Marihuana: un camino por recorrer
Columna JFM

Marihuana: un camino por recorrer

26-01-2018 Nunca he sido partidario, en países como el nuestro, de la legalización de las drogas. Sí estoy de acuerdo con su despenalización, en el sentido de que un consumidor, sea o no adicto, no debe ser perseguido legalmente por simplemente serlo: se debe atacar a los traficantes no a los consumidores y no tener muy claro dónde está el límite entre unos y otros ha llevado a demasiadatragedias cotidianas. Hay muchas personas cumpliendo cárcel por consumir y muchos otros que están en libertad a pesar de ser productores o distribuidores.

 

Pero más allá de eso existen realidades que no se pueden ignorar. Ya la mayor parte de los principales estados de la Unión Americana han legalizado la marihuana, incluso para uso lúdico. El último, California, es el mercado más grande del mundo. Ya hay empresas, muy prósperas por cierto y que se vienen preparando para ello desde hace años, que ya se han posicionado como importantes productores legales de marihuana y los consumidores legales se cuentan por millones. De poco importa si el gobierno federal en Estados Unidos sigue considerando a la marihuana una droga ilegal si la misma se puede producir y comprar, sin contratiempos, en Colorado, Washington o California, entre muchos otros estados de la Unión Americana.

Mientras tanto, en México hemos tenido 23 mil 339 asesinatos el año pasado, más del 80 por ciento de ellos por guerras entre bandas del narcotráfico. Es verdad que, siendo importante, la marihuana hoy no funciona en México tanto como una droga para exportación como para consumo interno: el gran negocio de la droga está hoy en las sintéticas y en los derivados de los opiáceosen alza vertiginosa, mientras la cocaína, cuyo consumo disminuyó en la Unión Americana, pero sigue manteniéndose con un piso de consumidores muy alto. Hoy Estados Unidos produce casi el 70 por ciento de la marihuana que consume y hay estados, como Virginia o las Carolinas, tradicionalmente productores de tabaco, donde la producción de marihuana supera o equipara a la del propio tabaco. En Canadá se legalizará a mediados de este año. Allí se acaba de integrar la mayor empresa legal productora de cannabis. Aurora Cannabis Inc, el segundo mayor productor de marihuana de Canadá, acordó comprar a su rival más pequeño, CanniMed Therapeutics Inc, por mil 100 millones de dólares canadienses (852 millones de dólares), para crear el mayor productor legal de marihuana.

Mientras tanto, nuestros centros turísticos viven una espiral de violencia derivado, en parte, de la lucha de cárteles por el control de territorios de consumo, no de exportación. Mercados como Cancún o Los Cabos son muy importantes por la cantidad de consumidores, sobre todo extranjeros, que demandan drogas durante sus vacaciones.

Por eso no es descabellado lo que dice Enrique de la Madrid, el secretario de Turismo, respecto a analizar la legalización de la marihuana en las zonas turísticas del país. Nos guste o no, un turista que viene de California o Washington, que puede comprar marihuana legal en Los Ángeles, en Seattle, en Denver o en Las Vegas ¿por qué no va a querer seguir consumiendo en sus vacaciones en México?

La propuesta tiene otro mérito: no es una legalización generalizada sino localizada, y puede ser estudiada paso por paso y lugar por lugar. Uruguay es el único país del continente donde la marihuana ha adquirido estatus legal a nivel nacional, pero se olvida que esa nación tiene poco más de tres millones de habitantes y uno de los mejores estándares de calidad de vida del continente.

No me gusta la legalización de las drogas, incluso de la marihuana, porque creo que el daño que puede hacer entre los jóvenes, sobre todo de las zonas marginales, sería altísimo. Acepto que el consumo en esas regiones también es una realidad, y que ese negocio está controlado por mafias. De una u otra forma, los daños a la salud pública son inmensos, pero no se puede ignorar que nuestros vecinos, que son al mismo tiempo los principales mercados de las drogas, están en una campaña amplia y exitosa por legalizarlas, incluso para uso lúdico, en el caso de la marihuana. No tiene sentido que, en Tijuana, esa droga esté prohibida y perseguidos sus productores y consumidores y que en San Diego sea legal y hasta un atractivo turístico.

Aunque no nos guste, la legalización de la marihuana es un camino que habrá que empezar a recorrer, porque nuestros vecinos y socios ya han empezado a hacerlo. Salvo Armando Ríos Piterninguno de nuestros candidatos hanaceptado que esa es una opción que inevitablemente tendrá que ser aceptada y hay que tener una estrategia para implementarla. La propuesta de Enrique de la Madrid podría ser un primer paso para ver cómo puede ser implementado en nuestro paísreduciendo lo más posible los daños sociales.

La copa de la paz

De todas las declaraciones de López Obrador ninguna me ha dejado más perplejo que su afirmación de que está dispuesto a firmar la pipa de la paz con Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto. Suena muy bien, pero después de 30 años de mentadas de madre no se comprende.

 

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