Decía Harry Truman que a la gente, si no puedes convencerla, debes confundirla. No creo que muchos de nuestros principales actores públicos conozcan demasiado el pensamiento de Truman, pero no me cabe duda que muchos, como no pueden convencernos, intentan confundirnos. Y en eso, todos parecen ser iguales.
Decía Harry Truman que a la gente, si no puedes convencerla, debes confundirla. No creo que muchos de nuestros principales actores públicos conozcan demasiado el pensamiento de Truman (un hombre por otra parte de un pragmatismo feroz), pero no me cabe duda que muchos, como no pueden convencernos, intentan confundirnos. Y en eso, todos parecen ser iguales.
Esta semana la comisión de elecciones del PAN decidió disminuir los gastos de campaña de sus precandidatos, de 75 a 58 millones de pesos. La presidenta de la comisión María Alvarez de Vicencio, anunció con bombos y platillos que se había reducido el costo de la campaña interna del blanquiazul en un 42 por ciento. Pero me resulta imposible comprender como una disminución de 75 a 58 implica una reducción del 42 por ciento en los gastos de campaña. Más tarde los panistas explicaron que ese porcentaje de lograba cuando se tomaban en cuenta todos los gastos que se pensaban realizar cuando aún eran cuatro los precandidatos. Si seguimos el razonamiento de la señora Vicencio tendríamos que concluir que el retiro de Francisco Barrio, que se fue denunciando que había dados cargados a favor del precandidato Creel, constituyó, en realidad, una estrategia financiera del panismo para reducir los gastos de la campaña interna. Nos están mintiendo: la reducción de los gastos de campaña del PAN apenas si alcanzan a poco más del 15 por ciento, lo demás, diría Truman, es una estrategia de confusión especulando que fructifique con base en nuestro mala educación matemática. Por lo pronto, ayer Santiago Creel anunció que en su primera etapa de precampaña, que no será contabilizada en estos 58 millones de pesos que tienen autorizados los aspirantes blanquiazules, ha gastado 25 millones de pesos.
Al mismo tiempo, el presidente Fox se indignó con las cifras que dio el congreso sobre los gastos en vestuario suyo y de su esposa, la señora Marta Sahagún. Dijo que eran falsedades del congreso. En realidad, me parece de una mediocridad meridiana agotar los esfuerzos legislativos en establecer cuánto gasta en su arreglo personal la primera dama o averiguando dónde compra sus trajes el presidente, más aún cuando existe un presupuesto destinado a ese fin. Ello ocurre en todo el mundo y es correcto que así sea. Pero a esa actitud mezquina de los diputados sólo puede corresponder la magnitud de la indignación presidencial si se estableciera con claridad cuál es el gasto real: lo que dicen los diputados es falso, aceptémoslo, pero entonces ¿cuánto es lo que realmente se gasta en ese sentido? Hoy seguimos, una vez más, confundidos al respecto.
Los lopezobradoristas que nunca han sido de izquierda, tratan de explicarnos una y otra vez que el su candidato sí lo es y que las críticas en ese sentido de Cuauhtémoc Cárdenas son infundadas. Pero da la casualidad de que en los temas que configuran realmente lo que significa hoy ser o no de izquierda, López Obrador siempre los hace quedar mal. ¿Escuchó usted alguna opinión del jefe de gobierno en torno al debate de la píldora del día después? El hombre que en las conferencias de prensa matutina opina de todo y de todos, de eso no quiso hablar. Ayer hubiera tenido otra oportunidad cuando, en medio de este debate, acompañó al cardenal Norberto Rivera a visitar las obras de remodelación de la Basílica de Guadalupe que ha financiado el gobierno capitalino. Don Norberto, como siempre, habló y muy duro contra la píldora del día después, y las autoridades que la apoyan. López Obrador prefirió, nuevamente, no referirse al tema. No es una casualidad, recordemos cómo frenó, la ley de equidad de géneros que había sacado, en primera instancia, Rosario Robles al final de su gestión en el DF. Otra confusión más: ¿dónde está el izquierdismo del jefe de gobierno?
Durante años, el andamiaje de CNI-canal 40 se sostuvo en una sola cosa: la solidaridad y el compromiso de sus trabajadores. Quienes allí trabajamos algunos años lo pudimos comprobar en forma palpable, cotidiana, constante. Muchos de quienes tuvimos oportunidad de hacer periodismo allí teníamos otras fuentes de ingreso que nos permitía continuar aunque escasearan pagos y no se cumplieran compromisos de su principal propietario, Javier Moreno Valle. Fue por los trabajadores, no por los propietarios, que persistió CNI, por la sencilla razón de que los que tenían como única fuente de ingresos su trabajo en el canal soportaron casi todo. Hasta que se cansaron y decidieron ir a la huelga. El representante legal de Moreno Valle, el abogado Javier Quijano, asegura ahora que se consiguió un préstamo quirográfico (o sea sin compromisos, sin intereses, sin comprometer garantía alguna, simplemente a la palabra, como aquellos de Solidaridad) de nada menos que General Eléctric, propietaria entre otras empresas de las cadenas NBC y Telemundo, para pagar parte de las deudas con el sindicato, pero dice que entonces la huelga se debe levantar de inmediato y regresar la señal. Los trabajadores sabiendo que ese tipo de inversiones están prohibidas en los medios de comunicación electrónicos han decidido que no levantarán la huelga hasta que la SCT decida sobre la legalidad de ese aporte ya que de lo contrario perderían no sólo sus salarios caídos y adeudados, sino también hasta su fuente de trabajo. Es lo más lógico, pero ello ha provocado que algunos de los mismos que hasta anteayer alababan a los trabajadores de canal 40 ahora los acusen de ser unos vendidos. O sea que la legitimidad del canal y el esfuerzo central de estos años lo pusieron los administradores que quebraron el canal, no los trabajadores que lo mantuvieron a flote aunque no tuvieran ingresos durante meses. Si esos trabajadores hubieran sido unos vendidos como dicen algunos, Moreno Valle hubiera perdido CNI hace mucho tiempo, por lo menos desde diciembre del 2002. Esos trabajadores son lo mejor que tuvo esa empresa y como tal deben ser reconocidos. Lo demás, como bien dijo Carlos Mota, son intereses políticos de corto plazo, quizás respetables, pero que no pueden pasar por encima de la realidad de la empresa y de la dignidad de sus trabajadores. Lo contrario es estar muy confundidos.
La toma del periódico Noticias de Oaxaca, por porros protegidos por el gobierno de Ulises Ruiz ha provocado, por lo menos en el terreno declarativo, la intervención del gobierno federal y de la secretaría de gobernación. Pero una cosa es intervención y otra mediación. Lo que se ha dado en Oaxaca es una violación a uno de los derechos fundamentales de la constitución: el derecho a la libertad de expresión y la libertad de prensa. Puede haber una prensa libre, por sus convicciones y su arrojo, en un país que no sea democrático, pero definitivamente sin una prensa libre no puede haber democracia. Ese derecho constitucional está por encima de los conflictos agrarios y laborales que ha inventado el gobierno de Oaxaca para deshacerse del periódico Noticias, conflictos que, además, no tienen sustento legal alguno. El gobierno federal debe intervenir para defender los derechos de todos que están por encima de los estrechos de un grupo de personajes políticos. Y lo debe hacer con firmeza y convicción. Si se nos dice que intervendrá para poner fin al conflicto y finalmente todo se limita a establecer una comisión mediadora, no pasará nada y los autócratas se saldrán con la suya. Estamos confundidos, con una pregunta adicional: ¿el presidente del PRI, Roberto Madrazo, no tiene nada que decir sobre el caso Noticias? ¿si llega a presidente de la república actuará contra los medios independientes de la misma forma que su muy cercanos colaboradores Ulises Ruiz y José Murat lo hacen con Noticias? Son preguntas