reelegirse, pero entonces lo mejor es que dejemos las leyes como están y en todo caso que se plantee para administraciones futuras, no para el mandatario en funciones.
Decía Marx, pero Groucho no Carlos, que "la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Y esta iniciativa es la mejor demostración de ello. La no reelección es uno de los instrumentos legales que le dieron paz y estabilidad al país, revisarla aunque sea negándolo, es un grave error.
Por eso mismo las fuerzas de la oposición deben volver a repetir en el Senado la estrategia que les permitió ejercer cambios importantes en la reforma de la Guardia Nacional. Tienen los votos necesarios para frenar una iniciativa que, cómo está, distorsionará todo el escenario político en las elecciones del 2021 y el 2024. A ver si tienen la capacidad de hacerlo y de llevar al oficialismo a una necesaria negociación que evite las tentaciones autoritarias y reeleccionistas.
30 años de Razones
Esta columna cumple hoy 30 años desde que se publicó por primera vez en el unomásuno, en 1989, con Luis Gutiérrez Rodríguez como director. Allí nació Razones, que se publicaba entonces los domingos (luego los lunes) y los jueves. En 1993, mi amigo Pablo Hiriart me ofreció convertir Razones en una columna diaria en El Nacional. En 1995 Razones emigró a otro gran periódico, El Financiero, dirigido entonces por Rogelio Cárdenas. Cuando nació Milenio, en el año 2000, Razones fue una de sus primeras columnas por invitación entonces de Federico Arreola. Y desde 2006, cuando Olegario Vázquez Raña y Olegario Vázquez Aldircompran Excélsior, ésta ha sido la casa de Razones. La idea ha sido siempre la misma: investigar y opinar, reflexionar y sentar posiciones con claridad, sin doble lenguaje ni subterfugios, respetando sobre todo los datos, la información, a los lectores e interlocutores. El compromiso es seguir, como siempre, por esa ruta. Gracias a todos los que hicieron posible que recorriera este camino durante 30 años.