El poder los ha cambiado
Columna JFM

El poder los ha cambiado

El consejero electoral fue inclemente con el presidente de la república. Dijo que era un hombre incongruente, que había ignorado la exhortación que el IFE le hizo para que suspendiera, 30 días antes de las elecciones, la publicidad de las obras de gobierno. Hace casi tres años, fue el entonces consejero electoral Juan Molinar Horcasitas, que a la vuelta de los años, se ha convertido en candidato a diputado y vocero oficial del PAN.

El consejero electoral fue inclemente con el presidente de la república. Dijo que era un hombre incongruente, porque "ha sido su partido el que se ha dedicado a atacar al Instituto Federal Electoral". Estoy sorprendido, agregó, porque "su partido ha hecho todo lo posible por minar la autoridad electoral y pareciera que el presidente tiene mala memoria". El consejero electoral recordó que ha sido la figura presidencial la que no pudo dar respuestas al propio IFE. "No sólo, sostuvo, no nos dio respuesta sino que además ignoró la exhortación que el IFE le hizo para que suspendiera, 30 días antes de las elecciones, la publicidad de las obras de gobierno". Lo que nosotros pedimos, agregó, es "que ya conteste aunque nos diga que no hará caso a nuestro exhorto".

Reflexionó y sostuvo que el presidente de la república tenía dos opciones ante los comicios federales: "abstenerse de entrar al combate partidario y ser neutral o ser parte de la contienda y estar a favor de un partido político. El presidente optó por la segunda opción y hoy estamos viendo una intensa propaganda encabezada por el propio presidente, en apoyo total a su partido y un ataque a los opositores más cercanos". Y fue más allá: "su decisión, dijo, no contribuye a la equidad y aunque él tiene todo el derecho a simpatizar con un partido no debe entrar en la confrontación. A mi me hubiera gustado ver a un presidente de la república neutral, porque él es el presidente de todos los mexicanos y no de los que simpatizan con su partido".

No se equivoque usted, no se trata del consejero electoral Jaime Cárdenas, al que el PAN acaba de acusar de "poner en riesgo la imparcialidad del IFE" con sus declaraciones. El que declaró todo lo anterior, el 21 de junio del año 2000, hace casi exactamente tres años, fue el entonces consejero electoral Juan Molinar Horcasitas, que a la vuelta de los años, se ha convertido en candidato a diputado y vocero oficial del PAN. Ahora, Molinar Horcasitas opina en forma muy diferente que hace tres años, apenas el martes, dijo que el gobierno federal no tiene porqué retirar la publicidad sobre sus obras y que no hace más que continuar la misma línea seguida en ese renglón por todas las administraciones oficiales, tanto de estados y municipios. Hoy, en su nueva visión de la realidad, Molinar Horcasitas, opina que "existen las condiciones normales y de equidad propias de cualquier sistema político democrátrico". Y sostuvo que, actualmente hay hasta seis anuncios de los partidos de la oposición por cada uno del PAN, lo que demuestra que existen condiciones equitativas de competencia.

Pero ése no era el argumento de Molinar Horcasitas ni del PAN hace tres años, a unos días de las elecciones federales. Entonces, opinaba que la publicidad gubernamental era inequitativa, y que el gobierno desconocía al IFE por no responder al exhorto para que suspendiera esa publicidad. Si el presidente hacia publicidad eso significaba que había tomado partido y que no era neutral en la contienda. Unos días antes de esas declaraciones, el 6 de junio del 2000, en un sesión del IFE para analizar precisamente el tema de la publicidad gubernamental, el ahora vocero del PAN había dicho que "la mayor parte de la publicidad no es otra cosa que propaganda favorable al partido político al que pertenecen los ejecutivos del estado y de la república. Esa propaganda, agregó, fue sufragada en el caso del Ejecutivo Federal con recursos públicos y tiempos estatales y es un elemento de inequidad que puede ser removido, si así lo decide el presidente de la república".

¿Han cambiado hoy las condiciones de equidad del sistema, como dijeron Molinar y Luis Felipe Bravo Mena, respecto al 2000?. Sí, han cambiado sobre todo en un sentido: en aquella época quien detentaba la presidencia de la república era el PRI y ahora es el PAN. Fuera de eso, el equilibrio de poderes no se ha modificado tanto: el congreso, como ahora, estaba dividido, sin una mayoría propia de ningún partido, en el DF gobernaba la perredista Rosario Robles (ahora Andrés Manuel López Obrador), el equilibrio en estados y municipios no se ha modificado demasiado, en todo caso el cambio ha sido favorable, sobre todo, al propio PAN y en menor medida al PRD. ¿Porqué entonces si el flujo de publicidad del 2000 era inequitativo ahora no lo es?¿porqué si la utilización de publicidad pagada con recursos públicos y tiempos estatales era inequitativa en el 2000, ahora, milagrosamente, esa misma publicidad también pagada con recursos públicos y tiempos estatales dejó de serlo?

La publicidad del gobierno era un factor de inequidad entonces y lo sigue siendo ahora. La diferencia es que los hombres que con tanta enjundia exigieron corregir ese factor de inequidad hace tres años (y hace seis y hace nueve: la primera solicitud formal del IFE ciudadanizado en ese sentido, se dio en la elección de 1994 y en aquellos comicios Salinas de Gortari suspendió la publicidad 20 días antes de las elecciones) no pueden haber modificado su visión del mundo, de la justicia y de la ética política simplemente porque ahora ven las cosas desde el poder.

En ese sentido, también se falsea la realidad: puede ser, habría que medirlo, que se trasmiten seis anuncios de partidos de la oposición por cada uno del PAN. Pero lo que se está debatiendo no es eso, sino la publicidad gubernamental que es una forma de proselitismo disfrazado: y el PRI monitoreó, sin que fuera desmentido, que sólo en los tres primeros días de este mes de junio, solamente en la televisión del DF, se habían trasmitido unos mil 500 anuncios gubernamentales (un tercio de ellos de la presidencia de la república), anuncios que ocuparon trece horas, en total, sumados todos los canales del DF, en 72 horas de transmisión.

Tampoco es verdad que los estados y municipios fueron los que se negaron a cortar su publicidad. Apenas el jueves de la semana pasada, se reunieron todos los mandatarios estatales en la conferencia de gobernadores y allí se presentó una propuesta formal para que se suscribiera un pacto entre los gobiernos estatales y el federal para que todos suspendieran simultáneamente, un mes antes de los comicios, al día siguiente, la publicidad oficial. Los que se negaron a firmar ese acuerdo fueron los gobernadores del PAN, particularmente el de Morelos, Sergio Estrada Cajigal, quien aseguró que esa publicidad no podía detenerse como no se detendría el país ni la inauguración de obras públicas porque había elecciones. Fue ese rechazo el que impidió el acuerdo. Y sería por lo menos ingenuo pensar que esa fue una decisión que los gobernadores del PAN adoptaron sin consultar con su partido y con el gobierno federal.

La negativa del gobierno y del PAN para hacer lo que hace apenas tres años exigían, lo único que genera es un clima electoral que, además de gris y aburrido, como el que estamos viviendo, genera desconfianza y falta de credibilidad entre los propios partidos y en su relación con el gobierno. Pero, sobre todo, resulta un poco deprimente por la sencilla razón de que un partido que durante décadas fue congruente con sus principios éticos, ahora, al llegar al poder, actúa exactamente igual que el sistema que, con razón, tanto criticó. Si desde el poder no se demuestra que las cosas cambiaron, si no se le quita el freno que el propio poder le coloca al cambio ¿porqué pedirle a la ciudadanía que actúe de otra forma?

Un caso inexplicable

Hablando del PAN. ¿Qué esperan en partido blanquiazul para deshacerse del controvertido candidato a diputado federal Fernando Guzmán Pérez, principal coadjutor del arzobispo Juan Sandoval Iñiguez, en la loca "investigación" que ambos han iniciado en el caso Posadas?. Cada día alguna de sus versiones, la mayoría descabelladas, es refutada, los testigos que presentaron para demostrar el complot (contando historias increíbles) se desdicen unos tras otros y reconocen haber sido comprados, el eje de su ataque es la propia PGR y el procurador designado por el gobierno que dicen apoyar. En lugar de poner en su lugar al controvertido legislador, el PAN ha decidido premiarlo y lo coloca en los primeros lugares de la lista plurinominal. Por eso, quizás sólo por ese tipo de decisiones, los resultados del blanquiazul en su bastión tapatío, pintan tan mal para el próximo seis de julio.

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