Madero y Zavala: la mira en el 18
Columna JFM

Madero y Zavala: la mira en el 18

26-09-2014 Alguna vez escribimos aquí que Gustavo Madero actúa en el PAN de una forma muy similar a como lo hizo Andrés Manuel López Obrador en el PRD. No se trata de una afirmación peyorativa. Más allá de evidentes desacuerdos en muchísimos terrenos, nadie puede negar que López Obrador es un animal político, un hombre que suele lograr lo que se propone y que está mucho más interesado en alcanzar sus objetivos que en los métodos para lograrlo.

 

Pero fue así que, siendo subestimado muchas veces como una figura que no podía tener un alcance nacional por su origen, sus limitaciones de formación o su forma de hacer política, terminó siendo presidente de su partido, jefe de gobierno capitalino y candidato presidencial en dos ocasiones. Y en todos esos casos, cuando parecía que se derrumbaba ante fuerzas mucho más poderosas, dentro y fuera de su partido, logró salir adelante. Creo que esa suerte se le acabó desde que decidió emigrar del PRD y fundar Morena, pero con un tipo como López Obrador nunca se sabe.

Madero tiene algunas características similares a López Obrador, pero dos me parecen las más importantes: primero, antes y ahora, ha sido subestimado por muchos de sus adversarios, externos pero sobre todo internos. Y segundo, todos los objetivos que se ha puesto en los últimos años los ha alcanzado, sobrellevando incluso la abierta y recíproca animadversión de un presidente de la república, Felipe Calderón, que, paradójicamente (¿recuerda usted la fábula de Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador?) fue quien lo llevó a coordinador del senado y luego a presidente del partido, aunque (otra vez la similitud CCS y AMLO) cuando crecieron sus aspiraciones Calderón le trató de quitar el apoyo, pero ya no pudo evitar que fuera dirigente ni tampoco el enfrentamiento que sobrevino desde entonces.

Todo esto viene a cuento porque el martes Gustavo Madero dará, si no hay cambios imprevisibles, otro paso en la búsqueda de un objetivo que se ha propuesto desde tiempo atrás: buscar la candidatura presidencial de su partido para el 2018. El martes, Madero pedirá licencia como presidente del partido, para buscar la diputación federal del PAN el año próximo. La decisión fue detonada por las declaraciones de Margarita Zavala, confirmando que buscará también una diputación, que sin duda logrará y que la pondrá en la línea de buscar, si lo desea, la candidatura presidencial en los comicios del 2018. Para eso, además de la diputación es importante lograr la coordinación del grupo parlamentario. Y en ese camino se enfrentarán Madero y Margarita.

¿Qué sucederá en el PAN?. Se quedará como presidente interino del PAN Ricardo Anaya, el joven secretario general del partido (¿eso significará que ya no buscará la candidatura de Querétaro para dejarle el camino abierto al senador Francisco Domínguez?) y existiría un compromiso interno de que Ricardo  no utilizará sus atribuciones para cambios en la dirección de los grupos legislativos o en la estructura del partido, por lo menos mientras se procesa la precandidatura de Madero.

Mientras Margarita y Madero se aprestan para esa lucha sorda pero real de cara al futuro, el hermano de Margarita, Juan Ignacio Zavala, decidió ayer renunciar al PAN en el que había militado 23 años. Juan Ignacio Zavala es, con mucho, el mejor comunicador y uno de los mejores operadores que he conocido dentro y fuera del PAN. Amigo desde muchos años atrás, más allá de cualquier vicisitud política, pocos valores son más destacables en Zavala que su congruencia y sus convicciones, en la vida y en lo que fue su militancia. Será un duro golpe para el PAN no tenerlo en sus filas. Pero muy probablemente, éste ya no era, no es para Juan Ignacio, ni el momento ni la coyuntura para permanecer en el PAN. Hace mucho, como él mismo dijo, que no está de acuerdo con casi todo lo que hace el que fue su partido. Y cuando eso ocurre, en la política y en la vida, hay que dar la vuelta a la hoja y dejar las cosas atrás. Le irá muy bien, porque pocos son tan capaces y auténticos.

Castro y la nueva Nueva Alianza

Hoy los delegados se reunirán en el Consejo Nacional de Nueva Alianza para eligir a los miembros de su asamblea que el sábado designará a su nueva dirigencia. Todo indica que Luis Castro será reelecto como presidente de un partido que ya no será el mismo si logra imponer su proyecto: se reagruparán en Nueva Alianza muchos grupos, desde el de René Arce hasta personalidades como Gabriel Quadri; seguirán teniendo una relación política estrecha con el magisterio pero ya no tendrán dependencia con el Sindicato. Se renovarán cuadros, líneas, serán mucho más liberales y más abiertos a grupos sociales y alianzas partidarias. El modelo se probará en muchas partes, pero en pocas será tan importante como en Iztapalapa. Es una buena noticia para el sistema de partidos. Y el fruto de un trabajo muy complejo, con muchas ataduras, exitoso, que desarrolló Castro al frente de NA.

 

Jorge Fernández Menéndez

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