No es impotencia, es corrupción
Columna JFM

No es impotencia, es corrupción

¿Qué tiene que haber ocurrido en el penal de Piedras Negras para que se pudiera construir un túnel lo suficientemente largo y amplio como para que pudieran escapar por él unos 130 presos?¿qué grado de descontrol tendría que haber en el penal para no “descubrir” que durante semanas (pensar otra cosa sería imposible) se estuviera sacando tierra, utilizando herramientas, estuvieran me imagino que muchos hombres trabajando, para que se pudiera mantener escondida la entrada a un túnel en la propia sección de carpintería del penal?¿cómo pueden huir más de 130 reos en pleno día sin que nadie lo descubra hasta horas después? ¿qué hacían los celadores, los custodios, los guardias en las garitas del penal que no se enteraron de una fuga que ocurrió a las tres de la tarde?

¿Qué tiene que haber ocurrido en el penal de Piedras Negras para que se pudiera construir un túnel lo suficientemente largo y amplio como para que pudieran escapar por él unos 130 presos?¿qué grado de descontrol tendría que haber en el penal para no “descubrir” que durante semanas (pensar otra cosa sería imposible) se estuviera sacando tierra, utilizando herramientas, estuvieran me imagino que muchos hombres trabajando, para que se pudiera mantener escondida la entrada a un túnel en la propia sección de carpintería del penal?¿cómo pueden huir más de 130 reos en pleno día sin que nadie lo descubra hasta horas después? ¿qué hacíaan los celadores, los custodios, los guardias en las garitas del penal que no se enteraron de una fuga que ocurrió a las tres de la tarde?. Porque no sé si usted ha visto las imágenes del penal de Piedras Negras, pero alrededor no hay nada, es un páramo: ¿nadie se percató, dentro del penal, de que les faltan una cuarta parte de los reos detenidos, incluyendo todos los de mayor peligrosidad? ¿nadie sospechó de que hubiera un movimiento tan intenso en las afueras del penal como el que pueden producir 130 hombres huyendo?. Es inadmisible.

Tan inadmisible como que nos enteremos, después de la fuga de estos hombres, que había otras fugas que no habían sido reportadas, y todo porque fue detenido en Nuevo León, en el municipio de García, un presunto fugado, pero resultó que no era de los que se escaparon el lunes sino de otros que se habían escapado el sábado. Como lo es que no se tenga certeza del número final de fugados, entre otras razones porque entre ellos había varias mujeres “viviendo” en el penal, algunas como parejas de los detenidos, otras como prostitutas para los reos. Todo eso se explica en un marco de corrupción generalizada, desde el director del penal hasta el últimos de los guardias, pero también con la ausencia del más mínimo control de las autoridades estatales de seguridad sobre sus propios penales, lo que quiere decir que la corrupción debe estar más arriba de la dirección del propio penal.

Coahuila es uno de los territorios más castigados por la inseguridad y la violencia. Para ello se confabulan la geografía y el espacio idóneo para el enfrentamiento entre distintos grupos criminales. Torreón, y toda la Comarca Lagunera, es una de las zonas más castigadas por la delincuencia. Piedras Negras no le compite porque no tiene la misma dimensión demográfica pero es un territorio con una presencia infinita de la delincuencia organizada. Los penales de toda esa región, como otros del país, pero allí en forma muy especial, están controlados por los delincuentes. Todavía se recuerda el de la directora de la cárcel de Gómez Palacio que dejaba salir a su novio y a otros presos del penal para asesinar a sus rivales en la vecina ciudad de Torreón. Ahora más de un centenar se escapa de Piedras Negras sin siquiera molestarse.¿Alguien cree que una recompensa de 200 mil pesos por reo cambiará las cosas?

Es verdad que en los penales estatales y municipales la presencia de reos del fuero federal aumenta la presión en los mismos y hace crecer la peligrosidad dentro de los propios penales. Pero el problema es otro: los estados reciben recursos de la Federación por mantener a esos reos en sus cárceles (existen convenios firmados por los estados con la Federación en ese sentido) y deberían establecer mecanismos mínimos de control y seguridad. Simplemente no lo hacen. La existencia de reos federales no debería ser una coartada para justificar que todo el plantel de seguridad de un reclusorio pueda estar cooptado por la delincuencia, o que sus directivos (y de ellos todos hacia abajo) se corrompan. Tampoco justifica que en ese contexto, los reos se escapen cuando quieran o, simplemente sigan operando desde las propias cárceles.

No estamos hablando de motines o de conflictos de otro tipo, incluso de enfrentamientos, ni siquiera de hacinamiento: el penal de Piedras Negras estaba ocupado por debajo de su capacidad: hablamos de fugas y de penales controlados por los reos. Y eso es responsabilidad exclusiva de las autoridades locales.

Tampoco es verdad que no se puede hacer otra cosa. En los penales controlados por el gobierno federal no se ha escapado un solo reo en estos seis años, ni ha habido un solo motín: y allí hay miles de detenidos y son en general mucho más peligrosos. En los penales estatales y municipales sólo el año pasado se escaparon 600, y este año vamos para una cifra similar. No se trata de otra cosa: es, simplemente, corrupción.

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