Ayer, todos ganaron
Columna JFM

Ayer, todos ganaron

El de ayer fue un buen inicio de campaña electoral para todos los participantes. Los cinco aspirantes a la presidencia de la república tuvieron un comienzo en el que no se apartaron de sus principios y se centraron en su público objetivo. Todo indica que la tregua les ha servido, también, para definir con precisión hacia dónde quieren ir y cómo, para establecer quiénes operarán en sus equipos de campaña y cómo trabajarán.

El de ayer fue un buen inicio de campaña electoral para todos los participantes. Los cinco aspirantes a la presidencia de la república tuvieron un comienzo en el que no se apartaron de sus principios y se centraron en su público objetivo. Todo indica que la tregua les ha servido, también, para definir con precisión hacia dónde quieren ir y cómo, para establecer quiénes operarán en sus equipos de campaña y cómo trabajarán.

Andrés Manuel López Obrador comenzó con su programa de televisión en Azteca, denominado La otra visión, un espacio pagado por el candidato de la llamada Alianza por el bien de todos, en el cual lo más destacable fue que iniciara con un duro ataque a Vicente Fox, por su programa de adultos mayores, probablemente esperando una respuesta oficial (que iniciaría un debate mediático) que no llegó. En la mañana estuvo en Metlatónoc, Guerrero, el municipio más pobre de México, donde llamó la atención que, en esa plaza, hiciera un discurso hablando de que respetaría la economía de mercado y la disciplina macroeconómica. López Obrador obviamente buscará moverse hacia el centro, aunque tiene que mantener un discurso duro para no perder el electorado perredista. Será un proceso complejo: ayer, por ejemplo tuvo que adicionarle a su declaración sobre la economía de mercado, una serie de condicionamientos que le hicieron perder fuerza a su declaración.

Por el contrario, el diseño de la campaña parece ser claro: por una parte, una intensa actividad en mítines y giras, por la otra una fuerte inversión en televisión. El diseño parece copiado de cómo inició su campaña en 1994, Luis Donaldo Colosio: en aquella oportunidad, Colosio también comenzó su actividad en el que se consideraba entonces el municipio más pobre del país, Huejutla, en Hidalgo. También como hace ahora López Obrador, Colosio no quería movilizarse en helicóptero y prefería hacerlo en su camioneta (en aquella ocasión, llegó tarde al inicio de campaña porque la camioneta se perdió durante cuatro horas por los caminos de la huasteca, ahora López Obrador tardó horas en llegar de Metlatónoc a Chilpancingo). Si bien Colosio aceptó, obviamente, la protección del estado mayor presidencial, cometió el mismo error que parece que cometerá López Obrador si no rectifica: subestimar su seguridad personal y no darle el lugar que corresponde en una campaña electoral, con el agravante de que Andrés Manuel ni siquiera acepta la protección del estado mayor. Es una actitud infantil y que demuestra el poco conocimiento que tienen en su equipo de esa institución. Fuera de eso, el inicio de la campaña demostró buena organización y que López Obrador tiene un equipo no exento de contradicciones pero eficiente.

Felipe Calderón también mostró cómo será su estrategia: se adelantó a todos sus contrincantes al ofrecer, un minuto después de concluida la tregua, una conferencia de prensa, lanzar su campaña publicitaria y al estar, desde temprano, en una serie de actos que culminaron en el toreo de cuatro caminos, un tradicional espacio panista. Antes, en la mañana, no sólo presentó su declaración patrimonial sino que autorizó al IFE a que las autoridades financieras no protegieran sus cuentas por el secreto bancario. Su discurso más significativo fue en Iztapalapa, donde mostró la lógica que marcará su proselitismo: propuestas muy concretas, con un discurso que combinará una oferta de transparencia y firmeza. Sus primeros temas fueron la inseguridad, los servicios públicos y los jóvenes: no se apartará demasiado de ellos.

Roberto Madrazo comenzó con un acto un poco desaireado en el busto de Luis Donaldo Colosio en Paseo de la Reforma, en la ciudad de México, y de allí fue a un acto multitudinario, típicamente priista, en Ecatepec. Si López Obrador eligió el municipio más pobre del país, Madrazo optó por el que tiene el mayor padrón y que es un feudo de su partido. Allí, en un discurso corto, apenas diez minutos, habló, paradójicamente, en términos similares a los de López Obrador respecto a la economía y dijo que no habría más “radicalismo económico”. Madrazo optará por una campaña de fuertes movilizaciones, grandes actos de campaña, para consolidar su voto duro y con un diseño establecido para concentrarse en los distritos donde tiene posibilidades reales y donde existen fuertes concentraciones de electores: entidades como el estado de México son claves para su proyecto.

Patricia Mercado, aunque en su caso las cosas tuvieron menor planificación por la situación vivida por Alternativa, tampoco se apartó del guión. Fue a sus raíces con una serie de actos con mujeres, desde un encuentro con mujeres artistas hasta un reparto de publicidad con costureras. Su principal mensaje fue respecto a la lucha contra la violencia sobre las mujeres, buscando mayor protección legal y jurídica para ellas y mayor presupuesto para las instituciones encargadas de esa actividad. Patricia tendrá que adoptar muchas decisiones sobre la marcha porque aún deberá enfrentar varios problemas internos, reorganizar su equipo y su partido, poniendo distancia con el ala golpista que encabeza Ignacio Iris Salomón. Inicia la campaña, por ejemplo, con las oficinas del partido ocupada por estos personajes y sin un peso en las arcas, porque el dinero destinado para ello, el total de las prerrogativas entregadas por el IFE al partido, fueron “gastadas” en apenas seis días por el tesorero del partido, miembro del ala capensina, Antonio Rodríguez Trejo, sin autorización de la dirigencia nacional, por lo que se espera que sea demandado en forma penal. Mercado no se involucrará en el conflicto interno y marcará el inicio de su campaña retomando los temas de la agenda tradicional de su partido para desde allí tratar de llegar a otros sectores.

Roberto Campa, candidato de Nueva Alianza, fue a Tabasco, la tierra de López Obrador y Madrazo, donde envió un discurso conciliador a sus adversarios, obviamente no quiere ser visto como un candidato destinado a golpear a otro y tampoco apostar por un discurso negativo. Dice Campa que la suya será una campaña fuertemente propositiva y que se basará en una estructura territorial sólida, donde el papel de los maestros es inocultable.

Por supuesto que se trata sólo de un primer día y que muchas cosas pueden ser diferentes en el futuro, pero estas primeras horas de campaña electoral podrían dejar entrever unas jornadas sí de duros enfrentamientos, de mucho proselitismo, de intensidad pero también con una lucha mucho más civilizada de lo que algunos piensan. Personalmente no creía, antes del inicio de la campaña, de que ésta, independientemente del resultado, se saliera de cauce. Lo que vimos ayer fortalece esa percepción.

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