21-07-2015 El sábado, siete años después de su detención, Lorena González, apodada La Lore, quedó en libertad porque sencillamente no existía prueba alguna de que tuviera relación con el secuestro del hijo de Alejandro Martí, Fernando.Lorena, que al momento de ser detenida era agente de la AFI, estuvo todo este tiempo en prisión por el testimonio del custodio de Fernando, que dijo haberla reconocido en una fotografía. Sin embargo, hace cinco años, está detenida y procesada otra mujer que reconoció que era ella y no Lorena la que participó en el falso retén donde fue secuestrado Fernando. Cómo una mujer pudo ser mantenida en prisión, sin pruebas, durante siete años, cuando otra aceptó ser la responsable del crimen del que se le acusaba, es inconcebible. Es la radiografía de la justicia en nuestro país.
Buena parte de la historia de ese caso la contamos con Bibiana Belsasso en el libro Justicia Inútil (Taurus, 2010). Fernando fue secuestrado el 4 de junio de 2008, cuando se dirigía a su escuela. Su chofer era Jorge Palma Lemus, y lo acompañaba el escolta Christian Salmones Flores. Frente a CU, un falso retén policial le indicó al chofer que detuviera el vehículo para realizar una revisión. Fueron secuestrados. Al día siguiente, Palma y Salmones fueron hallados dentro de un auto robado. El cuerpo de Palma estaba en la cajuela, y en el asiento trasero estaba el escolta Christian Salmones, a quien los delincuentes habían ahorcado y dado por muerto.
Luego del pago de un rescate que alguien se robó y una fallida negociación, la noche del 31 de julio de 2008, fue encontrado el cuerpo de Fernando.
Salmones, el único sobreviviente del secuestro, se convirtió en el principal testigo de la PGJDF. Ésta fue su primera declaración: “Me percaté de un retén de aproximadamente 35 sujetos que vestían uniforme de color azul, que presentaban una edad aproximada de entre 35 y 40 años de edad, que portaban chalecos de la ‘AFI’, de los cuales varios portaban armas largas. Nos marcó el alto una mujer que vestía pantalón de mezclilla deslavado con un chaleco con las siglas ‘AFI’, con lentes oscuros y gorra, que tenía el cabello güero, corto y peinado hacia atrás”.
En su testimonio narró que fueron obligados a descender del automóvil y le cubrieron los ojos. “Comenzaron a circular hacia el sur sobre Insurgentes, como hacia el Ajusco, ya que durante el trayecto que duró aproximadamente 30 minutos, la camioneta iba zigzagueando mucho”. Pero 14 días después,Salmones ofreció otra versión de los hechos. “Percatándome de la presencia de entre diez y 15 sujetos (ya no 35), entre personas que estaban en la calle y las personas que se encontraban a bordo de los vehículos… personas que estaban vestidos con chalecos de color azul marino. Marcándonos el alto uno de esos sujetos, de complexión mediana, de 1.70 metros de estatura, de tez blanca, utilizaba una gorra azul sin logotipos… sin que me hubiese percatado que tuviera siglas de alguna corporación policiaca… dicho sujeto tenía medio crecida la barba, sin ninguna seña particular”. En esta nueva versión, el retén ya no era dirigido por una mujer rubia de gorra, sino por un hombre de barba.
Poco después de que se encontró el cadáver de Fernando comenzaron las detenciones: el comandante de la Policía Judicial, José Luis Romero Ángel, el agente Fernando Hernández Santoyo, y Marco Antonio Moreno Jiménez, fueron arraigados por pertenecer a la banda de La Flor, el grupo que la PGJDF señalaba como responsable del secuestro. Salmones, no reconoció a ninguno de ellos. En septiembre ocurrió un atentado contra Sergio Humberto Ortiz, El Apá, exagente de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, y cuando éste estaba hospitalizado, muy grave, fue identificado como el líder de la banda de La Flor por las autoridades capitalinas.
Inmediatamente después las autoridades dieron a conocer que una agente de la AFI, Lorena González Hernández, había sido la encargada del retén en el que se levantó a Fernando. Por medio de una fotografía, Salmonesidentificó a Lorena (que es morena de rostro y tez), a pesar de que él mismo había ubicado primero a una mujer rubia y luego a un hombre de barba al frente del operativo.
Pero el secuestro de Fernando lo había realizado otra banda, Los Petriciolet, detenida más tarde por la Policía Federal y la mujer que estuvo en ese retén no era Lorena. Mañana seguiremos con esta historia.
ELECCIONES CHIAPANECAS
Ya en los comicios de junio, el gobernador Manuel Velasco tuvo muy buenos números, decisivos para que el PRI, junto con el Verde y Nueva Alianza, mantuviera la mayoría en el Congreso. Pero para Velasco los resultados de este domingo, en los comicios locales, fueron más importantes aún: lo colocaron en el mapa político nacional como un protagonista. Velasco ha demostrado capacidad de trabajo y de operación. Pero sobre todo, no se ha apartado un ápice de su agenda. Y eso, en política, paga.