Una realidad fallida
Columna JFM

Una realidad fallida

¿Usted cree que México está a punto de sufrir un golpe de Estado militar?¿que la única alternativa a ese golpe es el triunfo de la izquierda en el 2012?¿que los grupos “parapoliciales” son los que están generando la violencia en México?. La facilidad con que muchos actores políticos sueltan sin mayores argumentos las tesis más tremendas y simplistas, debería ser un factor de preocupación porque no se trata de disentir, sino de plantear un escenario, una realidad, simplemente ficticia. O tratar de generar tendencias que permitan que las profecías se cumplan.

¿Usted cree que México está a punto de sufrir un golpe de Estado militar?¿que la única alternativa a ese golpe es el triunfo de la izquierda en el 2012?¿que los grupos “parapoliciales” son los que están generando la violencia en México?. La facilidad con que muchos actores políticos sueltan sin mayores argumentos las tesis más tremendas y simplistas, debería ser un factor de preocupación porque no se trata de disentir, sino de plantear un escenario, una realidad, simplemente ficticia. O tratar de generar tendencias que permitan que las profecías se cumplan.

Un ejemplo. Por unanimidad los integrantes de la comisión de seguridad pública del senado pidieron al Cisen que investigue la existencia de grupos parapoliciales responsables, creen los senadores, de las ejecuciones que están asolando varios estados de la república. ¿Qué datos tienen para demandar esa investigación?. Ninguna. En su argumento, el senador Ricardo Monreal puso como ejemplo a los Zetas que dijo se alquilan para ejecuciones “al mejor postor”. Monreal, que fue gobernador de Zacatecas, uno de los territorios donde los Zetas se han enquistado con fuerza en los últimos años, debería saber, lo mismo que sus colegas, que ese grupo no es “parapolicial”, que se trata de un cártel que está disputando a sangre y fuego territorios en varios puntos del país. La expresión “escuadrones de la muerte” o “parapoliciales” que usan los senadores sugieren la existencia de grupos impulsados desde el Estado o la sociedad para acabar con los propios grupos de narcotraficantes, haciendo un similitud con los llamados paramilitares de Colombia, que terminaron siendo, también, un componente más del narcotráfico. Pero ese fenómeno no se da en México, aunque nuestros senadores (y son de la comisión de seguridad pública que deberían estar, por lo menos, un poco más enterados de nuestra realidad, en ese ámbito) demanden una investigación al Cisen sobre el tema. En todo caso, sería mucho más interesante que averiguaran porqué sólo el 8.4 por ciento de los policías estatales y municipales han sido enviados por los gobiernos locales (estados a los que los senadores representan) a pasar los exámenes de control de confianza: apenas 26 mil de los 309 mil elementos que deberían haber pasado por esos exámenes lo hicieron. ¿No amerita una investigación del senado?

Pero la verdad es que los senadores se han quedado cortos respecto a la versión que dio el periodista Ramón Alberto Garza en una conferencia magistral, titulada Bicentenario una oportunidad para el cambio, en el Centro de Excelencia de Ciudad Victoria, en Tamaulipas, hace dos semanas y que reseñó ampliamente la prensa local. El director del portal Reporte Indigo dice “el quiebre de la Nación se nos viene y puede terminar con el Ejército en el gobierno”. Ese quiebre, según Ramón Alberto, será entre este septiembre y el primer trimestre del año próximo. “Lo peor de lo peor lo vamos a ver en ocho meses y el rebote lo vamos a ver en el 2012”. Si el ejército no toma el poder, según el ex director de Reforma y El Universal, el triunfo de la izquierda es inevitable. Hizo un comparativo de la situación actual con la España franquista y la llegada posterior de un gobierno de izquierda: “Felipe (González), dijo, era el López Obrador de España”. Pidió que, como hace 200 años, se “conspire propositivamente” y luego de asegurar que vivimos en un Estado fallido concluyó la conferencia magistral diciendo que “el quiebre se nos viene o lo hacemos nosotros y lo orientamos como un papalote o alguien lo va a hacer por nosotros; o lo va a hacer un golpe de estado, en el que los militares van a tener que tomar el control de todo. Ningún civil va a poder garantizar vivir tranquilo en este país”.

Me parece perfecto que tengamos las posiciones más divergentes, que expongamos el espectro más amplio de ideas posibles, para eso somos una sociedad plural, pero, ¿con base en qué se puede predecir un golpe de Estado inminente?¿por qué dentro de ocho meses asistiremos al derrumbe o quiebre del régimen?¿por qué decir que ese golpe de Estado sólo podrá frenarlo un triunfo de la izquierda? Independientemente de la opinión que se tenga de López Obrador ¿quién vio en las propuestas del ex candidato presidencial un programa siquiera parecido al que le permitió llegar al poder a Felipe González a principios de los 80?. La agenda del derrumbe y la caída anticipada del gobierno ahí está desde hace tiempo. Algún día la anunció públicamente Porfirio Muñoz Ledo que no ha cesado de promocionarla desde entonces, y a ella se han sumado algunos actores y medios que apuestan o que quieren crear artificialmente una disyuntiva que Ramón Alberto expresa con toda claridad: el golpe de Estado o la “izquierda”, aunque ni siquiera nos digan porqué el país tendrá que enfrentarse a la misma sin ninguna otra opción.

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