¿De verdad Tamaulipas sin militares?
Columna JFM

¿De verdad Tamaulipas sin militares?

24-03-2017 Cuando entrevisté el 13 de marzo pasado al general Salvador Cienfuegos en el programa Todo Personal le pregunté cuáles eran los puntos neurálgicos, los estados donde había mayor concentración de elementos militares, dónde había que poner mayor atención a los temas relacionados con la seguridad interior.

“Está claramente definidos, dijo el secretario de la Defensa, cuáles son los estados en donde tenemos más gente y donde me parece que los problemas son mayores, pero aquí habría que acotar que son estados en que íbamos caminando bien y con este cambio (el del nuevo sistema de justicia penal) hoy empiezan a revertirse. Mucha gente está saliendo de las cárceles por la falta del debido proceso y hoy tenemos Nuevo León que estaba muy bien, que se está descomponiendo; Tamaulipas que también iba bien, quizá no tanto como Nuevo León, pero que iba muy bien, también se está descomponiendo. Ahí también hay cambios de gobernadores y siempre hay estos desajustes. Colima que estaba muy bien, de repente se detonó, hoy  está entrando otra vez a una condición mejor. Sinaloa, también con cambio de gobierno y ante la extradición del líder de uno de los cárteles más importantes (el Chapo Guzmán) se da esa pelea por el poder y otros que quieren meterse al estado ante el desajuste que se da con la salida del líder. Y está Guerrero, que es un problema que tenemos que seguir atendiendo”.

“Pero me gustaría decir, especificó el general Cienfuegos, que todo esto no es responsabilidad de las Fuerzas Armadas. Es responsabilidad de las autoridades civiles del nivel de que se trate y pareciera que esto hoy es una responsabilidad de las Fuerzas Armadas… Llevamos 11 años y no vemos nuevas policías”.

La plática con el general Cienfuegos da para mucho más, pero ahora lo recordaba ante las declaraciones del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca de que no renovará el convenio de colaboración que desde la administración estatal anterior se estableció con las fuerzas armadas, lo que implicaría el retiro de éstas de esa entidad, al tiempo que en una reunión con legisladores aseguró que esas fuerzas de seguridad habían “cometido excesos” en la lucha contra los grupos criminales.

No creo que el gobernador haya reflexionado sobre lo dicho y si lo hizo se va a encontrar con un problema de seguridad terrible, mayor al que ya tiene y que no es nada menor. En Tamaulipas están destacados unos dos mil 500 elementos militares incluidos entre los casi 16 mil de distintos ámbitos federales que participan en ese estado. Durante la adminsitración anterior, pese al esfuerzo que se realizó para relanzar las fuerzas policiales de la entidad, se crearon unas dos mil 500 plazas de policías certificados, a todas luces insuficientes. Por llenar ese vacío se firmó el convenio con la Sedena, además de con la Marina y con la Policía Federal. El gobernador dice ahora que formará siete mil nuevos policías en cuatro años, los que seguirían siendo notoriamente insuficientes pero está muy bien, pero no dice qué hará durante esos cuatro años con la seguridad de su estado si no renueva el convenio y los militares se van de Tamaulipas.

En ningún otro estado del país los militares han sufrido tantas agresiones de los grupos criminales como en Tamaulipas. Allí han caído 120 de los 500 militares muertos en estos años. No tiene sentido decir que no se renovará el convenio de colaboración o destacar que “ha habido excesos” y que “se tiene que escuchar a las víctimas”, como sostuvo el gobernador. Los excesos se deben investigar y las víctimas deben ser escuchadas, pero cuando la endeble seguridad de un estado depende tanto de una insittución que además la ha defendido con su sangre, el dicho resulta insostenible.

Y es que la realidad, lo hemos dicho muchas veces, es cabrona. El mismo día que el gobernador hacía esas declaraciones, del reclusorio estatal en Ciudad Victoria se escapaban 29 peligrosos reclusos por un túnel. Algunos han sido recapturados pero los otros pasaron a engrosar las filas del crimen, que se alimenta en ese estado, además, por los innumerables delincuentes que han quedado en libertad como consecuencia del nuevo sistema de justicia penal, pero también por deportados, mexicanos o no, que entrega Estados Unidos cotidianamente en la frontera y que en varios casos se incorporan a la delincuencia.

Sin el apoyo militar y federal la seguridad de Tamaulipas se derrumbaría en horas. Lo mínimo que se puede pedir es que eso se reconozca.

Incorporaciones

Continúan los preparativos en el estado de México. Alfredo del Mazo designó como coordinador de campaña a Ernesto Nemer, el mejor operador político del priismo local (y quien bien podría haber sido el candidato) en un movimiento que le tendría que dar mayor consistencia a su accionar. Delfina Gómez hizo reposable de medios a Abelardo Martín, un muy buen comunicador, con gran experiencia y que hace unos años fue el responsable de prensa de la ahora también candidata Josefina Vázquez Mota.

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