07-10-2016 Los abogados que defienden a Joaquín El Chapo Guzmán no sólo han logrado enredar y confundir buena parte de los procesos legales, son, además, parte de una estrategia de comunicación muy amplia desplegada en torno al jefe del Cártel de Sinaloa, una estrategia que tuvo su punto culminante con los encuentros de Guzmán Loera con Kate del Castillo y Sean Penn, aunque ello le costara finalmente su detención.
Ahora, uno de sus abogados, Andrés Granados, quien fue el que organizó aquellos encuentros con Sean y Kate, informó que la SEIDO citó a su colega José Refugio Rodríguez Núñez por las declaraciones que hizo a nombre de los hijos de El Chapo Guzmán, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, deslindándose de la emboscada realizada a un convoy militar el pasado viernes que dejó cinco militares muertos y diez heridos, seis de ellos de gravedad.
Granados denunció que a José Refugio Rodríguez le llegó un requerimiento para que declare sobre ese tema, porque la PGR quiere “que les diga cuál es la fuente” de esa información. Es lo menos que puede hacer la SEIDO. Rodríguez dio a conocer públicamente una información muy importante sobre un crimen brutal, en la cual está intentando deslindar a dos presuntos responsables, aunque hoy no se tenga plenamente establecido quién fue el verdadero responsable de ese ataque, y por eso su declaración se hace más necesaria aún, incluso para saber si el abogado está o no mintiendo.
Y es que en la campaña de defensa y comunicación de Guzmán Loera la trama de abogados es esencial. Y no sólo para ello: uno de los, por lo menos, 13 abogados que defienden a El Chapo Guzmán está detenido por haber sido una pieza esencial en la fuga de Guzmán Loera de Almoloya, en julio de 2015. Se trata de Óscar Manuel Gómez Núñez, que está acusado de haber sido el principal enlace entre el capo y quienes participaron en la construcción del túnel y la organización de la fuga en sí. En aquellos meses previos a la fuga, Guzmán Loera tenía visitas constantes de sus abogados que le permitían estar hasta doce horas diarias fuera de su celda.
José Refugio Rodríguez es el que aparece hoy como el principal abogado de Guzmán Loera. En una entrevista él mismo reconoció que fue llevado al equipo de defensores por el ahora detenido Óscar Gómez. Rodríguez era ya muy conocido porque había sido uno de los principales defensores de los acusados del llamado michoacanazo. José Refugio parece trabajar en una suerte de mancuerna para los medios con Andrés Granados, quien ha tenido varias intervenciones muy publicitadas.
Muy cercano a El Chapo es Juan Pablo Badillo, quien es su abogado desde 1993, cuando fue capturado por primera vez. Se mantuvo como su defensor hasta su fuga en 2001. Volvió a aparecer cuando volvió a ser aprehendido en 2014 y una vez más luego de la tercera detención este año.
Sin duda el personaje más exótico que existe entre los que se presentan como defensores de Guzmán Loera es José Luis González Meza, quien en una entrevista con AFP declaró que El Chapo “le cayó bien porque su agrupación jamás secuestraba a gente pobre (sic). Yo quisiera saber, dijo, de un político mexicano que haya dado dinero a los pobres. ¡Ninguno! Sin embargo, esta gente sí, entonces yo considero que es muy loable”. Meza, considera, además, que los muertos atribuidos a Guzmán o a su cártel son “insignificantes”.
Bueno este personaje, que hasta quiso ser candidato presidencial independiente en 2012 y que se hizo conocido en 1986 cuando escribió un texto titulado Un asesino en la Presidencia, financiado por Joaquín Hernández Galicia, La Quina, para tratar de evitar la candidatura de Carlos Salinas de Gortari, acepta que no conoce personalmente a Guzmán Loera, pero que lo defiende incluso sin pago. Este hombre, tamaulipeco, que cree que los asesinatos de El Chapo son “insignificantes”, encabeza la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos Lázaro Cárdenas y es un activo participante en la defensa de la normal de Ayotzinapa y las organizaciones que giran en torno de ella.
Más formales son otros dos abogados, Andrés Castillo Flores y su hija Cynthia Castillo Castillo, que participan también en la defensa de El Chapo.
Hay más, algunos conocidos, otros no. Se contradicen en sus declaraciones: uno dice que El Chapo quiere ser extraditado y busca un acuerdo, el otro presenta amparos para impedirlo; uno dice tener contacto con algunos familiares del capo, otro con otros, siempre hablan de las violaciones a los derechos humanos de Guzmán Loera y todos son parte de una maraña legal que busca las mejores condiciones para su cliente y que, como vimos con su segunda fuga, también puede terminar participando en acciones criminales. Por lo pronto, José Refugio Rodríguez tendrá que decir por qué afirma que los hijos de Guzmán Loera no participaron en la emboscada de hace una semana a los elementos militares en Culiacán.