¿Qué festejaremos el primero de julio?

26-06-2019 A otro mandatario, con un estilo diferente de gobernar o de entender el poder al de López Obrador, se le podría proponer que se utilizara el evento que se llevará a cabo el lunes primero de julio a un año de su triunfo electoral, para rectificar, revisar, corregir el rumbo de lo que se ha hecho mal y está causando daño a la estabilidad del país en estos meses y para retomar el camino del crecimiento y la seguridad.

 

No será así. ¿Qué podrá festinar el presidente el próximo lunes en el Zócalo capitalino?. Realmente no hemos tenido avances en casi nada: se canceló irracionalmente el mayor proyecto de infraestructra que tenía el país, el aeropuerto de Texcoco a un costo inadmisible, de cientos de miles de millones de pesos (apenas ayer nos enteramos que el  impuesto del TUA que pagamos todos los que realizamos un viaje aéreo, servirá durante 19 años para pagar a los acreedores de Texcoco por no realizar la construcción, estaremos pagando millones durante dos décadas para no continuar la obra). Su reemplazo en Santa Lucía no inicia ni tiene un solo permiso aeronaútico internacional como para hacerlo, más allá de las suspensiones definitivas impuestas por la justicia.

Se ha despedido a cien mil trabajadores del sector público que han engrosado las filas del desempleo; a los que mantuvieron el empleo se les redujeron los ingresos y las prestaciones. La generación de empleos ha caído en el último mes al nivel más bajo de los últimos años. Se dice que se compensa con los jóvenes que reciben becas, pero esos no son empleos y tampoco son productivos. Hay en la ciudad de México más de 40 mil albañiles que han perdido su trabajo (más otros 40 mil trabajadores de la construcción que estaban laborando en el aeropuerto de Texcoco) porque la jefa de gobierno capitalina decidió suspender los permisos de construcción en la capital del país.

Existe una grave crisis de medicamentos, y desde hace meses crece el desabasto. Ayer se anunció un acuerdo de retrovirales pero no se informó a quiénes se compró, la marca y la calidad de los mismos. De los demás medicamentos se supone que en estos días se realizará la licitación para la compra. No se entiende entonces cómo se asegura que habrá abasto desde el primero de julio.

La producción de crudo y la generación de energía han caído, pero además se han cancelado las licitaciones de ductos, de explotación de crudo y gas, se ha decidido regresar al carbón y el combustóleo, y se privilegia una idea del pasado muy antiguo: que las empresas estatales deben ser las únicas que garanticen el abasto de energéticos. Uno de los directores de la CFE llegó a declarar la semana pasada que las pérdidas de la CFE se debían al autoabasto que hacen con su propia producción las empresas privadas, que son, dice, una competencia desleal a la CFE. O sea, lo que habría que hacer es pagar más por la energía que decida abastecer la compañía estatal, para que no le compitan deslealmente al ser más productivos que ella. Qué barbaridad.

En términos económicos, todas las calificadoras han reducido la calificación del país y la deuda de Pemex está a punto de convertirse en chatarra, sino es respaldada por el propio gobierno, aumentando así dramáticamente su propia deuda. Por cierto, el 70 por ciento del presupuesto no ha sido ejercido.

La seguridad se ha ido deteriorando semana tras semanas. Mayo ha sido el mes más violento desde que existen mediciones al respecto, casi tres mil muertos en asesinatos, y lo cierto es que la tendencia en junio es al alza. Tenemos que inmovilizar a 26 mil elementos del ejército y la Guardia Nacional en las fronteras y doblar las manos antes las exigencias de Trump, porque a alguien se le ocurrió dejar abierta la frontera sur durante meses e incluso ayudar a los migrantes a trasladarse hasta Estados Unidos. Las cifras de decomisos de drogas y detenciones de narcotraficantes son las más bajas en años y allí vendrá la próxima extorsión trumpiana.

Dejamos sin becas a artistas, creadores, investigadores, científicos, deportistas, pero les pagamos a los jóvenes que ni estudian ni trabajan.

Nada de esto es herencia del sexenio pasado. ¿Qué festejaremos el próximo primero de julio?.

Guerrero

El gobernador Héctor Astudillo hizo bien en reclamar la distribución de fertilizantes, indispensables no sólo para la producción agrícola en su estado sino también para mantener, en lo que se pueda, la paz social. La exigencia fue tomada incluso por el propio presidente López Obrador, ordenando que el fertilizante llegue a los campesinos guerrerenses.

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