Morena, a imagen y semejanza de AMLO
Columna JFM

Morena, a imagen y semejanza de AMLO

Y finalmente Andrés Manuel López Obrador cumplió con su objetivo: un partido sin corrientes, sin liderazgos distintos al suyo, sin que tenga que luchar por imponer su línea. López Obrados completó este fin de semana uno de sus sueños políticos, el partido por el que estuvo trabajando prácticamente desde que perdió la elección del 2006 y el PRD no lo acompañó en la loca aventura de la presidencia legítima, que concluyó precisamente el mismo día que se creó Morena.

Y finalmente Andrés Manuel López Obrador cumplió con su objetivo: un partido sin corrientes, sin liderazgos distintos al suyo, sin que tenga que luchar por imponer su línea. López Obrados completó este fin de semana uno de sus sueños políticos, el partido por el que estuvo trabajando prácticamente desde que perdió la elección del 2006 y el PRD no lo acompañó en la loca aventura de la presidencia legítima, que concluyó precisamente el mismo día que se creó Morena.

Los personajes que lo acompañan son los previsibles. No hay sorpresas. Martí Batres será el presidente formal del partido, mientras el liderazgo lo tendrá Andrés Manuel. A él se han incorporado, desde Alejandro Encinas hasta Ricardo Monreal, Claudia Sheimbaum y Laura Itzel Castillo, el equipo de López Obrador está en el Morena. Son también los hombres y mujeres que no enfrentarán su línea y que lo consideran sin duda su líder. El concepto de Movimiento, en ese sentido es nuevamente, un objetivo largamente buscado: Andrés Manuel no cree en los partidos como tal y se siente mucho más cómodo en un movimiento sin condiciones estrictos. Habrá que ver en su paso por el Trife cómo puede cumplir con los compromisos legales y hasta qué punto lo hará.

Pero lo cierto es que Morena será ya una fuerza política real y competitiva. Y serán sus potenciales aliados los que tendrán que tomar decisiones: Morena y Andrés Manuel no se apartarán de su ruta y los demás, comenzando por el PRD, tendrán que definir hasta dónde quieren llegar con el Morena. Es verdad que el PRD, como ha dicho Jesús Zambrano, no se vaciará por la llegada del Morena. Pero también es verdad que mucho de eso dependerá de lo que suceda en la asamblea nacional del PRD el 14 y 15 de diciembre. Existen sectores como los ligados a Bejarano que están apostando por quedarse con la dirigencia del partido e influir desde el propio PRD para una alianza con las corrientes del Morena, hasta quienes quieren con claridad deslindarse de Andrés Manuel. En los hechos el PRD no tiene más opción que esa: deslindarse de su antiguo candidato y crear una ruta y unos liderazgos propios, nuevos, si no quiere desaparecer en la vorágine de esa nueva izquierda: el chantaje permanente al que estará expuesta su dirección será que al menor desacuerdo los disidentes, desde la izquierda, se irán con Morena, mientras que a la derecha tendrán, en las corrientes que ya trabajan con Peña Nieto, un espacio que los estará esperando.

No están mejor los partidos pequeños: el PT que se ha alineado siempre con Andrés Manuel, tendrá que definir qué tipo de relación mantiene con Morena. Cuando anunció oficialmente su creación, López Obrador, en su discurso, no fue precisamente generoso con los partidos pequeños que tanto apostaron por él. En el caso del PT, incluso sus senadores y diputados están comprometidos, casi todos, con el nuevo movimiento. En lo que fue Convergencia los costos pueden ser aún mayores: ellos cambiaron hasta su nombre y emblema pensando que López Obrador los tomaría como estructura base para su nuevo partido. No fue así, al contrario, quedaron como novia de pueblo, vestidos y alborotados. Perdieron posiciones ya ganadas por el cambio de identidad e incluso su coordinador en el Congreso, Ricardo Monreal es hoy uno de los líderes de Morena, como era previsible. Hoy la única posición importante de Movimiento Ciudadano, es la presidencia municipal de Acapulco, con Luis Walton. Hay que recordar que en la toma de posesión de Walton, no estuvo siquiera López Obrador. ¿Qué harán PT y Movimiento Ciudadano?. Les quedan pocas opciones: se incorporan a Morena perdiendo toda identidad o buscan una alianza con el PRD y, en ambos casos corren el peligro de perder, si son “vaciados” por sus ex aliados, el registro en el 2015. No es, para ninguno de ellos una situación sencilla.

En todo caso, la línea del Morena será la de radicalizar el escenario político y mantener vigente la figura de Andrés Manuel. El PRD a eso tendrá que contraponer la creación de figuras propias, y como hemos dicho en otras oportunidades, sus únicas opciones en la actualidad son, por una parte Marcelo Ebrard, por la otra su figura con más consenso ciudadano en estos momentos que es Miguel Mancera (que por otra parte no puede aparecer como un líder partidario porque no está ni siquiera afiliado al PRD) y obviamente Cuauhtémoc y Lázaro Cárdenas que reflejan con su evidente diferencia generacional, la principal corriente histórica que dio origen al PRD, un cardenismo que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo.

No tienen demasiado tiempo para decidir: en unos meses López Obrador configuró un partido a su imagen y semejanza, mientras que el PRD no lo ha logrado en 15 años. Hoy el PRD tiene que decidir qué imagen, qué rostro quiere adquirir para sí mismo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil