Justicia: así, ni en Malasia
Columna JFM

Justicia: así, ni en Malasia

30-04-2015 Hace unos días, el tribunal superior de justicia de Malasia, ratificó la pena de muerte contra tres hermanos sinaloenses detenidos en el 2008. Los hermanos González Villareal, fueron condenados a la pena de muerte por el delito de narcotráfico en el 2012. Fueron encontrados en un laboratorio para la producción de drogas sintéticas, con varias toneladas de enervantes. Habían llegado meses atrás desde Sinaloa a ese, para nosotros, lejano país y su versión de que habían viajado para trabajar en tareas de limpieza no convenció a nadie. Ahora están tratando de que el Sultán revoque la pena de muerte, algo muy poco probable en la justicia malaya. Incluso si esa sentencia fuera revocada, tendrían una condena de cadena perpetua además de penas corporales como ser azotados públicamente con ramas de ratán, un castigo que puede provocar hasta parálisis corporal.

Sus abogados intentaron inútilmente alegar fallas en el procedimiento para que fueran dejados en libertad. Algunas de esas fallas se confirmaron, como la falta de coincidencia entre el peso de la droga encontrada, originalmente pesada por las fuerzas policiales, y el peso de la droga que presentó la fiscalía en el juicio. Esas y otras fallas menores no hicieron cambiar la condena al tribunal superior.

Pero no siempre las cosas son como en Malasia. Esta semana, un juez en Jalisco decidió dejar en libertad a 14 sicarios del cártel del Golfo (aliados ahora al de Sinaloa y en forma indirecta al Jalisco Nueva Generación) detenidos con droga y un arsenal en 2009 alegando fallas en el proceso. Uno de los detenidos dijo que fue torturado y como se le habían encontrado huellas de golpes en el abdomen, el juez decidió dejar a todos en libertad. Es inconcebible.

Al mismo tiempo, María de los Angeles Pineda vio también como se debía reponer su proceso. Resultó que un juez no admitió al inicio del  mismo pruebas presentadas por la esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca (por cierto ¿a qué viene ahora el interés de la dirigencia del PRD de reunirse en la cárcel con Abarca en un extraño intento de defensa suya y de su esposa?¿no entienden todavía lo sucedido en Iguala?). Otro tribunal sostuvo que tendría que haberlas aceptado. En lugar de incorporarlas, decidió anular el proceso por fallas en el procedimiento. Pero por lo menos tuvo la sensatez de ordenar, al mismo tiempo,  su reposición. Pineda nunca estuvo cerca de quedar en libertad porque tiene otros procesos abiertos, pero la imagen que queda de la justicia es, nuevamente, lamentable.

Alguien tiene que explicar a nuestro jueces y tribunales que no se puede seguir dejando en libertad a criminales por fallas procesales que pueden ser reparadas cuando existen numerosas pruebas de su responsabilidad en distintos delitos. Las fallas se reparan reponiendo los procesos, no dejando en libertad a criminales. Y eso se aplica tanto con Florence Cassez como con los 14 sicarios del cártel del Golfo liberados por el tribunal de Jalisco. Las penas de los tribunales malayos son terribles e inhumanas, pero su aplicación, por lo menos, es coherente.

Vayamos más allá: ¿qué interés podrían tener los cárteles mexicanos para enviar gente como los hermanos González Villareal, a países tan lejanos en Oriente?. Como siempre hay que seguirle la pista al dinero. Ese mercado, es peligroso, sobre todo en naciones con religiones musulmanas, muy estrictas en temas como el del narcotráfico (cuando no lo controlan desde el Estado) pero es enormemente redituable para estos grupos. Ya  le contaremos la historia de cómo opera el crimen organizado mexicano en Oriente.

Reforma del DF

Miguel Angel Mancera se anotó una triple victoria con la aprobación de la reforma política del DF. Primero, logró que se concretara una vieja aspiración de distintas fuerzas políticas, sobre todo de la izquierda (en los últimos años también del PAN) que nunca habían logrado concertar los consensos necesarios para sacarla adelante. Segundo, derrotó en ese esquema a los grupos de Morena y de Movimiento Ciudadano (en realidad de Marcelo Ebrard) que buscaban reventar la reforma (y que habían sembrado desacuerdos en diciembre pasado que frenaron la aprobación). Y tercero, obtuvo una base de gobernabilidad con el diseño de la asamblea constituyente local que le será de enorme ayuda para el futuro. Es un paso institucional y político de gran trascendencia.

Ahora bien, como lo vimos el mismo martes en que se aprobó en el senado la reforma, vivir y transitar en la ciudad implica derechos y obligaciones. Los grupos que con bloqueos y actos violentos vulneran la convivencia ciudadana (el martes, durante varias horas la ciudad fue un caos por culpa de uno de estos grupos) deberán asumir que sus derechos acaban donde comienzan sus obligaciones y sobre todo los derechos de los demás. Ese debe ser un punto fundamental para diseñar el futuro de la ciudad de México.

 
 

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