El DF y el crimen organizado
Columna JFM

El DF y el crimen organizado

En el Distrito Federal y su área conurbada, en el ámbito de la seguridad, se está cometiendo el mismo error que antes vimos en Monterrey o Cuernavaca. En el cuarto informe de Marcelo Ebrard, la violencia que se vive en el DF no ha ocupado un lugar destacado pero la misma existe, es una realidad inocultable que, distribuida en la enorme mancha urbana no nos permite ver que los ajustes de cuentas y ejecuciones son tan notables como en cualquiera de la ciudades importantes del país, azotadas por la violencia.

En el Distrito Federal y su área conurbada, en el ámbito de la seguridad, se está cometiendo el mismo error que antes vimos en Monterrey o Cuernavaca. En el cuarto informe de Marcelo Ebrard, la violencia que se vive en el DF no ha ocupado un lugar destacado pero la misma existe, es una realidad inocultable que, distribuida en la enorme mancha urbana no nos permite ver que los ajustes de cuentas y ejecuciones son tan notables como en cualquiera de la ciudades importantes del país, azotadas por la violencia.

Las autoridades capitalinas han insistido en que el narcotráfico no está asentado en la capital, que sólo le sirve a los grandes cárteles como zona de pasopero no es así como funciona ese negocio. En el propio documento del informe de gobierno los números de ejecuciones son altísimas y van en crecimiento: suman 519 ejecuciones en los seis primeros meses del año, contra 481 del mismo periodo del año pasado. Los homicidios pasaron de aproximadamente mil 500 en todo el 2009 a más de 850 en el primer semestre de este año.También crecieron los secuestros. Sólo los denunciados en el primer semestre del año sumaron casi 500. El año pasado se desmanteló una banda de secuestradores cada día. En lo que va de este año, un promedio de una banda cada dos días, quizás por eso aumentaron los secuestros.

Al año se roban poco más de 32 mil automóviles de los que se recuperan menos de un tercio y en todo el año pasado por esa actividad sólo se detuvo a 117 personas.  Si más de 20 mil automóviles desaparecen al año parece ser evidente que se trata de operaciones de delincuencia organizada.

Todo eso de alguna manera se sabe pero los ajustes de cuentas de grupos aparentemente ligados al narcotráfico o al narcomenudeo prefieren ser olvidadas. Pero ahí están y en la capital ha sucedido de todo. Hagamos un recuento reciente. Hubo cuatro asesinados en un restaurante de Coyoacán. Tres jóvenes fueron ejecutados en la colonia Condesa, a plena luz del día. Apareció un ejecutado en la segunda sección del bosque de Chapultepec. En Iztapalapa han aparecido personas asesinadas y mutiladas con narcocarteles; en pleno Circuito Interior se encontró el cuerpo de un ciudadano cubano; una pareja apareció asesinada en Bosques de las Lomas; cuatro cadáveres encajuelados en Xochimilco y un par de decapitados también en Xochimilco y otro en la delegación Gustavo A. Madero. La lista podría continuar y no son éstas ejecuciones anónimas. Mediante carteles o mantas se las han adjudicado el cártel de la Familia, de la Barbie, de los pelones. Los casos aumentan geométricamente si incorporamos a las personas asesinadas en la zona conurbada como Ecatepec, Cuautitlán, Tlalnepantla, Valle de Chalco. Lo cierto es que en la capital operan todos los cárteles del narcotráfico y en la medida en que se incremente el consumo se irá incrementando la violencia de las pandillas asociadas a esos grandes grupos.

Estamos hablando del principal mercado de consumo de drogas del país, un mercado donde conviven más de 20 millones de personas y decenas, si no es que cientos de miles de ellas consumidores de algún tipo de drogas ilegales. Es también, por el tamaño de la economía local el lugar donde se puede lavar dinero con mayor discreción y el que tiene las mejores comunicaciones: el aeropuerto, las terminales de camiones, la propia central de abastos, la salida de todas las rutas importantes del país, innumerables lugares para depositar drogas, armas, gente, armas, esa es la base de la logística de cualquier empresa importante y así funciona el narcotráfico, como una empresa.

La salida sencilla es responsabilizar a las autoridades actuales de esa situación. Sin duda debe haber penetración de grupos criminales en las fuerzas de seguridad, pero lo cierto es que esos grupos operan en la capital desde hace mucho tiempo atrás y quizás en la administración de López Obrador fue cuando fueron más descuidados y tuvieron un mayor crecimiento. El problema ahora es que si se niega su existencia, si no se quiere ver lo que está sucediendo, la violencia, como ocurrió sobre todo en Monterrey o Cuernavaca, se seguirá expandiendo y terminará siendo incontrolable.

Otra demanda contra SCT

Telecomunicaciones del Golfo ha presentado una nueva demanda contra la SCT en el muy controvertido proceso de licitación nro. 21. Sucede que en las bases de la licitación se dice que las empresas participantes deberán constituir, una vez que hayan resultado ganadores de la misma, una empresa común en los 45 días siguientes. Pero resulta que los dos ganadores, Televisa y Nextel, ya habían creado una empresa desde tiempo atrás y trabajaron en forma conjunta para obtener esa licitación. Ello obligaría a cancelar la entrega del título de concesión por la violación de las bases de licitación.

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